Grandes fugas en la historia del deporte cubano

Partiendo del escape de René Arocha, que abrió el camino, recordamos algunas salidas de Cuba de atletas como Edilberto Oropesa, Rolando Arrojo, Guillermo Rigondeaux y muchos otros.
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MADRID, España.- El deporte cubano ha sido escenario de numerosas fugas de atletas que, buscando mejores oportunidades y libertad, han desafiado al sistema político de la Isla. Partiendo del escape del pelotero René Arocha, que abrió el camino a miles de deportistas, hoy recordamos algunas salidas de Cuba de grandes atletas como Edilberto Oropesa, Rolando Arrojo, Orlando “El Duque” Hernández, Guillermo Rigondeaux y muchos otros. A través de sus historias se muestran las circunstancias y razones de muchos para decidir no regresar a Cuba.

René Arocha, el Jackie Robinson cubano que abrió el camino

En 1991, René Arocha escribió un nuevo capítulo en la historia del deporte cubano al escapar del equipo nacional durante una escala técnica en el aeropuerto de Miami. Arocha había viajado con la selección al país norteño para una serie amistosa. Aprovechó la escala y con la ayuda de un amigo logró escapar del aeropuerto, contando con el respaldo de su padre y su tía que vivían en Estados Unidos.

Su fuga no solo lo liberó de las restricciones políticas y deportivas que lo ataban, sino que también abrió las puertas para cientos de peloteros que anhelaban probar suerte en el béisbol profesional estadounidense.

Apodado el “Jackie Robinson cubano”, en julio de 1991, cuando abandonó la delegación oficial en busca de un futuro incierto pero lleno de posibilidades, se convirtió en pionero en el éxodo hacia las Grandes Ligas y en el abandono de los deportistas de la Isla a delegaciones.

Arocha, que desde muy joven había brillado como lanzador en el equipo Metropolitanos y luego en Industriales, firmó con los Cardenales de San Luis en las Ligas Menores después de quedarse en el país norteño. Debutó en Grandes Ligas en 1993 con los Rojos de Cincinnati. Sin embargo, su carrera en el más alto nivel se vio truncada por lesiones después de una prometedora temporada.

En julio de 2023, cuando se cumplieron 32 años desde su salida de Cuba, Arocha recordó su escape de la delegación oficial de la Isla: “El 4 de julio de 1991 salió del aeropuerto José Martí el Equipo Cuba de Béisbol rumbo a los Estados Unidos. Todos traían un sueño, incluyéndome a mí, solo que mi sueño era diferente al del resto de los peloteros: Yo soñaba con ser libre, quería quitarme las cadenas que me ataban, quería volar y encontrar mi propio camino”.

En la actualidad, y desde hace 14 años, René Arocha trabaja en una clínica para personas mayores. Se siente satisfecho con su función, que consiste en recoger a los pacientes en sus hogares, llevarlos a la clínica y luego regresarlos.

“Voy a brincar la cerca esta”

Edilberto Oropesa protagonizó una fuga que quedará marcada en la memoria del béisbol nacional como una de las más espectaculares. Trepar la cerca de un estadio fue el último paso en su camino hacia alcanzar su sueño.

En julio de 1993, en el Estadio Sal Maglie en Nueva York, el lanzador, que entonces tenía 21 años, se encontraba en medio del torneo beisbolero de las Universidades de Búfalo con un único propósito: dejar atrás su vida en Cuba y establecerse en Estados Unidos. Su plan original de abandonar el equipo en Miami se frustró cuando este continuó directamente a Búfalo.

Oropesa improvisó una solución: contactó a su familia en Miami desde Nueva York. Su primo, que residía en la ciudad del sol, viajó desde allí hasta Búfalo para ayudarlo a escapar.

En reciente entrevista con Michel Contreras para este medio, Oropesa recordó sobre ese día: “Yo me acuerdo como si fuera ahora que estaba en chancletas con el uniforme blanco puesto y salí a hablar con mi primo por la cerca ubicada atrás de home. (…) Entonces me fue a hablar de lo que íbamos a hacer y lo corté. ‘Necesito quedarme ya’. ‘Espera un poquito, Eddy. Después del juego yo voy a formar una bronca y tú aprovechas para meterte en el carro…’ ‘No, primo. Yo no voy a esperar las tres horas de un juego de pelota. Me tengo que quedar ahora mismo’. Los peloteros del team Cuba empezaban a acercarse y en ese momento me llegó el estrés al cielo. ‘Voy a brincar la cerca esta’, le dije. Me quité las chancletas y me puse a subir mientras oía a gente que gritaba ‘Oropesa, ¿tú te volviste loco?’y ‘oye, ¿adónde tú vas?’. Cuantas más cosas decían más me desesperaba y más hacía por llegar rápido arriba. Recuerdo que ya en la punta de la cerca, lo único que atiné a decir fue ‘bye-bye’. Al fondo mi primo gritaba ‘asilo político, asilo político’, y yo me tiré y corrí a buscar el carro. Me sentía tan nervioso que me iba a meter por la puerta del chofer”.

