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FAO pronostica menos alimentos en Cuba en 2023

Cuba, FAO

CDMX, Cuba. – En su primer boletín de 2023 sobre Cuba, el Sistema Mundial de Información y Alertas sobre la Alimentación y la Agricultura (GIEWS, por sus siglas en inglés), perteneciente al Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), prevé que el acceso a alimentos será aún más difícil en la Isla.

Según el informe, la disponibilidad de comida en los mercados locales ha ido disminuyendo desde 2019, debido a los bajos niveles de producción nacional e importaciones. Se trata de una tendencia que seguirá en 2023, según dictan los pronósticos y muestran las recurrentes denuncias ciudadanas

Menos arroz en Cuba

El boletín señala que la primera siembra de arroz del año 2023, que representa la tercera parte del total cosechado anualmente, volverá a ser menor que lo requerido. La FAO pronostica que la superficie sembrada disminuya por cuarto año consecutivo y permanezca en niveles inferiores a la media debido a la persistente falta de insumos agrícolas.

Pinar del Río, una de las cuatro provincias que más produce el grano, tendrá un nivel bajo de siembra de este producto. Esto se debe a que el sistema de riego sufrió daños por el paso del huracán Ian y todavía no ha sido reparado en su totalidad. 

Cuba, FAO
En 2022 la producción de arroz tuvo 16 toneladas menos, lo que representó una caída del 7% (Captura de pantalla/FAO)

Además de estas fallas en el sistema de riego, el informe señala que la falta de fertilizantes químicos llevó a que los agricultores tuvieran que utilizar biofertilizantes que no dieron los mismos resultados. Afortunadamente, según la FAO, las pocas lluvias del último trimestre del año 2022 no afectaron las condiciones de germinación de los cultivos de arroz. De lo contrario, la situación sería aún peor.

A pesar de ello, el organismo de Naciones Unidas sí advierte que de “febrero a marzo, se prevén condiciones meteorológicas secas en la parte occidental del país, que probablemente limiten el potencial de rendimiento”.

Al igual que el arroz, la siembra de maíz en 2023 volverá a ser menor que el promedio que se planta en Cuba. 

Menos importación de cereales 

El boletín del GIEWS señala que este año Cuba importará un nivel de cereales inferior a la media (1,6 millones de toneladas). Entre los factores que inciden en tal disminución están “el descenso de la población desde 2019 y la baja producción ganadera”. En el caso de la ganadería es una constante desde el inicio del castrismo. La otra variable que apunta la FAO está relacionada con la actual ola migratoria. Desde 2019, los cubanos no han dejado de emigrar de forma legal e ilegal, rompiendo récords históricos

Importación de cereales en Cuba (Captura de pantalla/FAO)

Además de estos factores, aunque el Gobierno de Cuba quisiera exportar no cuenta con el dinero necesario. Según el boletín, las importaciones de cereales en la campaña 2021/2022 se situaron muy por debajo de la media, ya que los elevados precios internacionales de los cereales “limitaron la capacidad de importación del país”. 

¿Por qué tendremos menos alimentos?

La capacidad del país para importar productos alimenticios y combustibles esenciales se vio limitada por el alto nivel de los precios internacionales, con efectos agravantes sobre el suministro interno, según explica GIEWS.

La crisis económica e inflación  agudizadas con la unificación de la moneda también son parte de los factores que están afectando el acceso a alimentos.

Tras la unificación monetaria en enero de 2021, que supuso la devaluación de la moneda del país en un 96%, la inflación se disparó. Las tasas anuales de inflación de los alimentos se estimaron oficialmente en un 114% en 2021 y en un 63% en noviembre de 2022. Los elevados precios de los alimentos han erosionado gravemente el poder adquisitivo de los cubanos y ha hecho aún más difícil el acceso a ellos.




La FAO debe dejar de mentir sobre la “seguridad alimentaria” en Cuba

Seguridad alimentaria, Cuba, FAO

CDMX, México. – En el año 2013, el director general de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por siglas en inglés), José Graziano da Silva, dijo: “Cuba tiene hoy una situación de seguridad alimentaria comparable con aquella de países desarrollados, con un índice de subnutrición de menos del 5% de la población”. 

