NUEVA YORK, Estados Unidos.- El viaje de Obama a Cuba ha sido positivo en exponer en toda su crudeza al real mundo de la dictadura castrista, su mentalidad represiva y el triste atraso en que hacen vivir a sus ciudadanos.
Con razón todos quieren escapar del Parque Jurásico cubano, donde la fuerza se impone a deseos de cambios y donde rugen los que mandan, sin alternativa posible de un mañana mejor.
Como nación, Cuba vive de las supuestas glorias del pasado. La prensa oficialista destacó, como gran artículo el pasado lunes: Fidel en el Hotel Habana Hilton en 1959. Y las crónicas subsiguientes se enfocan en la devolución de Guantánamo y en el fin del bloqueo, que fue la materia que llevó Raúl Castro a la conferencia de prensa hasta que lo hicieron aterrizar, de un golpe, en el tema de los presos políticos cubanos.
La portada impresa del diario oficial “Granma” destacó la llegada de Obama y justo al lado acompañó la información con un titular: “El bloqueo es el principal obstáculo al desarrollo”
Toda esta manía se debe a la soberbia que domina al régimen y lo mantiene atascado en la Era Paleolítica. Es la concepción errada de creerse mejores y con la verdad, que ha sido el lastre de los 57 años del régimen castrista.
El peor de todos es el propio Raúl Castro con su síndrome del alacrán –el que, como dice el cuento, pica a quien lo está llevando a salvo hasta la orilla–, que quiere demostrar con su actitud intransigente que todo permanecerá igual en Cuba, por los siglos de los siglos.
Ya destacó su maña en la decisión de no ir al aeropuerto a dar la bienvenida a Obama y su comitiva.
Esta actitud, de querer humillar al Presidente de la nación más poderosa del mundo, podría parecer una temeridad muy grande, pero Castro sabe que Obama no dará marcha atrás y cuenta con la ambición del Presidente de querer pasar a la historia como el mandatario de los Estados Unidos que reabrió las relaciones con Cuba.
Por eso, el general cubano sabe que puede proseguir con sus desdenes. Y no detendrá las declaraciones irrespetuosas del resto de los integrantes de su régimen.
Total, “está en su naturaleza”, como comentó la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, al referirse a la violenta represión desatada contra la disidencia a escasas horas de la llegada de Obama a Cuba.
Además, para ponerle la guinda al pastel, el Tiranosaurio Rex negó ante el mundo, en una comentada conferencia de prensa, la existencia de presos políticos en Cuba.
Por eso, ahí lo tuvieron presente: el Parque Jurásico cubano, expuesto a todo color y en todo su doloroso retraso y extravío.