LA HABANA, Cuba.- Tetris es un drama histórico de Hollywood que se desarrolla durante la Guerra Fría, a mediados de los años 80, el período de mayor tensión política y rivalidad ideológica entre Estados Unidos y la Unión Soviética. La trama se centra en la creación y popularización del famoso videojuego Tetris, y cómo llegó a convertirse en un fenómeno mundial.
El filme, basado en hechos reales, narra la odisea que debió atravesar Henk Rogers para conseguir los derechos de autor para la firma Nintendo, y poder comercializar Tetris a nivel mundial. El diseñador de juegos y CEO de Bulletproof quedó impresionado por lo adictivo del videojuego; de ahí que viajara a Rusia con el objetivo de conseguir los permisos para Game Boy, el exitoso dispositivo portátil de Nintendo que pronto iba a salir al mercado.
Rogers tuvo que arreglárselas para negociar con comunistas corruptos en su propio terreno, competir con empresas americanas y, además, esforzarse por desenredar la confusión alrededor de la licencia de Tetris.
En medio de la discusión, hubo un momento en el cual Rogers se entrevistó con Alexey Pajitnov, el creador de Tetris. Este le dijo que era imposible negociar con él directamente y que su vida correría peligro si se quedaba en Rusia mucho tiempo. En una escena tuvieron el siguiente diálogo:
—“Te convertiré en un millonario” —afirmó Henk.
—“Señor Rogers, no tengo derecho a recibir ganancias por mi juego” —respondió Pajitnov.
—“Eso es criminal” —dijo Henk.
—“No, es comunismo” —replicó el ruso.
La ley de derechos de autor de la Unión Soviética había creado un monopolio estatal de importación y exportación de obras protegidas por derechos de autor, y a los investigadores soviéticos no se les permitía vender sus creaciones. Aunque Tetris se había vendido por millones, el programador ruso no había recibido ni un centavo.
Varias empresas permanecían involucradas en la turbulenta disputa con Elorg, la entidad soviética que poseía los derechos en ese entonces. El propietario de Mirrorsoft, Robert Maxwell, llegó a presionar al líder de la Unión Soviética, Mikhail Gorbachev, para cancelar el contrato entre Elorg y Nintendo, pero no tuvo éxito.
En enero de 1990, la compañía Spectrum HoloByte invitó a Pajitnov al Consumer Electronics Show, donde experimentó por primera vez la vida en Estados Unidos. Estuvo en varias ciudades y se reunió con anfitriones, incluyendo a los directores de Nintendo of America.
Pajitnov quedó sorprendido por la libertad y las ventajas de la sociedad occidental, y se dio cuenta de que no había mercado en Rusia para sus programas. Al mismo tiempo, las ventas de Game Boy, junto con una versión portátil de Tetris, se dispararon, superando tres veces las previsiones de ventas.
Tras la caída del campo socialista, Pajitnov se mudó a los Estados Unidos. Allí pudo recuperar los derechos de autor sobre Tetris junto a Henk Rogers, en el año 1996. Durante ese tiempo Cuba permanecía bajo la influencia política y económica del bloque socialista liderado por la Unión Soviética; sin embargo, los cubanos no pudieron jugar Tetris masivamente. Las consolas de videojuegos únicamente se obtenían por medio de familiares en el extranjero, por lo cual solo algunos privilegiados tuvieron acceso al juego de Pajitnov.
Treinta años después, aún no se venden consolas de videojuegos en Cuba; los cubanos tienen que acudir al mercado negro para conseguirlas. En cuanto a la protección de las creaciones cubanas, los autores no cuentan con la debida garantía sobre sus obras, ni pueden crear libremente si quieren depender de entidades estatales para que supervisen sus trabajos.