Cinco años después Marcelo Resende, representante en Cuba de la FAO, declaró: “Cuba demostró su vocación por el desarrollo de la producción alimentaria con la democratización de las tierras a través de la Reforma Agraria, cuya primera ley al respecto se firmó el 17 de mayo de 1959”. El funcionario agregó que “desde los primeros años posteriores a 1959, el país comenzó a promover la agricultura como sector fundamental para producir alimentos destinados a la población”. Finalmente sentenció: “El hambre en Cuba no es un problema”.

Frei Betto, asesor para los temas nutricionales de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y del Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional del régimen cubano (SAN), afirmó en diciembre de 2021: “En Cuba no hay hambre. ¡Pero los cubanos tienen mucho apetito! El Gobierno gasta más de 2 000 millones de dólares al año para importar alimentos, incluso de Brasil, al que le compra, entre otras cosas, arroz y pollo…”, señaló. Sus declaraciones provocaron una ola de indignación en las redes sociales.

Para este “experto” en nutrición, los cubanos deben comer las cáscaras de las legumbres y cambiar la harina de trigo por la harina de yuca, utilizada por nuestros ancestros para elaborar el casabe. Esta solución, irrespetuosa para la ciudadanía, deja al margen el acceso y la calidad de los alimentos, indicador del derecho a la alimentación de la ONU.

La superficialidad y falsedad de los tres funcionarios sobre el derecho a la alimentación en Cuba no puede ser explicada más que como un respaldo ideológico al régimen cubano, un fraude a los ciudadanos cubanos y a la comunidad internacional. 

Los datos

Según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI), menos de la mitad de la tierra cultivable en Cuba se dedica a los cultivos temporales o permanentes. Casi un millón de hectáreas de tierras fértiles continúan ociosas, y el 45% de la tierra cultivable se dedica al pastoreo del ganado. Frente a estos datos de 2018, la ciudadanía se pregunta: ¿por qué no hay alimentos? Y en especial: ¿por qué escasean las carnes vacuna y porcina? 

En abril de 2021 el viceprimer ministro de Cuba, Jorge Luis Tapia Fonseca, dijo en el espacio “Mesa Redonda” de la Televisión Cubana que en la Isla se cultivaba menos de la mitad de las tierras agrícolas disponibles. Precisó que el país disponía “de más de 10 millones de hectáreas de tierras” y que, “de ellas, más de 6 millones son tierras cultivables (58%), pero solo poco más de 3 millones están cultivadas”.

En un estudio realizado en 2004 por expertos uruguayos y cubanos sobre la producción de carne se llegó a la conclusión, comparando las producciones de ganado de Uruguay y Chile, de que serían necesarias granjas pequeñas de ganado vacuno, bajo las reglas de la economía de mercado. El estudio mostraba los decrecimientos de la masa ganadera cubana, y una proyección para el año 2009 de algo más de 3 millones de cabezas de ganado vacuno. Es decir, la mitad de lo que tenía Cuba en 1958.

El diagnóstico y las soluciones

La libreta de racionamiento ha ocultado la inseguridad alimentaria en Cuba. La canasta básica más pobre de América Latina demuestra que los ciudadanos subsidiados no alcanzan a obtener, per cápita, las kilocalorías diarias imprescindibles. En Cuba existe una inseguridad alimentaria de moderada a grave, cuando los ciudadanos no pueden comer tres veces al día. Comparando las canastas básicas de México, Ecuador, Argentina, Colombia y Perú, el número de productos es mucho menor en el caso de Cuba, y la cantidad asignada por persona también lo es. O sea, Cuba solo subsidia 19 productos, y las proteínas ―carnes, pescado, huevos, legumbres―, verduras, frutas y lácteos, están muy por debajo de las cantidades establecidas en las canastas básicas de los otros países.

El quinto informe del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (2022), que cubre 14 de las 15 provincias del territorio nacional, señala que el 59% de los entrevistados dejó de desayunar, almorzar o cenar este año por ausencia de recursos monetarios, o por déficit de alimentos.

Desde hace décadas las políticas públicas con relación a la agricultura y la producción de ganado siguen siendo erráticas por la falta de definición de la propiedad y sus derechos; la dependencia estatal para adquirir los capitales y los insumos necesarios en la producción; la obligatoriedad para los campesinos de asociarse a cooperativas o empresas estatales con el fin de realizar todas las gestiones relacionadas con la adquisición de insumos, implementos de trabajo y créditos; además de las prohibiciones a los productores para importar y exportar de manera directa. 

