MIAMI, Florida, febrero –“Estoy anunciando al mundo que a partir de este lunes 10 de febrero al filo de las 8 de la mañana, me veo compelido al supremo recurso de acudir a la huelga de hambre y sed, en protesta por el arbitrario, ilegal allanamiento y saqueo, que el 5 de febrero último fue sometido mi hogar, por parte de una acción conjunta de altos funcionarios del Partido Comunista de Cuba y del más alto mando de la policía política castrista”, declaró Antúnez desde Placetas
No poca preocupación nos deja este dramático comunicado difundido en horas pasadas. Jorge Luis García Pérez (Antúnez) está en grave peligro. Con la incertidumbre y la admiración que el caso requiere hemos podido confirmar que desde el 10 de febrero, este valeroso símbolo de la resistencia se ha declarado en huelga de hambre y de sed. Su esposa, Yris Tamara Pérez Aguilera, desde el hogar donde ambos se encuentran sitiados por la policía política del régimen comunista de Cuba, ha lanzado un llamado de urgencia a incontables organizaciones de este histórico exilio, entre ellas a Alpha 66, reclamando solidaridad para este valiente líder de la oposición interna, quien preside con admirable estoicismo e hidalguía el Frente de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo (Frente OZT).
Conocía a Antúnez por su verticalidad ejemplarizante durante los más de 17 años que integró las filas del presidio político de Cuba, y más tarde por su trayectoria heroica dentro de la oposición cívica, que día a día, sin más armas que su dignidad y su razón, se enfrenta a la maquinaria represiva de la tiranía comunista de Cuba. Desde entonces lo admiré y sentí en su persona al hermano de lucha con quien junto se puede transitar, en total confianza, por el escabroso camino que conduce hacia esa libertad por la que tanto hemos luchado. Lo admiré por la transparencia de su pensamiento, por la intransigencia con que defiende sus principios y por su amor, su apasionado e inmenso amor con que lleva a Cuba en su corazón.
En meses pasados, durante su breve peregrinar llevando por diversos países el vibrante testimonio de las víctimas que sufren en agonía el más humillante trato que ha sufrido pueblo alguno bajo regímenes dictatoriales en América Latina, en una escala de trabajo que efectuara en Washington DC, tuve la gran satisfacción de conocer personalmente y abrazar a este gigante de ébano, que simboliza por sí mismo, por su historial de lucha y sus nobles acciones, el ideal de amor y el estoicismo que necesitamos para conquistar la libertad de Cuba.
En la capital norteamericana, Antúnez y yo nos identificamos plenamente compartiendo inquietudes y proyectos de lucha. Asistimos, también, a importantes actividades donde el tema principal fue destacar la urgencia de solidaridad para los que en nuestro país desde las filas de la oposición luchan por conseguir que se ponga fin al régimen de miseria y enajenante persecución que desde 1959, bajo el nefasto sistema comunista por la fuerza nos ha sido impuesto por los hermanos Castro y el grupo de sicarios e inescrupulosos oportunistas que los apoyan y viven en desmedida opulencia en la corrompida cúpula del poder totalitario. Más de 55 años de latrocinio y opresión es demasiado tiempo. Nuestro pueblo merece en igualdad de condiciones disfrutar de las oportunidades de desarrollarse de acuerdo a la capacidad de cada cual y de su talento, no por su incondicionalidad a un sistema de gobierno degradante, y ese derecho sólo podremos conseguirlo con el derrocamiento de la tiranía y el restablecimiento de un sistema de gobierno pluripartidista, genuinamente democrático, con respeto absoluto a la dignidad del hombre y justicia social.
La vida de Jorge Luis García Pérez (Antúnez) está en peligro y la causa que él defiende con su huelga de hambre y de sed es causa de todos los cubanos amantes de la libertad. Y debía ser la causa de todos los que, en cualquier parte de mundo, se sienten comprometidos con la libertad y el respeto a los derechos humanos. A unos y otros convocamos ante la urgencia de la más firme y vigorosa solidaridad en estos momentos donde el apoyo y el reconocimiento a la justeza de sus reclamos pueden ser decisivos. Salvar a Antúnez en estos momentos de desigual batalla contra el vil opresor es tarea de todos. Cuba lo necesita. Con hombres como él, el ideario martiano en el futuro de nuestro país estará garantizado. Sólo con hombres como él.
Ernesto Díaz es Secretario General de Alpha 66