LA HABANA, Cuba.- Luego de casi 30 años sin exponer en Cuba, la importante artista visual, Consuelo Castañeda (La Habana, 1958) inaugurará el próximo 26 de agosto una muestra en la galería Orígenes del Teatro García Lorca, actual Alicia Alonso.
En declaraciones a CubaNet, Miriam Casanellas, directora de este espacio, informó que la expo forma parte del nuevo perfil que están asumiendo, luego de la apertura en diciembre de 2015, tras cuatro años de restauración capital: “Aprovechando todo este proceso coyuntural de las nuevas relaciones entre Cuba y Estados, quisimos plantearnos un proyecto que tratara de volver con lo que fue la generación de los 80, lo que ha representado para el arte cubano actual; visibilizando a todos esos artistas que aun tienen una obra que es sólida, una trayectoria que se puede rastrear no solo dentro de la Isla sino también fuera”.
Por lo que se observa, esta galería en su nueva condición pretende ser la institución responsabilizada de rescatar a todos aquellos descarriados, protagonistas del “Renacimiento del Arte Cubano” pero también a actores de iniciativas artísticas como A tarro partido II (Centro de Arte de 23 y 12, 1988), Proyecto Castillo de la Fuerza (1989), El objeto Esculturado (Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, 1990) todos clausurados en sus respectivos momentos por ostentar matices beligerantes, en los minutos finales de una década que ya emanaba la fetidez inherente a todas las crisis, según recoge la Antología de textos críticos: el nuevo arte cubano.
No es extrañar entonces que luego de haberse celebrado tres exposiciones colectivas ―la primera dedicada a los Premios Nacionales de las Artes Plásticas; la segunda titulada Orígenes que agrupó a artistas como Glexis Novoa, José Ángel Toirac entre otros; y la tercera que incluyó solo a creadores de los noventa: Ibrahim Miranda, Belkys Ayón y Sandra Ramos―, sea Consuelo Castañeda, uno de los iconos de esa desarraigada promoción ochentiana, la que inaugure con una atípica retrospectiva, algo personal en este espacio.
Atípica, porque así mismo la concibe su autora: “¿Cómo recuperar todo mi trabajo tan disperso en distintas colecciones privadas y colectivas? Es muy difícil. Por eso, afrontando esa realidad, ya desde el 2011, cuando hago la retrospectiva For Rent en Americas Society, Nueva York, recurro a las impresiones y hago un wallpaper donde paso una cronología de 83 piezas. Ahora en Cuba vuelvo asumir esta experiencia que tanto gustó, pero rompo un poco la cronología dado la estructura misma de la galería que me fuerza a diseñar. Entonces me dije: esta vez no voy a presentar la obra por fechas sino por relaciones y así creo que es más interesante porque te encuentras constantes”.
Pero tras más de 10 años sin poder visitar la isla, ¿cuáles serían las expectativas de una mujer sabia como Consuelo con una exposición como esta? “Yo casi no tengo ninguna; pero lo bueno es que cuando uno no tiene expectativas todo lo que acontece te sorprende y por eso generalmente he tratado de eliminarlas. Yo lo único que trato es que lo concebido salga lo más decente posible y para ello trabajo con respeto. No obstante, aunque no tengo expectativas, sí tengo objetivos. Uno de ellos es ver mis obras, ayudar a mejorarlas, a restaurarlas un poco para que vivan 50 año más. Localizarlas, fotografiarlas. Aunque lo haga ahora con dos o tres piezas solamente, segura estoy que luego me van a aparecer gentes que guardan alguna más; y con el tiempo quiero pasar a otra fase, crear un catálogo razonado”.
Pero lo que más le interesa a Consuelo es la creación de bibliotecas virtuales, intercambiar con el público ideas, imágenes, una base de datos de interés. Filosofía, teoría del arte, películas, documentales, todo eso estará a disposición de los asistentes durante los dos meses que se extiende la muestra, amén de las dificultades que ha tenido para entrar a la Isla recursos como computadoras.
CCC 2016 reúne un buen grupo de preocupaciones estéticas. A través de este título Castañeda no sólo alude a la obra gráfica La disolución del yo incluida en la muestra donde un sello de copyright que refleja sus iniciales (CCC) se va disipando. Tampoco pretende sólo jugar con la representación de su identidad ―Consuelo Castañeda Castellanos―. Para ella es la oportunidad de manifestar su afición por la información creando o por lo menos tratando de forjar un Centro Cultural Cibernético (CCC).
Quizás resulte simpático escuchar una historia como esas aquí en Cuba, con la ausencia de conectividad, el pobre desarrollo tecnológico, y por demás las limitantes que establecen las regulaciones aduanales con respecto a la entrada de equipos para esta índole, pero es que por ese mismo motivo un espacio como éste resultaría de sumo provecho para los que tengan la posibilidad de empaparse en él.
Para experimentar la obra de esta artista desconocida en Cuba haría falta más de una exposición. Pero quizás este primer encuentro, unido a esa postura suya vinculada a la alternatividad, favorezca una develación futura de todo aquello que nos hemos perdido.