Los campesinos cubanos deben pagar seis tipos de impuestos y no cuentan con mercados mayoristas donde comprar insumos y aperos para la producción agraria. Los microcréditos son escasos e insuficientes para cubrir el costo de los implementos agrícolas. El monopolio estatal Acopio, encargado de recoger la producción en los campos, deja pudrir las cosechas por falta de envases, camiones o combustible. La obligación de entregar el 75% de las producciones al Estado, a precios por debajo del mercado, estanca la producción y mantiene la “angustia alimentaria”. 

Por otra parte, muchas veces los pagos estatales a los campesinos demoran varios meses, impidiéndoles empezar un nuevo ciclo de cosecha. El monopolio del comercio interior para la distribución de alimentos mantiene desabastecidos los mercados de productos de primera necesidad, y las nuevas mypimes (micro, pequeñas y medianas empresas) mantienen esta cadena de intermediarios estatales obligatorios entre el productor y el consumidor.

En 2018 el profesor Carmelo Mesa Lago propuso las siguientes medidas para lograr la seguridad alimentaria en el país: 1) aumentar el tamaño de la parcela y extender el período del contrato de usufructo de 20 a 50 años o por tiempo indefinido; 2) crear mercados mayoristas en todo el país que suministren a los usufructuarios y dueños de tierra insumos esenciales a precios razonables, acciones que serían compensadas con un aumento en la producción y precios más bajos; 3) eliminar el monopolio Acopio y dejar a los usufructuarios que decidan qué producir, a quien vender y fijar los precios, sin intervención estatal; 4) promover cooperativas voluntarias y autónomas que comercialicen los productos generados por los usufructuarios y dueños de tierra, a fin de reemplazar a los mediadores estatales o privados que pagan precios bajos a los productores y encarecen los precios a los consumidores; 5) entrenar a los usufructuarios ya sea por el gobierno, las ONG u otras entidades; 6) no limitar la inversión del usufructuario en la parcela, garantizarla en caso de no renovación o extinción del contrato, y permitir la inversión extranjera sujeta a la regulación legal adecuada; 7) aumentar el microcrédito a la agricultura, preferiblemente por un banco especializado en esta actividad; 8) permitir la libre contratación de empleados, regulando sus condiciones de trabajo; 9) unificar los cinco impuestos existentes (venta, mano de obra, valor de la tierra, ingresos y tierra ociosas), preferiblemente en uno sobre la venta y con una tasa apropiada que no desincentive a la producción; 10) disminuir el impuesto de seguridad social para los cooperativistas, cinco veces superior al de los empleados estatales; 11) establecer procedimientos fáciles y rápidos para solicitar el usufructo, la inversión, etc. 

Pese a estas sugerencias, los funcionarios de la FAO siguen apostando por un Plan Alimentario Nacional que mantiene los mismos impedimentos estatales para la propiedad privada, la producción y el comercio libres, con todos los intermediarios y controles estatales que han obstaculizado hasta hoy la producción de alimentos. 

El problema no es el embargo estadounidense, sino la ausencia de libertad económica para los productores. Los funcionarios de la FAO deben ser menos “compañeros ideológicos” y mejores profesionales, si en realidad están interesados en la “seguridad alimentaria” de Cuba.

ARTÍCULO DE OPINIÓN
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ONU: situación de seguridad alimentaria en Venezuela empeorará en 2020

Venezuela seguridad alimentaria
Voluntarios preparando sopa gratis para vecinos durante una campaña de atención médica gratuita para pobres en La Guaira, Venezuela (archivo)

MIAMI, Estados Unidos.- De acuerdo al más reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), la situación de seguridad alimentaria en Venezuela empeorará este año, publicó este sábado Infobae.

La FAO aseguró que la producción de cereales “se pronostica muy por debajo” del nivel que tenía antes de la crisis desatada por el coronavirus en la nación sudamericana.

“Los cultivos están a punto de finalizar y las perspectivas de producción son desfavorables debido a la reducción considerable de las plantaciones y los bajos rendimientos esperados. La escasez de insumos agrícolas y combustible afectó significativamente los rendimientos, que se vieron exacerbados por la disminución de las precipitaciones en el período de febrero a abril en las principales zonas productoras del centro-oeste”, dijo la FAO en su informe, citado por Infobae.

