MIAMI, Estados Unidos. – Daniel I. Pedreira acaba de ser electo presidente del PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio, del que había sido secretario desde 2021, bajo la presidencia del crítico Luis de la Paz. Anteriormente, bajo la presidencia de José Antonio Albertini, había encabezado el Comité de Escritores en Prisión, clave en un panorama como el que vive la Isla.
Pedreira no solo se convierte en el presidente más joven en la historia de la organización, sino también en el primero nacido en el exilio. En la ciudad de Miami, donde reside, es un habitual colaborador del Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo, y vicepresidente del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa, que monitorea las violaciones de derechos humanos contra comunicadores y ciudadanos en la Isla.
Hijo de padres exiliados, Pedreira alterna su activismo con su trabajo como profesor del Departamento de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de Florida, donde completó un doctorado en Ciencias Políticas y una de sus dos maestrías.
Además, se ha dedicado a la investigación y estudio de la política cubana durante la era republicana. De ese interés han nacido títulos como El último constituyente, sobre el desarrollo político de Emilio “Millo” Ochoa (Aduana Vieja, 2013), la biografía An Instrument of Peace: the full-circled life of Ambassador Guillermo Belt Ramírez (Lexington Books, 2019), y PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio: Fundación, lucha y presente (2019).
―El PEN Club con sede en Miami se remonta a finales del siglo pasado. ¿Cómo surgió?
―El PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio es heredero del PEN Club de Cuba nacido en La Habana en 1945.
El que ahora presido fue fundado en 1997 gracias a la visión de un grupo de escritores cubanos exiliados, entre los que figuraban Octavio Costa (último presidente del PEN Club de Cuba), Ángel Cuadra, Armando de Armas, Indamiro Restano y Reinaldo Bragado Bretaña.
Este centro PEN fue incorporado oficialmente a la red de PEN Internacional en su 64 Congreso celebrado ese año en Edimburgo, Escocia. Su primer presidente fue Ángel Cuadra. Luego vinieron Armando Álvarez Bravo, Eduardo Lolo, José Antonio Albertini y Luis de la Paz.
―En tu caso particular, ¿desde cuándo te uniste al PEN? ¿Qué te hizo apuntar a sus filas?
―Me uní al PEN en 2017 porque, para esa época, ya tenía un libro publicado, el cual era uno de los requisitos de membresía.
Además, siempre admiré la labor del PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio, en particular la trayectoria de su presidente en aquel entonces, Ángel Cuadra.
―¿Cuántos miembros tiene la organización y qué espacios habituales promueve en la ciudad de Miami?
―Nuestro PEN tiene casi 60 miembros. Habitualmente celebramos nuestros eventos en bibliotecas públicas, como la Biblioteca Regional de Westchester y la Biblioteca de Coral Gables. Históricamente también celebrábamos eventos en el Koubek Center y en la Casa Bacardí, ambos pertenecientes antes a la Universidad de Miami.
―Como presidente recién electo, ¿cuáles son tus principales proyecciones a lo interno del PEN?
―Como presidente, busco incrementar la membresía de la organización y darla a conocer más ampliamente dentro y fuera de Miami.
También me interesa mucho promover la escritura y la lectura para las generaciones más jóvenes. Al mismo tiempo, trabajaré para mantener la visión de los fundadores de nuestro PEN.
―¿Es el PEN Internacional una entidad desde la que han podido influir para visibilizar la verdad bajo el socialismo en Cuba?
―Lo hemos logrado. Desde hace décadas, el PEN Internacional se ha solidarizado con los escritores cubanos en prisión y perseguidos en Cuba y alrededor del mundo.
En distintos momentos, diferentes centros PEN adoptaron a escritores cubanos en prisión. Así ha sido para Ernesto Díaz Rodríguez, Ángel Cuadra y Armando Valladares y, más recientemente, el narrador Ángel Santiesteban Prats, la presa del 11 de julio de 2021 María Cristina Garrido y el periodista independiente católico Roberto de Jesús Quiñones Haces.
En el Congreso Anual del PEN Internacional celebrado de forma virtual en 2022, el PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio, apoyado por los Centros PEN de San Miguel de Allende y Paraguay, logró la aprobación de una resolución mediante la cual la organización denunciaba la represión contra los manifestantes del 11 de julio de 2021 y los decretos implantados por la dictadura cubana que restringen la libertad de expresión.
―Se ha dicho que Miami es una suerte de “cementerio de artistas” para los cubanos que emigran. Desde tu perspectiva, ¿es esa la realidad?
―Miami no es un cementerio de artistas, sino un gran escenario para quienes sufrieron la represión a la libertad de expresión en Cuba.
Desde 1959, Miami ha sido un taller de trabajo para un sinfín de escritores, actores, músicos, pintores, fotógrafos, escultores y otros artistas. Aunque muchos nos han dejado, quedan sus obras como legado a la perseverancia y la creatividad del pueblo cubano en el exilio.
Estas obras también forman parte del ambiente artístico de Miami, pero desafortunadamente tienden a ser ignoradas por muchos. Es la responsabilidad del PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio y de las demás organizaciones culturales del exilio promover el arte cubano ―en todas sus formas― en Miami y en todo sitio donde se creen estas obras.
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