MIAMI, Estados Unidos. – El Departamento de Estado de Estados Unidos respondió este martes a La Habana por sus quejas sobre la presencia de un submarino de propulsión nuclear en la Base Naval de Guantánamo y dijo que tiene derecho a desplazar activos a ese espacio.
“Como ya dijo el Pentágono, seguiremos volando, navegando y trasladando activos militares adonde nos lo permita el derecho internacional”, dijo al respecto un portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en una rueda de prensa, de acuerdo con la agencia EFE.
De esa forma, Miller contestó al Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba, que este martes más temprano denunció el ingreso de un submarino de propulsión nuclear estadounidense en la bahía de Guantánamo, donde Estados Unidos mantiene su base militar, y lo calificó de “escalada provocadora”.
“La presencia allí de un submarino nuclear en estos momentos obliga a cuestionar cuál es la razón militar del hecho en esta región pacífica del mundo, contra qué objetivo se dirige y qué propósito estratégico persigue”, publicó el MINREX.
En la misma rueda de prensa, Miller explicó que el Gobierno de Estados Unidos mantiene al régimen de la Isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo porque “no cumple todavía con los requisitos para salir” del listado.
Recientemente, Washington denunció la presencia desde 2019 de una estación china de espionaje en la Isla, algo que han negado tajantemente tanto La Habana como Beijing.
El pasado 8 de junio, el prestigioso diario The Wall Street Journal (WSJ) reveló que los gobiernos de Cuba y China habían cerrado un pacto secreto para establecer una estación de monitoreo electrónico en la Isla. La instalación tendría la capacidad de recolectar información electrónica del sureste de Estados Unidos, una región que cuenta con múltiples bases militares, así como de vigilar el tráfico marítimo.
Poco después, publicó que los gobiernos de Cuba y China estarían negociando el establecimiento de una instalación de entrenamiento militar conjunto en la Isla. De acuerdo con funcionarios estadounidenses tanto de la actual administración como de la anterior, la información de que China podría transportar tropas y realizar operaciones de seguridad a solo 160 kilómetros de la costa de Florida ha generado alarma en EE.UU.
Después de concluir un reciente viaje a Beijing, el secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, confirmó las “profundas preocupaciones” de su gobierno sobre “las actividades militares o de inteligencia de la República Popular China en Cuba”.