El texto asegura que en Venezuela “las necesidades de importación de cereales en la campaña comercial 2019/20 (julio/junio) disminuyeron por cuarto año consecutivo, lo que refleja los altos niveles de emigración desde 2015 y, por lo tanto, las menores necesidades de consumo interno”.

Por su parte, la capacidad de importación venezolana también se ha deteriorado debido a la continua depreciación de la moneda local (bolívar) frente al dólar estadounidense, y al nivel cada vez menor de las reservas de divisas, después de la disminución de los ingresos petroleros y la imposición de sanciones internacionales en agosto de 2017.

De acuerdo a Infobae, el organismo dependiente de la Organización de Naciones Unidos (ONU), afirmó que alrededor de 9.3 millones de venezolanos (un tercio de la población) padecen de inseguridad alimentaria y necesitan asistencia, y de ellos 2.3 millones (8 % de la población) fueron clasificados como “inseguridad alimentaria severa”.

La FAO se refirió en su informe, reza la nota de Infobae, a que, a principios de mayo de 2020, unos 5.1 millones de venezolanos (17 % de la población total) abandonaron el país debido a la alta prevalencia de inseguridad alimentaria. “Se estima que más de la mitad del total de venezolanos alojados en Colombia y Ecuador (alrededor de 1.2 millones) padecen inseguridad alimentaria aguda y necesitan asistencia”, dijo la FAO.

“En medio de la pandemia COVID-19, alrededor de 68 000 migrantes venezolanos regresaron al país a partir del 28 de mayo de 2020”, lo que, según la FAO, fortalezca probablemente “la demanda interna de alimentos y ejerza presión sobre los recursos ya limitados del país, aumentando el número de personas que necesitan asistencia alimentaria”.

“Se espera que la situación de seguridad alimentaria empeore en 2020, ya que es probable que la producción de cereales disminuya y que los requisitos de importación no se cumplan por completo. El desplome de los precios del petróleo en medio del brote de COVID-19 ha reducido los ingresos de exportación, empeorando la capacidad del país para comprar importaciones. Además, se espera que las limitaciones logísticas debidas a los efectos de la pandemia COVID-19 tengan un impacto negativo en el acceso a los alimentos de las comunidades urbanas y periurbanas”, sentenció la organización.

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“La FAO será cómplice de la hambruna en Cuba”

Marcelo Resende (globalresearch.ca)

MIAMI, Florida.- La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba ha enviado una carta al representante en Cuba de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Marcelo Resende, tildándolo de “cómplice de la hambruna en Cuba”.

En la misiva, la organización de derechos humanos establecida en 1992 para promover una transición no violenta hacia la democracia critica a Resende por celebrar al gobierno de La Habana por sus métodos en la producción de alimentos.

CubaNet reproduce a continuación el texto íntegro de la carta:

Señor Marcelo Resende:

Resultan sorprendentes las afirmaciones que viene haciendo desde su nombramiento como representante de la FAO en Cuba. Usted ha venido deshaciéndose en elogios a los métodos de producción alimentaria del gobierno cubano en medios de la propaganda oficial en la isla. Así se ha hecho parte de la actual ofensiva de manipulación mediática que responde con propaganda, no con productos, al acelerado desabasto de alimentos.

Con poco sentido de su responsabilidad profesional y gran despliegue de servilismo hacia la dictadura cubana, usted ha pretendido ayudar al Departamento Ideológico del Partido Comunista de Cuba a persuadir a los cubanos de que, en la actual coyuntura, ellos están en mejor situación que el resto del mundo. Permítanos informarle que pocos ven o leen ya esa propaganda en Cuba. Nadie puede creer en ella cuando va en busca en alimentos y no los encuentra. Los cubanos no son idiotas, Sr. Resende. Usted tampoco. Sabe perfectamente que ha mentido.

Usted ha afirmado, entre otras cosas, que “Cuba demostró su vocación por el desarrollo de la producción alimentaria con la democratización de las tierras a través de la Reforma Agraria, cuya primera ley al respecto se firmó el 17 de mayo de 1959”. También, que “ha demostrado su voluntad política con numerosos programa sociales y agrícolas para la eliminación del hambre”.

