LA HABANA, Cuba. – Las plazas de director empresarial posiblemente serán difíciles de cubrir, por el temor a las 45 medidas para la recuperación de la empresa estatal socialista (EES) y las penalidades aprobadas. El personal técnico calificado y los trabajadores en general de entidades estratégicas y otras con larga tradición están renunciando debido a las malas condiciones laborales, los bajos salarios y la obsolescencia de los medios de producción, como ha ocurrido en la Empresa Eléctrica, por ejemplo.
El directivo de una EES que haya comprado moneda libremente convertible (MLC) en el mercado informal para invertir en la producción debe haber estado desesperado por cumplir el “encargo estatal”, con los trabajadores y quizás exportar para obtener divisa que permita un nuevo ciclo de producción. Él pone en evidencia la minusvalía del peso, la impunidad existente ante las restricciones gubernamentales y el abierto desempeño del mercado subterráneo, que determina las tasas de cambio, tomadas por el Gobierno como una de las referencias acerca de la inflación galopante.
Fuertes sanciones penales podrían aplicarle a esos empresarios, luego de la exposición pública realizada por el vicepremier Alejandro Gil en la reunión del Consejo de Ministros de principios de diciembre, reportada por la televisión cubana. El también titular de Economía y Planificación enfatizó que solamente el Consejo de Ministros autoriza la búsqueda de divisas.
La incógnita es por qué la empresa no tiene ese recurso esencial. Sencillamente porque los CUC (peso cubano convertible) de su cuenta bancaria se convirtieron en pesos al implantarse la Tarea Ordenamiento en enero pasado. Desde entonces la empresa cobra en pesos, y si no exporta, no recibirá MLC, por tanto no poseerá capacidad de liquidez externa para realizar importaciones, e incluso operar con otros actores internos. Anteriormente, recibía las divisas y el avituallamiento del Gobierno, según el plan establecido para el año, y podía tener el respaldo extra del presupuesto nacional. Ahora, solo excepcionalmente se otorgará auxilio según la índole de la producción y los servicios, durante un corto período. Ya se han liquidado cientos de empresas. Hasta agosto, en Cuba 488 empresas reportaron pérdidas, de las cuales el 82% era del sector agropecuario, el grupo Azcuba, el Grupo Empresarial Sideromecánico, la Industria Alimentaria, varios comercios provinciales y de subordinación a gobiernos territoriales, según informó Marino Murillo en la Asamblea Nacional.
El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel está enfatizando la necesidad de que los ejecutivos conozcan y apliquen las medidas que confieren mayor autonomía. A fines de noviembre él realizó la tercera reunión con representantes del sistema empresarial, donde Gil informó que más de 500 empresas tenían pérdidas y muchas aspiraban a recibir subsidios del presupuesto del Estado o a subir los precios artificialmente.
Los empresarios han ido al mercado informal para adquirir las MLC con el fin de comprar materias primas e insumos y recibir los servicios de mantenimiento y reparación de otros actores nacionales, que podrían ser las formas no estatales, y mantener el ciclo de reaprovisionamiento. Puede suceder que las empresas estatales carezcan de piezas de repuesto y dinero para arreglar alguna avería, pero a no ser que esto afecte producciones o servicios vitales, el Gobierno no saldrá en su auxilio. Los directivos tendrán que ajustar el plan y hasta vender a quien pague en MLC, lo que afectaría a otras empresas y los surtidos a la población. El recurso de la compra ilegal de divisas por directivos denota como estas dictan las tendencias del mercado, sin que el Gobierno las pueda frenar.
En Cuba, el cargo de director empresarial había sido muy codiciado hasta que llegaron las 45 medidas para fortalecer la empresa estatal socialista y la Tarea Ordenamiento. Las conexiones políticas y familiares resultaban esenciales. El gerente era asociado con un elevado nivel de vida, lujos, vivienda asegurada, asignación de combustible y autos por encima de la mayoría de los cubanos; y a veces con la corrupción y el desfalco, aunque no daba generalizarse.
La empresa estatal socialista es el sujeto principal de la economía nacional, según el artículo 27 de la Constitución aprobada en 2019. Mientras prevalezca su hegemonía y la profusión de resoluciones, reglamentos y restricciones no se podrá salir del período especial continuista.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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