2007
El francés que trajo el
cine
La casa y la ciudad de
Martí
Aurelio Baldor:
pedagogo cubano
Un paseo por la calle Obispo
La toma de La Cabaña por
Ché Guevara es una fábula
De la biografía de Ché
Guevara
Morir de cara a la sombra
Andrei Sajarov
Lavar la Cabaña
Cosas veredes, Sancho…
Angola: muchas cosas por
contar
Cuito Cuanavale
Aquellos gángsters
Nostalgia republicana
El último presidente (II
y final)
El último presidente (I
parte)
Saratoga
Una aventura peligrosa
Así está el Prado habanero
Stalin también apagaba
candelitas
El pedazo de papel más
importante
Manzanillo
Del esplendor a la nostalgia
Retrato de Santa Fe
Sevilla:
primer hotel de lujo de Cuba
Dictadores tercos
Mi teatro Martí
El disparo de Chibás
Un cornetín para la radio
La Cruz de la Parra
¿Quién tiró la primera
piedra?
Las Escuelas Pías
Equivocada interpretación
El primer libro científico
cubano
Hay que buscar a Camilo
Recordar siempre es bueno
Probado el gran crimen
de Lenin
La Revolución mediática
(Final)
Cavilaciones de un "perro"
La Revolución mediática
(I)
Mentiras piadosas
El informe secreto de Jruschov
La gratuidad como estrategia
La mejor farmacia de Cuba
Una experiencia para no
olvidar (II y final)
Una experiencia para no
olvidar (I)
Mi comandante
El castrismo y la microfracción
Una mirada incisiva sobre
Ché
2006
La impunidad del silencio
Enfoques
Un amigo del siglo XIX
El nacionalismo radical
cubano: La soberbia armada (II)
El Grito de Baire
Los pueblos no saben odiar
La resistencia armada
contra el totalitarismo (III)
La resistencia armada
contra el totalitarismo (II)
La resistencia armada contra
el totalitarismo (I)
Médico de campo
Crónicas de un verdugo
(I)
Crónicas de un verdugo
(II)
Crónicas de un verdugo
(III)
Crónicas de un verdugo
(IV)
Crónicas de un verdugo
(V)
Crónicas de un verdugo
(VI)
Crónicas de un verdugo
(VII)
Crónicas de un verdugo
(VIII)
Crónicas de un verdugo
(IX)
Crónicas de un verdugo
(X y final)
Cuba 1975-1985: Los años
de gloria
La insurrección campesina
Haciendo historia
El
fracaso de los sesenta
Cuba 1960: Cronología
de una estafa
Sacudiendo un mito
El néctar dorado de Dionisio
¿Qué pasó con el
4 por ciento para la industrialización?
Experiencias de misionero
en cárceles cubanas
Los Curros del manglar
La prensa decimonónica
cubana y extranjera
Con las mismas de matar
La mujer que murió con
Mussolini
Curiosidades históricas
del dólar
El comercio de cabotaje
en Cuba
Vamos pa´Labana
Cuando el hombre conquistó
la luna
Una tumba en Luanda
Los dioses vencidos: Causa
I
Las otras caras de La Habana
La flor de piedra
Dicen que murió lejos…
26
bombas
La historia no absolvió
a Hitler
La vieja Yoya
La primera soviética que
conocí
No se repetirá el año 1959
La Cuba actual no es ni
libre ni soberana
El
caballo de Cuba
Radio Martí: sucesora,
pero diferente
La foto de Cándida Rosa
Una historia vieja de marginados
Por qué fuimos revolucionarios
Recuerdos del teatro América
Aquella intervención norteamericana
Nueva guerra para viejos
niños
El primer periódico habanero
Gandhi en la celda del
Dr. Biscet
Memoria histórica en La
Habana
Hemingway: El gusto por
matar
Camilo y el hampa rojiverde
El
libro imprescindible de Benemelis
Monumento histórico cubano
a punto de perderse
Los Masones rinden homenaje
a Carlos Manuel de Céspedes
Yara, 1868
Un escritor llamado Ernesto
Guevara
1492
Tras el recuerdo de la
vida
No sorprendente pero sí
inadecuado
María Cepero
Cuando veíamos películas
rusas
Alfabetizadores
Lo que ignora Ignacio Ramonet
Antiguas monedas cubanas
del siglo XIX
Félix
Varela, padre de la nacionalidad cubana
Invitación oficial
La Habana nuestra
La
Habana de nuestros siglos
Un hombre excepcionalmente
amoroso
Cristóbal
Colón y el descubrimiento europeo de Cuba
Los años dorados
Los americanos en Cuba
Los años habaneros de Antonio
Meucci
Estatuas ausentes
La muerte de los dictadores
Una carta que pocos conocen
Tradición de exilio
Cuando La Habana comenzaba
en Prado
Un historia para pensar
Juntos
Gorriones, bijiritas y
cotorras
Angola, un misterio
Un testimonio excepcional
2005
El nacionalismo radical
cubano: La soberbia armada (I)
¡Ay, Carlota! (I)
Ay, Carlota! (II)
¡Ay, Carlota!