Desde hace cuatro décadas, las políticas públicas agropecuarias han liquidado el potencial de producción nacional. Hoy se importan –cuando hay divisas para hacerlo– el 80% de los alimentos a un país con un clima capaz de tener varias cosechas al año. La causa de que no haya papas, boniatos, vegetales es el bloqueo nacional del estado cubano a la iniciativa ciudadana. No es el embargo.

Las causas siguen siendo la precariedad de la propiedad sobre la tierra, dada en usufructo temporal y siempre reversible, la dependencia estatal para adquirir capital e insumos necesarios a la producción, la obligatoriedad de los campesinos a asociarse a pseudo-cooperativas o empresas estatales para hacer todas las gestiones, las prohibiciones a importar y exportar de manera directa y a asociarse con capital de la diáspora o extranjero.

Si su propósito es ayudar a Cuba y no beneficiar la propaganda del gobierno cubano entonces considere la responsabilidad que tiene la FAO, organización que usted representa, con promover cambios del régimen de producción y comercialización agrícola.

Lo que necesitamos los cubanos es una transformación del sistema de producción agrícola basada en la propiedad privada y la libertad empresarial que sea al menos similar a la que puso fin la hambruna vietnamita y convirtió a ese país, en muy breve tiempo, en exportador de alimentos. En dos palabras: se necesita poner fin al monopolio del estado y al bloqueo nacional al desarrollo del sector privado de producción agropecuaria y su comercialización.

Lo que no necesita Cuba, Sr. Resende, son funcionarios internacionales que vengan a ensalzar la inexistente voluntad política del gobierno cubano en el combate contra la pobreza y el hambre en Cuba. El gobierno cubano le hace la guerra a la prosperidad, no a la pobreza. Usted lo sabe y se hace cómplice consciente de ese crimen a la seguridad alimentaria del pueblo cubano con sus declaraciones.

Es muy lamentable que alguien que representa a la FAO, ensalce un sistema que ha destruido la producción y productividad agrícola del país desde su implantación hace casi seis décadas.

¡Vergüenza ajena Sr. Resende!




Gobierno cubano vuelve a enviar alimentos y medicinas a Nicaragua

Sacos del Programa Mundial de Alimentos son descargados por estibadores cubanos (carlosagaton.wordpress.com)

MANAGUA.- Nicaragua recibió un segundo donativo de alimentos enviados por Cuba para los damnificados por la tormenta Nate, informó hoy el Gobierno local.

Además de alimentos, el Gobierno de Cuba envió medicinas para los damnificados, señaló la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, un una alocución.

La donación fue recibida en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, en Managua, por la codirectora del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), Xochitl Cortez, y el embajador de Cuba en Nicaragua, Juan Carlos Hernández, dijo Murillo.

“Nuestro profundo agradecimiento al Presidente Raúl (Castro), al canciller Bruno (Rodríguez), al embajador Juan Carlos y al pueblo y gobierno hermano”, resaltó la también primera dama nicaragüense.

Un primer cargamento había sido enviado desde Cuba a Nicaragua el 20 de octubre pasado.

La tormenta Nate, que impactó el Caribe de Nicaragua el 5 de octubre, dejó al menos 16 muertos, un desaparecido, 29.110 personas afectadas y 5.953 viviendas dañadas en 73 de los 153 municipios del país.

Nate también provocó cuantiosos daños en infraestructura, en el suministro del fluido eléctrico y en el servicio de agua potable.

Nicaragua y Cuba mantienen estrechas relaciones diplomáticas, sus Gobiernos son aliados cercanos en los foros internacionales, y actualmente integran la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (Alba), la iniciativa venezolana Petrocaribe, y del Foro de Sao Paulo.

(ACAN-EFE)




La FAO financiará dos nuevos proyectos de asistencia técnica en Cuba

Ganadero cubano (martinoticias.com)
Ganadero cubano (martinoticias.com)

LA HABANA, Cuba.- La FAO financiará con 742 000 dólares dos programas de asistencia técnica en Cuba que apoyarán la transferencia de tecnología en agricultura, seguridad alimentaria, nutrición y gestión sostenible de los recursos naturales a centros de investigación y productores, informaron hoy medios locales.

Los proyectos fueron firmados este martes en La Habana por el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en la isla, Theodor Friedrich, y el director de Organismos Económicos Internacionales del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, William Díaz.

