LA HABANA, Cuba, agosto de 2013, www.cubanet.org.- “Mientras exista la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista, para monitorear el trabajo pastoral, no podrá hablarse de libertad religiosa en Cuba”. Así declaró a Cubanet el pastor Mario Félix Lleonart, de la Iglesia Bautista de Taguayabón, en la provincia de Villa Clara.
La ausencia de una ley de cultos ofrece oportunidad a la Oficina de Asuntos Religiosos de controlar a las iglesias, conduciéndolas hacia los fines políticos del partido único. De existir una ley de cultos, las iglesias contarían con un ámbito legal de deberes y derechos. Podrían ser legalizadas todas aquellas agrupaciones religiosas que no atentan contra la sociedad en la que viven, pero cuyo mensaje de resistencia, no violenta, podría echar por tierra los pilares ideológicos de la dictadura.
El monitoreo de la Oficina de Asuntos Religiosos se traduce en un control riguroso de aquellos que han sido escogidos, o colocados, como líderes de las instituciones religiosas reconocidas legalmente, y en mantener un estrecho contacto con ellos. “Ante cualquier cuestión que ellos consideren que deban presionar a una denominación religiosa, rápidamente llamarán a ese líder. Lo coaccionan, lo chantajean, lo manipulan, según la reacción de éste”, comentó el pastor Lleonart.
“Muchos entran en franco contubernio con esta Oficina, y sobreviene un divorcio entre esos guías religiosos y el pueblo de esa denominación. Sacan provecho y negocio de todas las prebendas que le puede dar el gobierno, mientras el pueblo padece toda suerte de carencias y falta de libertades”, agregó.
El buen pastor
Lleonart es activista de derechos humanos y desde su cuenta de Twitter fue el primero en dar a conocer la golpiza policial en Santa Clara, que causó la muerte al opositor político Juan Wilfredo Soto, en el año 2011.
Todo indica que la cuenta de alrededor de 27 mil dólares, del Seminario Bautista de Santa Clara, congelada por el Estado, es utilizada como medio de coacción, entre otras razones por seguir teniendo al pastor LLeonart y a su esposa en el claustro de profesores y al Reverendo Homero Carbonell de rector. Estas figuras activas dentro de la perseguida y auténtica Sociedad Civil no son del gusto de la Oficina de Asuntos Religiosos. Por lo tanto, presionan para que salgan de esa zona de influencia.
Esta cuenta bancaria es el resultado de la generosidad de otras iglesias bautistas en los Estados Unidos, pero que no comulgan con el gobierno cubano. “Tal vez si esas iglesias que han ofrecido el donativo vinieran a decir Liberen a los 5, o le diesen al régimen lo que éste quisiera, pues entonces si mantendrían buenas relaciones, pero no es el caso”.
La Convención Bautista de Cuba Occidental, fundada en 1905, no se somete a los intereses del gobierno. La iglesia de Santa Clara, que forma parte de dicha Convención, abrió esa cuenta en el Banco Financiero Internacional (BFI), lo que supone que el dinero podía ser empleado. Hasta un día en que el gobierno declaró que, por “sanciones políticas”, sería congelada. El BFI respondió lo siguiente cuando se le preguntó por qué el dinero no era operable: “Son orientaciones del partido, de la Habana, de la Oficina de Asuntos Religiosos”.
Cuando el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) celebró su séptima Asamblea, hace pocos meses, en la Habana, el gobierno hizo el paripé de que había descongelado la cuenta del Seminario. Pero fue una farsa como comenta el pastor:
“No se ha podido sacar un solo centavo. Mandaron a decir a través del BFI que la cuenta iba a ser operable pero solo para asuntos de construcción, o sea, quieren decir a la iglesia para qué tiene que usar su dinero, y que para sacar cada centavo debía justificar si era para ladrillo o si era para cemento. Aun así, no se ha podido sacar un centavo, esperando una firma que nunca llegó”.
La Seguridad del Estado, en la persona de uno de sus agentes, le expresó en una oportunidad al pastor Lleonart que “no se le daría un tratamiento como pastor, sino como a un contrarrevolucionario”.
Otro agente le declaró durante una detención que existían muy buenas referencias sobre él en la comunidad y que le recomendaba que se concentrara en su trabajo pastoral en Taguayabón, que no tenía por qué estar yendo a Santa Clara a visitar a “esos negros”, aludiendo a los líderes opositores de la provincia que en su mayoría son de raza negra, como Guillermo Fariñas, Jorge Luis García Perez (Antúnez) y Damaris Moya Portieles.
“Este agente de la Seguridad del Estado se tomó la libertad de orientarme lo que debo hacer en mi trabajo pastoral, presentándolo como divorciado totalmente de mi realidad social. Su orientación es la misma que la de la Oficina de Asuntos Religiosos que, tal vez no con las palabras que él utilizó, pero sí con prebendas, manipulando derechos, le pide a los pastores en Cuba que estén tranquilos, que se dediquen a cantar, a orar, a dar sus sermones dentro de cuatro paredes. Que contribuyan a que el pueblo esté tranquilo, y que se enajene de esa realidad que hay afuera”, dice el pastor Lleonart.
En el año 2009, la prestigiosa revista Christianity Today, escogió para la portada de su edición del mes de julio una fotografía de Lleonart acompañada por una frase suya: “Aquí estoy, paliando el dolor de mi pueblo”.
El pasado7 de julio, el servicio religioso fue interrumpido por un hombre aquejado de desórdenes mentales. Mientras era obligado a salir de la iglesia, gritó amenazas de muerte contra el pastor. La familia del demente asiste regularmente a la iglesia y contó cómo lo recluyeron durante 12 días, pero fue devuelto a la casa sin tratamiento médico, en peor estado que como se lo llevaron y manteniendo las amenazas contra el pastor y la familia de éste.
“No es mi vida lo que más me preocupa, sino la de mi familia. Espero y confío en Dios, en que no pase absolutamente nada. Pero para mí la prueba de que la Seguridad del Estado sí está involucrada es que cuando yo di a conocer esto, que además todo el pueblo lo sabe, e incluso lo di a conocer en Twitter, las autoridades no han hecho absolutamente nada. Han dado a entender que ese asunto no les interesa.”