MIAMI, Estados Unidos. – Este miércoles fue multado otro activista de derechos humanos en Cuba, Orestes Varona Medina, joven miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y promotor de Cuba Decide.
Varona había sido detenido en la noche del martes junto a su pareja Yurisay Gómez Peña. Ambos se encontraban en su vivienda cuando el jefe de sector policial de su localidad fue a buscarlos junto a un auto de patrulla. Fueron trasladados hacia la estación policial del municipio Minas, Camagüey, donde ellos residen.
Antes de ser liberados en la madrugada fueron sometidos a más de cuatro horas de interrogatorio y recibieron amenazas de prisión por su activismo dentro del grupo opositor. En el caso de Orestes fue citado para que se presentara en la misma unidad en la mañana del miércoles a recoger las multas de 30 y 200 pesos en CUP.
El líder de la UNPACU José Daniel Ferrer también denunció el arresto de dos activistas en Santiago de Cuba.
El hecho ocurrió el pasado día 9, en las cercanías de la sede principal de la organización ubicada en el reparto Altamira.
“La policía política y fuerzas especiales detuvieron a 15 metros de distancia de nuestra sede a los activistas Aníbal Riveaux Figueredo y Wilder Cervantes Cuza” confirmó Ferrer a CubaNet.
Según la denuncia el arresto se produjo de forma violenta por varios efectivos policiales y los activistas fueron llevados a los calabozos de la Segunda Unidad Policial de Santiago de Cuba, llamada El Palacete.
En el caso específico de Aníbal la detención fue para amenazarlo con prisión si no salía del país.
Anibal Riveaux comenzó a militar en la UNPACU en el año 2012. En agosto de 2016 fue condenado a un año de privación de libertad por negarse a pagar multas que le fueron impuestas por realizar protestas pacíficas públicas y distribuir en las calles impresos con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Las golpizas que ha sufrido a manos de los órganos represivos del régimen han sido brutales. La última ocasión en que fue víctima de una desmedida violencia policial fue en septiembre de 2019. Ese día, oficiales del Ministerio del Interior lo llevaron a las afueras de Santiago de Cuba. Allí lo desnudaron y golpearon por la espalda, la cara, la cabeza y otras partes del cuerpo.
Con motivo de esta última detención de Riveaux, José Daniel Ferrer conversó con CubaNet sobre el plan que se ha trazado el régimen cubano para “desaparecer” a la UNPACU.
“El último, pero no nuevo, plan de la tiranía es obligar a los mejores activistas a salir del país, desaparecerme a mí y poner al frente de la organización a un agente al servicio de la dictadura que se encargue de engañar a todos”, aseguró.
Con el encarcelamiento de Ferrer García el primero de octubre del pasado año, el régimen cubano se propuso debilitar al movimiento y su liderazgo. Para ello, llevó a cabo una campaña difamatoria sin precedentes contra Ferrer y una represión desmedida contra los activistas y coordinadores.
Sin embargo, durante los meses de octubre, noviembre, diciembre y enero, la UNPACU, liderada en ese momento por Carlos Amel Oliva, que fungía como líder juvenil y portavoz del movimiento, se mantuvo realizando un visible activismo en las calles y una campaña por la liberación de Ferrer y todos los presos políticos.
Debido a esto, el régimen optó por emplear otras estrategias y comenzó a atacar directamente a Oliva y sus familiares inmediatos. Las amenazas, con peligro para la vida, y acompañadas de vigilancia, robo, detenciones y asaltos a nuestra vivienda, fueron dirigidas específicamente contra su madre, contra mí y nuestros hijos, por negarse a trabajar para la policía política.
La situación de Ovidio Martín fue similar, en su caso el ultimátum fue directamente contra él, tenía dos opciones, volver por cuarta vez a prisión por delitos comunes fabricados por el régimen o apartarse del movimiento y exiliarse con su esposa e hijos pequeños.
Al final, todas estas maniobras forman parte de la misma política represiva contra los activistas de derechos humanos que no pactan con ellos. Asaltos con robos a las viviendas, persecuciones, detenciones, multas, encarcelamientos, golpizas, amenazas de muerte, inoculación de enfermedades, malas praxis en los hospitales y expatriaciones forzosas son los bajos métodos utilizados contra quienes no se someten y de manera pacífica exigen un cambio de sistema en la Isla.
Pero, lo cierto es, que la UNPACU continúa su activismo en diferentes provincias del país. Sus miembros dentro y fuera de la Isla continúan promoviendo Cuba Decide, aun con las limitaciones que pone el propio contexto generado por la COVID-19, al aumento de la represión y a la condena de cuatro años y medio de prisión domiciliar que pesa sobre su coordinador general.
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