MIAMI, Estados Unidos.- Un acontecimiento en sí mismo, el libro “La huella africana en Cuba”, del doctor Juan Antonio Alvarado, propició, con su presentación pública en Miami, la realización de otro evento que ha resultado estimulante para quienes asistimos y que incluso fija un útil precedente. Ocurrió el pasado 2 de octubre, en el centro cultural Art Emporium Gallery, donde los organizadores tuvieron el buen tino de combinar el lanzamiento del libro con la muestra y distribución de ejemplares de la revista Identidades, cuyo Editor Jefe es justo el doctor Alvarado, quien también preside la Plataforma de Integración Cubana, que dio vida a esta revista, la primera de su tipo que se edita y circula en la Isla en más de medio siglo.
“La huella africana en Cuba” sigue el rumbo de otros libros imprescindibles destinados al ahondamiento en la esencia de la nacionalidad cubana a través del aporte de los esclavos de África. Legataria de estudios ya clásicos sobre el tema, esta obra de Juan Antonio Alvarado amplia, además, el espectro de lo investigado hasta hoy, al examinar el fenómeno en varias regiones del continente africano, buscando in situ los orígenes de aquellos hombres y mujeres a quienes la esclavitud (quizá la mayor tragedia humana de todos los tiempos y sin duda la más larga) trajo hasta América, donde serían pilares de una nueva cultura y agentes de progresos muy decisivos para la historia del continente.
Si en la Isla existiera un gobierno civilizado y realmente preocupado por la formación cultural y patriótica de los ciudadanos, no tengo dudas de que el libro “La huella africana en Cuba” sería adoptado como materia de estudio en las escuelas.
Sobre este asunto, entre otros de no menor trascendencia, se habló en Art Emporium Gallery la noche del 2 de octubre, con una sala llena de cubanos residentes en las dos orillas del Estrecho de la Florida. Y fue en verdad alentador asistir al animado y franco y abierto debate que favoreció tanto la presentación del libro como de Identidades. Estaban presentes allí algunos de los realizadores de la revista, encargados también de organizar su distribución gratuita en barrios, ciudades y pueblos de Cuba, en los que por vez primera durante el régimen fidelista, los principales destinatarios de esta publicación, es decir marginados, pobres, negros y mestizos, mujeres, comunidades LGBTI y en general toda nuestra gente de a pie, tienen la oportunidad de acceder a estudios y análisis en torno a sus graves problemas, elaborados con rigor y con pleno conocimiento de causa, al margen de los controles oficiales, y cuyos analistas acuden a las reuniones con el ánimo de intercambiar de tú a tú con los lectores.
En cuanto al evento de Art Emporium Gallery, fue particularmente enriquecedor para el intercambio que estuvieran presentes algunos de los miembros del equipo de Identidades en Cuba, así como líderes del movimiento de oposición pacífica como el historiador y politólogo Manuel Costa Morúa, Portavoz del Partido Arco Progresista y Coordinador Nacional de la Plataforma Nuevo País. En tono fraterno y respetuoso, por encima de las diferencias de opinión, el público expuso razonamientos e inquietudes que además de enriquecer el debate, dejaron cuando menos dos estimulantes certezas en el aire: 1) que no es tan raro como a veces se piensa hallar un grupo nutrido de cubanos residentes en Miami que aún se interesen por los asuntos internos de Cuba, y no sólo los de carácter político; 2) que la variante gráfica de la revista Identidades no sólo tiene su destinatario natural en Cuba. También en Miami existe un potencial de lectores que la precisa y que al parecer la recibiría de buena gana.