Oropesa debutó en las Grandes Ligas en el año 2001 con los Philadelphia Phillies a la edad de 29 años. Tras dos temporadas con los Arizona Diamondbacks, finalizó su paso por las Mayores a los 32 años con los Padres de San Diego.

El pasado año se unió al equipo de la Federación Profesional Cubana de Béisbol (FEPCUBE).

El “Judas” para Castro

El 9 de julio de 1996, durante los Juegos Olímpicos de Atlanta, el reconocido lanzador Rolando Arrojo se encontraba en una habitación de hotel en Albany, Georgia, donde esperaba el momento decisivo: La llamada que confirmó la llegada segura a Estados Unidos de su esposa y sus hijos marcó el punto de no retorno para Arrojo, quien tomó la decisión de no regresar a la Isla.

La fuga de Arrojo no fue un acto impulsivo, sino el resultado de una planificación que había comenzado cuatro años antes, durante los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. A pesar de los intentos anteriores, esta vez Arrojo estaba totalmente convencido de su decisión.

La fuga del hotel por parte de Arrojo, unos días antes de que comenzaran los Juegos Olímpicos, en los que él sería el primer abridor del equipo Cuba, desató la ira de Fidel Castro, pero sobre todo que el pelotero hubiera trazado muy bien el plan junto a su familia, sin que las autoridades lo sospecharan. Durante el abanderamiento de la delegación cubana, Castro se refirió al pitcher como Judas y lo llamó traidor.

“Cuando dejé Cuba, miré hacia atrás y dije, ‘Wow, probablemente nunca podré regresar a mi país’”, dijo Arrojo en entrevista con MLB.com muchos años después.  “De hecho, nunca he podido regresar a Cuba”.

Tras “desertar”, Arrojo se estableció como residente en Costa Rica, desde donde inició negociaciones con equipos de Grandes Ligas.

El talento del lanzador natural de San Juan de los Yeras no tardó en brillar también en la Gran Carpa. En 1998 firmó con los Tampa Bay Devil Rays, convirtiéndose en el primer jugador nacido en Cuba en formar parte de la franquicia. Tras su debut en MLB fue seleccionado para el Juego de las Estrellas, algo que no lograba un cubano desde 1976, año en que lo hizo el gran Luis Tiant.

Arrojo, en cinco años en las Mayores, pasó por Tampa Bay, Colorado Rockies y Boston Red Sox- Lanzó 700 entradas con efectividad de 4.55, y acumuló 40 triunfos y 42 derrotas. Sus números en Cuba: 154-98 con 3.50 ERA, 1.138 ponches y 442 boletos en un total de 13 torneos y 2027.2 tercios de entradas trabajadas. Ganó tres campeonatos nacionales sucesivos entre 1993 y 1995.

Tras su retiro, Arrojo se ha dedicado a entrenar niños en Tampa Bay, donde reside con su familia. Además, ayuda a Yobal Dueñas y a Ángel López en su academia. Para mantenerse en forma, según sus propias declaraciones, juega mucho softball.

La travesía de Orlando “El Duque” Hernández

El 12 de junio de 1997, Orlando “El Duque” Hernández se lanzó al mar en una balsa rudimentaria con el firme propósito de alcanzar los Estados Unidos, dejando atrás una carrera exitosa en la Serie Nacional de Béisbol, pero llevando consigo el sueño de jugar en las Grandes Ligas. En ese momento, Hernández, de 32 años, ya había ganado dos títulos con Industriales y había representado a Cuba en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Sin embargo, las restricciones del sistema deportivo cubano y su anhelo por una mayor libertad personal lo motivaron a tomar la difícil decisión de emprender la fuga. La decisión de Hernández estuvo influenciada también por la repercusión de salida de su hermano, Liván Hernández, dos años antes. Esto llevó a las autoridades cubanas a marginarlo, a pesar de ser uno de los mejores lanzadores del país.