(III)
¡Ay, Carlota! (IV)
¡Ay, Carlota! (V)
¡Ay, Carlota!
(VI y final)
Canal vía Cuba: cuando en Cuba se podía opinar
Tres decepciones
Carlota no fue la primera
Ciudadano del mundo libre
Veinte años después
Un dibujante oficial
Los cosméticos habaneros
Las culpas de Chibás
Santa Clara y su verbena
1926: un año convulso
Los 20 mil muertos
¿Quién fue Eva Braun?
Un pedazo de nuestra historia en la fachada de un edificio
La historia los condena
Julio, el mes más cruel
Mujer en tres tiempos (I)
Mujer en tres tiempos (II)
Mujer en tres tiempos (III)
Mujer en tres tiempos (IV y final)
El Edison chino y los apagones en Cuba
Máximo Gómez, la humanidad del héroe
El 4 de julio en Cuba y en el mundo
El asesino de Trotski en Cuba
La misteriosa casa de Miramar
A 30 años del asesinato de Roque Dalton
La caldosa alemana
Mariel: el primer error
La república y sus intelectuales (II y final)
Rezagada de Mariel
La república y sus intelectuales (I)
A 25 años de Mariel
El caso Svetlana
José Stalin
El 20 de mayo ya es historia
Una historia roja
DDT, un semanario que hacía humor en serio
Zinn, el otro historiador americano
Cuba y Estados Unidos: la influencia de un hombre en sus relaciones
El "Proyecto Ni"
La otra existencia de Quintín
De Clavelito a Fidel
Encuentro con Mariela
Nuestros niños y adolescentes terroristas
Historias de amor del hombre nuevo: Raidel y Julie
El Malecón habanero (I)
Clemente Vázquez Bello, la ley del Karma y Cuba
Martí, Apóstol de las libertades
Un homenaje a la sencillez encarnada un 28 de enero
Año
1989
2004
Tomás Romay, precursor de las ciencias médicas en Cuba
El hombre de la hermosa cara fea
Un mundo mejor no es posible
Amén no es la última palabra para Amén
Murieron por una Cuba democrática
OTPOR
Clemente Vázquez Bello, la ley del Karma y Cuba
El memorial vivo del recuerdo
La muerte ajena
El primer auto y la última guagua
La Esquina de Tejas (I)
La Esquina de Tejas (II y final)
Westerplatte, presagio de la victoria
José Martí, predestinado del dolor
¿Armas para qué?
Un día crucial
De Hostos a Juliá. Dos conferencias sobre una misma realidad
Tortura en el servicio militar obligatorio
Historias de amor del hombre nuevo
El primer globonauta cubano
Los Estados Unidos en la óptica de José Martí
Un niño prodigio en La Habana
La prensa de la modernidad cubana : El Fígaro y La Habana Elegante
El Molino
Aquella república
Democracia
y dictadura
Nuestra
República, una casa por terminar
La
inmortalidad de los buenos
Con
motivo del 20 de mayo (II y final)
Con
motivo del 20 de mayo (I)
Los
zapatos de Don Tomás
Réquiem por mi barrio
¿Por qué el Che y no
Leoncio Vidal?
La prensa olvidada
Camino
al cementerio
La experiencia polaca
Conmemoran muerte de
Félix Varela
Algo para recordar
Mirelles Trailhon: el gran
amigo cubano de George Washington
El estadio de Morón
Colegio de Pedagogos de
Cuba, dos momentos en el tiempo
La lista de Estalella
Consejos del Apóstol
El último santuario de
la utopía (II)
El último santuario de
la utopía (I)
Ignacio Agramonte
Esteban
Pichardo y los nombres geográficos
Si
España tuvo su Platero, Santa Clara tuvo su
Perico (II)
Si
España tuvo su Platero, Santa Clara tuvo su
Perico (I)
¿Es Santa Clara la ciudad
de Marta o del Che?
Tributo a Varela
os tres mosqueteros más
uno (II)
Los tres mosqueteros más
uno (I)
La crisis de los cohetes
El Caballo de Mayaguara
El 20 de mayo: entre el
temor y la fe
Industria azucarera: forjadora
de la nacionalidad / Miriam Leiva
Una reinvidicación por
justicia (II y Final) / Héctor Maseda / Grupo
Decoro
Vínculos
indiscutibles / Lucas Garve / CPI