Uno de los proyectos, destinado a mejorar la capacidad técnico-productiva de los sistemas familiares de leche y carne bovina, se extenderá hasta enero del 2018 y contará con una financiación de 372 000 dólares, detalló un reporte de la agencia Prensa Latina.

El otro, “Intensificación sostenible de granos básicos biofortificados y adaptados al cambio climático”, está dotado de un presupuesto de 370 000 dólares y se dedicará a capacitar actores clave en esa actividad, perfeccionar el programa nacional de mejoramiento genético y producción de semillas de granos.

El objetivo de estos programas es “optimizar” procesos de producción agrícola desde la perspectiva de la intensificación sostenible en la obtención de carne, leche y granos, con técnicas y prácticas que respetan y promueven los ecosistemas naturales a la vez que se obtienen mayores rendimientos a largo plazo. (EFE)




Miopía en convención de la FAO en Cuba

PUERTO PADRE, Cuba, mayo,  173.203.82.38 – “La agricultura tiene que ser rentable. Es preciso que los pequeños productores puedan costearse los insumos y tengan la seguridad de que obtendrán precios razonables por sus cultivos”.

La perogrullada la dijo el lunes pasado el doctor Gavin Lindsay Wall, director de la División de Agroindustria e Infraestructura Rural y director de la División de Protección y Producción de Plantas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) durante la inauguración de la IV Convención Trópico 2012 que sesionará hasta hoy, viernes 18 de mayo, en el Palacio de las Convenciones en La Habana.

¿Esta gente no tendría otro lugar donde reunirse?

Lo pregunto por una sencillísima razón de simetría. Según el doctor Wall, se puede aprender mucho de Cuba, un país que ha logrado desarrollar “un programa agrícola urbano y periurbano con un enfoque de ahorrar para crecer, pese a que el 75 por ciento del total de su población reside en zonas urbanas”

Doctor Wall: ¿ahorrar para crecer quiénes? La exhortación que usted hizo desde La Habana a los agricultores del mundo la reseñó en su edición del martes 15 de mayo el periódico Juventud Rebelde en su página 5 bajo el título “Ahorrar para crecer”.

Pues bien, doctor, dé vuelta a la página y retorne a la número 2. En la columna “Acuse de recibo” lea “La disolución de un fracaso”.

Decía usted en el Palacio de Convenciones que de Cuba se puede aprender mucho, ¿no?… Y decía que los pequeños productores deben tener la seguridad de que obtendrán precios razonables por sus cultivos, ¿no?

Entonces, díganos Dr. Gavin Lindsay, ¿qué le parece el caso del campesino Julio González, quien entregó el año pasado 288 quintales de frijoles y hasta el momento en que se publica este artículo el pago de su cosecha brillaba por su ausencia?

¿Sabía doctor que tomaduras de pelo como las del campesino de marras se dan en Cuba por decenas de miles?

Eufemísticamente las llaman “impagos”. Dejan de pagar, o pagan cuando mejor les conviene y no cuando le urge la plata al agricultor, desde leche hasta los frijoles denunciados.

Siempre existe una causa para justificar el “te pago cuando tenga dinero y no cuando tú lo necesites”.

La falta de credibilidad es fatal en el pago a los agricultores y ha llegado hasta el mismísimo Consejo de Estado no una, sino en reiteradas ocasiones a través de los años. Hoy día las decisiones tomadas para retribuir con puntualidad y en proporción a los bienes creados por los campesinos funcionan cuales costuras en tela podrida.

El mal de trasfondo político, más que económico, data del 3 de octubre de 1963, cuando para privar a sus opositores de recursos económicos, y de paso eliminar una clase cívicamente activa, el Gobierno promulgó la segunda Ley de Reforma Agraria, permitiendo solo pequeñas propiedades agrícolas de hasta cinco caballerías.

Antes había dictado la Ley número 1015 del 12 de marzo de1962 racionando el consumo de artículos corrientes; la ley número 1035 del 22 de junio de 1962 que sancionaba hasta con 180 días de cárcel a los comerciantes llamados “acaparadores de productos agrícolas”; también la ley número 1076 del 4 de diciembre de 1962, nacionalizando los comercios dedicados a la venta de ropas, calzado y ferretería; la resolución número 329 del 1ro de octubre de 1962 con prohibiciones expresas sobre la matanza de reses.