La embarcación fue interceptada por las autoridades estadounidenses un cayo cerca de Cuba que pertenecía a las Bahamas y sus ocupantes fueron entregados a las autoridades bahamenses para ser deportados a Cuba. Con la ayuda del representante deportivo Mark Cuban, “El Duque” Hernández logró llegar a Costa Rica y, después de unos meses, pudo trasladarse a los Estados Unidos con una visa gestionada por los Yankees de Nueva York.

En su debut en las Grandes Ligas a los 33 años, Hernández demostró su talento de inmediato. Ganó 12 partidos y solo perdió cuatro en su primera temporada, convirtiéndose en una pieza clave del equipo que dominó la década del 2000. Durante su carrera en las Grandes Ligas, “El Duque” ganó cuatro anillos de Serie Mundial (tres con los Yankees y una con los Medias Blancas de Chicago). Completó nueve temporadas en las que acumuló 90 victorias y 65 derrotas y efectividad de 4.13.

El voleibol masculino y el fin de un década

La década de 1990 marcó un hito en la historia del voleibol masculino cubano. Entre 1986 y 1998, el equipo se consolidó como una de las potencias mundiales, ubicándose entre los cinco mejores del ranking.

Este período estuvo marcado por logros como la obtención de la medalla de plata en el Campeonato Mundial de 1990 y la medalla de bronce en la edición de 1998.

La generación de jugadores de esa época se convirtió en leyenda, con nombres como Raúl Diago, Ihosvany Hernández, Alain Roca, Joel Despaigne, Idalberto Valdés, Lázaro Beltrán, Abel Sarmientos, Osvaldo Hernández, Ramón Gato y Ángel Dennis.

Sin embargo, a finales de la década, el equipo comenzó a desintegrarse. Muchos jugadores, como Ihosvany Hernández, Alain Roca, Ramón Gato y Osvaldo Hernández, buscaron oportunidades en ligas extranjeras. Raúl Diago, uno de los mejores pasadores del mundo, se retiró.

Tras los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, donde el equipo cubano “no cumplió” con las expectativas, el INDER canceló los contratos de los jugadores que competían en ligas profesionales extranjeras.

En noviembre de 2001, después de ganar la Supercopa del Mundo, seis de los doce jugadores de la selección cubana no regresaron a la Isla después de un torneo en Bélgica. Se quedaron Ángel Dennis, Ihosvany Hernández, José Luis Hernández, Yasser Romero, Leonel Marshall y Ramón Gato; algunos alegaron que se les debía dinero de competencias anteriores. Esta decisión marcó el final de una era para el voleibol masculino cubano.

A la segunda va la vencida

Guillermo Rigondeaux, doble campeón olímpico y mundial del peso gallo, intentó escapar de la delegación cubana en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007.

Con solo 26 años, Rigondeaux y el púgil Erislandy Lara intentaron escapar, pero la ausencia de ambos al pesaje previo al certamen desató las alarmas y truncó tanto su participación en los juegos como su idea de no regresar a la Isla.

La estrategia de fuga, planeada por el promotor turco Ahmet Oner desde Alemania, los dejó a mitad de camino. La inversión de 549.000 dólares se esfumó cuando, tras once días de búsqueda, Guillermo y Lara fueron descubiertos y deportados a Cuba.

Rigondeaux fue apartado del equipo nacional como castigo y Fidel Castro dedicó al tema varias reflexiones, comparando al atleta que abandona su delegación con “un soldado que abandona a sus compañeros en medio del combate”. Finalmente logró escapar de Cuba en 2009, estableciéndose en Miami, Estados Unidos.

Su palmarés como amateur ostenta un récord de 243 victorias y solo cuatro derrotas, lo que lo posiciona como uno de los mejores de la historia. Dos títulos olímpicos (Sidney 2000 y Atenas 2004) y dos mundiales (Belfast 2001 y Mianyang 2005) avalan su grandeza.

Su incursión en el boxeo profesional en 2009 también ha sido exitosa. En 2020, a la edad de 39 años, Rigondeaux se coronó campeón de la categoría de peso gallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), convirtiéndose en campeón de dos divisiones y en el boxeador más longevo en ganar un título en las 118 libras.

