(Alejandro Ríos) – Olga Tañón acaba de anunciar su apoliticismo en Cuba, donde filmó el video de una canción y prometió presentarse gratis para el necesitado público de la isla. Dijo que las carencias resultaban obvias, atribuibles al embargo, y aprovechó la ocasión para retratarse con un policía en la calle quien, probablemente, el pasado domingo reprimiera a las Damas de Blanco durante su caminata semanal en apoyo a los presos políticos.
Mientras tanto, los artistas de un circuito superior al de la boricua se mantienen expectantes y escépticos con el inexplorado escenario cubano que, sin duda, pudiera resultar atractivo por haber sido vedado durante tantos años.
Vale la pena recordar el éxito de Oscar de León en los años ochenta, luego criticado por representantes de las dos orillas discrepantes. Para Silvio Rodríguez, el sonero venezolano resultaba intolerable porque se excedía en sus atributos histriónicos.
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