En marzo de 1968, el gobierno de Fidel Castro expropió hasta los cajones de los limpiabotas en la llamada “ofensiva revolucionaria”, dando por sentado que no solo se trataba de nacionalizar las grandes empresas extranjeras, sino  hasta el menor vestigio de iniciativa privada, aunque hoy -con el pretendido trabajo por “cuenta propia”, “sindicalizado” oficialmente- pretende dar la imagen de restaurar la pequeña empresa privada en Cuba.

Dr.Gavin, decía usted en el Palacio de Convenciones de la Habana: “En muchos países se necesitan reglamentos para proteger a los agricultores frente a comerciantes son escrúpulos que venden semillas y otros insumos de mala calidad”.

Pues bien, doctor, en Cuba solo existe un comerciante con el monopolio absoluto para la venta de semillas y otros insumos a los agricultores: el Estado.

Una onza de semillas de calabaza le costará 8.45 pesos y una de pepinos 20 pesos. Por una libra de semillas de melón deberá desembolsar 142 pesos y por una de lechuga 170 pesos.

Por una pequeña regadera plástica deberá pagar 100 pesos y 70 por un azadón que, aunque dice ser de la muy afamada marca española Bellota, su rusticidad hace pensar que hay gato encerrado.

Doctor, sería bueno que usted y los restantes delegados extranjeros de los 12 países asistentes a la IV Convención Trópico 2012 se dieran un paseo por estos comercios y también, por qué no, campo adentro.

Como usted mismo pudo constatar, poco más del 75 por ciento de los cubanos vive en las ciudades. La población cubana es de 11, 240, 841habitantes. De ellos, 8,430,630 viven en las zonas urbanas y solo 2,810, 211 en las zonas rurales.

Tal vez usted no sabe Dr. Wall que de esos últimos solo un seis por ciento reside en las montañas, donde se cultiva el café. Esto le explicará por qué los cubanos, tan dados a esa infusión, en lugar de tomar café debemos beber una mezcla explosiva de chícharos tostados con algunos granos de café, porque de ningún modo esos168, 613 montañeses mal vestidos, mal alimentados y con antiguas herramientas pueden producir café para vender en moneda libremente convertible y, además, para el consumo de 11 millones de almas.

Doctor Gavin Lindsay Wall, con todo el respeto que usted merece, las Naciones Unidas y particularmente la FAO pueden sacar una gran experiencia del régimen que gobierna en Cuba desde hace ya más de medio siglo, pero no es mediante la apología del crimen, sino mediante su condena.

Y solo quienes no quieran ver, no se percatarán del crimen de lesa humanidad que constituye haber destruido la riqueza agropecuaria de la nación cubana.




Otra película de monstruos

Clarias, posibles protagonistas de la próxima película sobre Aliens. Fueron capturadas en el río Almendares, de La Habana. Por suerte los cazadores les cayeron en pandilla, y no había niños cerca.

Clarias, posibles protagonistas de la próxima película sobre Aliens.  Fueron capturadas en el río Almendares, de La Habana. Por suerte los cazadores les cayeron en pandilla, y no había niños cerca.
Clarias, posibles protagonistas de la próxima película sobre Aliens. Fueron capturadas en el río Almendares, de La Habana. Por suerte los cazadores les cayeron en pandilla, y no había niños cerca.

LA HABANA, Cuba, octubre, 173.203.82.38 -Ya que es de rigor tratarlo con delicadeza, por el organismo que representa, podríamos calificar como magnificación del esperpento las recientes declaraciones de Marcio Porto, representante en La Habana de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), quien dijo, entre otras memeces, que Cuba avanza hoy hacia la independencia alimentaria.

No es la primera vez que algún representante de organismos con reconocida incidencia internacional elogia públicamente el desempeño de nuestro régimen, emitiendo juicios que se contradicen in fraganti con la realidad concreta de la Isla.

Si descartamos de inicio, por respeto a los preceptos de la honradez profesional -o de la simple honradez-, que tales juicios estén lastrados por simpatías ideológicas o, aún peor, por algún tipo de connivencia secreta, no nos queda sino suponer que quienes los han emitido se basaron exclusivamente en los informes amañados que les entregó el régimen, y que si fueron llevados a ver aquello sobre lo que opinan, en realidad no lo vieron con mirada propia, sino mediante la escenografía manipuladora que les montaron para la ocasión.