Por su parte, Lara, desertó en una lancha rumbo a México en 2008. Se dirigió a Hamburgo, Alemania, donde se unió a los excampeones olímpicos Odlanier Solis, Yan Bartelemí y Yuriorkis Gamboa en el establo Arena Box-Promotion. Entre sus más recientes triunfos está haberse consagrado como el campeón mundial de más edad, a finales de marzo pasado.

Hasta la vista… César Prieto

En mayo de 2021, el nombre de César Prieto irrumpió en los titulares deportivos cubanos. El joven pelotero, con apenas 22 años y siendo el mejor bateador del equipo Cuba, protagonizó un episodio durante el preolímpico de las Américas en Florida, Estados Unidos: abandonó la delegación cubana apenas unas horas después de aterrizar en Miami. Su fuga, captada en imágenes y viralizada en redes sociales, fue trendin en el panorama beisbolero de la Isla.

El cienfueguero, cuando el autobús que transportó a los atletas desde el aeropuerto llegó al hotel Hilton en Miami y sus compañeros descendían para recoger su equipaje, tomó la decisión de escapar. Con una rápida carrera de unos 30 metros, se subió a un carro que lo esperaba.

Memes de la fuga de César Prieto. (Fotos: Redes Sociales / Collage CiberCuba)

Tras el escape de César Prieto estuvo Billy Henderson, un expelotero estadounidense que desde 2015 ha estado ayudando a jugadores cubanos a salir de la Isla en busca del sueño de las Grandes Ligas. Los detalles de esta fuga y del proceso que la precedió, se detallan en el artículo “El extractor”, escrito por Greg Bishop.

Desde su llegada al sistema de Ligas Menores en Estados Unidos, Prieto ha demostrado su talento. Jugando primero con los Baltimore Orioles y luego con los St. Louis Cardinals, ha dejado claro que posee las habilidades necesarias para destacar en cada nivel de juego. Su reciente invitación al Spring Training de 2024 con los Cardinals lo coloca un paso más cerca de su sueño de debutar en la Gran Carpa.

La mayor “deserción” colectiva de un equipo antillano

La mayor deserción colectiva de un equipo antillano llegó en 2021, cuando solo 12 de los 24 peloteros que habían viajado con el equipo Cuba a México regresaron a la Isla. La selección nacional había viajado al país azteca a disputar la III Copa del Mundo sub-23.

El día del primer partido, pospuesto una semana por lluvia, ya la selección cubana contaba con siete jugadores menos; que habían logrado burlar la vigilancia que se les impone a los atletas en eventos internacionales y dejar, definitivamente, el hotel donde se alojaban, del que no podían salir sin autorización.  

Durante el resto de los días que duró el Mundial otros cinco peloteros “abandonaron”, con lo cual, la mitad de la selección desertó con el objetivo de quedarse viviendo fuera del territorio nacional. 

Estos doce atletas: Loidel Chapellí Jr., Yandi Yanes, Geisel Cepeda, Bryan Chi, Miguel Antonio González, Yeinel Zayas, Luis Danys Morales, Uber Mejías, Dariel Fernández, Loidel Rodríguez, Reinaldo Lazaga, Diasmany Palacios, sumados a los tres del Preolímpico de las Américas unos meses antes, representaron una cifra récord de las deserciones cubanas en un año en torneos internacionales de béisbol.

Tras el fracaso del Preolímpico, los más optimistas veían la posibilidad de una mejor actuación en el Mundial Sub-23, de México. Los cubanos no lograron subir al podio quedándose con la cuarta posición tras caer frente a Colombia, con marcador de cinco carreras por tres, durante la discusión de la medalla de bronce.  

“Los logros deportivos no se traducen en una vida mejor”

El saltador de longitud Lester Lescay, quien protagonizó una de las deserciones más recientes del atletismo cubano, en una entrevista a Relevo relató cómo fue su fuga de la isla y su llegada a España.

Con solo 20 años, Lescay tomó la decisión de abandonar Cuba debido a que, según sus palabras, “los logros deportivos no se traducen en una vida mejor”. Su madre, que ya vivía fuera del país, le había inculcado la idea de buscar un futuro mejor.

El joven atleta comenzó a destacar a nivel internacional con medallas en el Mundial Sub-18 y en los Juegos de la Juventud. En ese momento, una concentración en España le brindó la oportunidad de dar un giro a su vida.

“En ese momento, conocí una chica y las dos cosas coincidieron”, relata Lescay sobre Beatriz, su actual pareja, quien se convirtió en su contacto clave para la fuga. “Cuando sales de Cuba, decides hablar con alguien que te pueda ayudar”, explica. “Tienes que hablar con alguien porque en la calle no te vas a quedar”.

El 7 de marzo de 2022, tras un meeting en Belgrado, Lescay regresó a una concentración del equipo nacional cubano en Castellón. Esa noche, en el hotel, llegó el momento decisivo. “Wow, voy a dar un paso que va a cambiar mi vida”, recuerda pensar. A pesar de los nervios, su determinación era firme: “Lo tenía muy pensado y lo tenía súper claro. Llegó el momento y di el paso”.

“Estás en un hotel, te vas y no miras más atrás. Así de sencillo”, resume Lescay sobre su fuga. Desde entonces, el joven atleta ha comenzado una nueva vida en España, donde se encuentra entrenando y buscando la nacionalización para poder competir de nuevo.

Seis hockistas abandonaron en los Panamericanos de Chile

En noviembre de 2023, durante los Juegos Panamericanos celebrados en Chile, seis integrantes del equipo nacional de hockey sobre césped de Cuba tomaron la decisión de abandonar la delegación cubana. Las jugadoras, identificadas como Yunia Milanés, Lismary González, Geidy Morales, Jennifer Martínez, Yakira Guillén y Helec Carta, tomaron esta determinación y ofrecieron detalles sobre su escape a través de una entrevista con el canal local Teletrece (T13).

Describieron su fuga como una acción complicada debido a la estricta vigilancia que enfrentan los deportistas cubanos fuera de la Isla. Según Yunia Milanés, capitana del equipo, esta decisión fue cuidadosamente planeada: “Desde Cuba yo tenía pensado ya lo que iba a hacer (…) Lo dejé todo, todo, todo”.

Inicialmente, planearon escapar desde la cancha tras un partido, pero al no ser posible, aprovecharon una oportunidad durante el traslado de la delegación. “Cogimos el bus, fuimos hasta la Villa, y llegando a la Villa las chicas entraron por una puerta y nosotras salimos por la otra”, explicó Milanés.

La premura para huir se debió a que la delegación partiría temprano al día siguiente, por lo que decidieron no desperdiciar la oportunidad. Una vez fuera de la Villa donde se hospedaba la delegación cubana, las tres jóvenes casi son detenidas por un profesor que salió de la instalación, teniendo que esconderse para evitar ser capturadas.

Entre los motivos que las llevaron a abandonar, las jugadoras mencionaron la falta de recursos y libertades en Cuba. Milanés resaltó las dificultades que enfrentaban: “Pasamos una racha muy mala. No teníamos calzado. Estábamos entrenando con un zapato sí y uno no. No teníamos implementos, no teníamos protectores para la cara”.

Además de las tres jugadoras mencionadas, que escaparon inicialmente, otras tres compañeras también planearon una fuga, lo que resultó en un total de seis bajas en el equipo nacional de hockey. Posteriormente, las seis jugadoras solicitaron ayuda legal para permanecer en Chile, ya que sus visas vencían el 12 de noviembre. Contactaron con el bufete jurídico Hurtado y Bonito Abogados para representarlas y regular su situación migratoria.

Nadador ciego “desapareció” en los Parapanamericanos de Chile

Por la misma fecha que las hockistas, durante los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023, el nadador ciego Yunerki Ortega Ponce desapareció misteriosamente de donde se hospedaba, con el claro propósito de solicitar asilo en territorio chileno.

Poco antes de su fuga, Ortega Ponce había competido en la final de los 50 metros libres en la categoría S11, donde obtuvo el quinto lugar. Al notar su ausencia, las autoridades deportivas y la delegación cubana inicialmente se preocuparon por su bienestar físico debido a su condición. Agustín Abril García, subjefe de misión de Cuba, presentó una denuncia por presunta desgracia ante las autoridades policiales, quienes iniciaron una búsqueda.

Se supo que Ortega Ponce dejó la Villa Parapanamericana de Cerrillos alrededor de las 4:30 a.m., y tomó un taxi hacia un servicentro cercano al Estadio Nacional. Desde allí, se trasladó a la casa de otro cubano donde contactó al abogado Mijail Bonito. El jurista, nacionalizado chileno desde 2005 y socio del estudio jurídico Hurtado y Bonito Abogados, se convirtió en un importante punto de contacto para Ortega Ponce en su búsqueda de asilo.

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