Es ya proverbial la historia o la leyenda relacionada con Catalina II, Emperatriz de Rusia, a quien cierta vez se le ocurrió viajar por los campos para ver con sus propios ojos cómo vivían los campesinos del país. Entonces su primer ministro y amante, Potemkin, mandó a construir aldeas especiales (falsas, claro)  a orillas de toda la ruta que él mismo diseñó para la inspección de la emperatriz. Y ella, que nunca llegaría a bajarse del carruaje (a las emperatrices no le da tan fuerte), quedó muy satisfecha al comprobar lo bien que vivían los campesinos.

Con muchos menos recursos y aparatosidad que Potemkin, aunque al parecer con éxito similar, pudo haber diseñado el régimen un espectáculo exclusivo para las representaciones de la FAO acerca del actual panorama de la agricultura cubana. De lo contrario, no se entendería que este organismo pretenda expandir a otros países la cuasi extinción de la malanga o la venta restringida y a precio de oro de la calabaza en nuestros agromercados, llamándoles “proyectos y experiencias inéditas en la agricultura urbana y suburbana”.

Que nadie se ría, por favor, que esto es serio. Y más serio aún podría ser si  al elogiar la producción de alevines en Cuba, el representante de la FAO se refería a esos bichos de agua dulce a los que llaman Clarias, traídos desde Asia por algún sesudo del régimen, debido a su abundante carne y a la asombrosa rapidez con que se reproducen, pero sin tener en cuenta su monstruosa voracidad, la cual los ha impulsado a ocasionar graves daños en nuestra flora y fauna. Hasta el momento, siempre que mantengamos a los niños prudentemente alejados del entorno de las presas y ríos donde prosperan.

Ojalá que la FAO no se lance a exportar hacia otros países la fatal experiencia cubana en la cría de Clarias. Daría argumento para la filmación de una de esas películas de monstruos, Aliens devoradores de todo lo que camina, nada y vuela en el planeta.

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Castro no paga

LA HABANA,  Cuba, marzo, 173.203.82.38 -Castro desprecia a los traidores, lo que no está claro es si les paga.  Parece que no; sino pregúntenle al ex canciller español Miguel Moratinos, quien vino a La Habana la semana pasada, con su capa de diputado de las cortes ibéricas,  a auto proponerse  para Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO).

Moratinos pensó que obviar olímpicamente en sus visitas a Cuba a las fuerzas democráticas, a las Damas de Blanco y a otras personalidades cívicas, además de tratar de sabotear por todos los medios la posición común europea hacia Cuba, sería aval suficiente ante la dictadura para recibir su apoyo  e influencia, demostrada sobre los países en vías de desarrollo en los foros internacionales,  para obtener algún gran puesto internacional  llegado el momento.

Estúpido o ingenuo, Moratinos se reunió con la Ministro de la Industria Alimenticia, María del Carmen Concepción González, y el de la agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, quizás pensando que esos funcionarios de tercer nivel, simples títeres en el guiñol castrista, podían tomar decisiones o influir sobre la posición del Estado, sin comprender que sólo estaba perdiendo su tiempo.

España, uno de los principales contribuyentes de la ONU, quiere influir en la elección del ex canciller como jefe de la FAO, para sustituir al senegalés Jacques Diuf.

Pero Moratinos no solo es torpe, inepto, ignorante y mancho el nombre de España ante el pueblo de Cuba.  Además estableció complicidad con la Venezuela de la Ley Habilitante), la Palestina del terrorismo argumental, el Marruecos de la opresión  al Sahara occidental, la Turquía de la alianza de civilizaciones imperfectas, la Bolivia de la pachanga, el pachamama y el pachacuti, el Timor Oriental de la violenta herencia colonial, la Chechenia del oleoducto que puede ser, el Senegal de la religión opresora y rompió con la Honduras “del golpe sangriento”.

El momento llegó y la monarquía criolla,  ni corta ni perezosa, solo tres días después  de la visita de Moratinos hizo público que daría su voto al Doctor José Graciano Da Silva, candidato de Brasil al trono de la FAO.  Lo hizo en el marco de una visita del brasilero recibido, junto al embajador del país suramericano José Martins Felicio, por el Primer Vicepresidente del Consejo de Estado, José Machado.

No tengo dudas, por una vez  mi voto coincide con el del gobierno cubano.  Aunque las razones sean diferentes.

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