MIAMI, Estados Unidos. — Uno de los actores cubanos más queridos y populares es, sin dudas, Rigoberto Ferrera. Aunque el público lo conoce fundamentalmente por sus trabajos humorísticos, Rigoberto es graduado de la Facultad de Artes Escénicas del Instituto Superior de Arte (ISA). Uno de los rasgos más atractivos de sus shows es que procura mezclar la comedia con recursos técnicos y otras formas de expresión, como el canto y la música.
A través del choteo y la sátira, Ferrera hace reflexionar sobre lo cotidiano popular. Algunos de sus espectáculos memorables son Cuando Rigo suena, Échale la culpa a Rigo, Sabor bohemio y Rigoberto.com. En Échale la culpa a Rigo, el actor recrea pasajes autobiográficos mediante canciones, audiovisuales y monólogos.
A la par con su carrera como humorista, Rigoberto Ferrera ha actuado en filmes, teleplays y cortometrajes. Uno muy recordado es Motos, del realizador Ian Padrón, donde compartió protagónico con Herón Vega. También trabajó en el documental Buena Onda (1999), escrito y dirigido por el hoy defenestrado director Miguel Coyula; en el filme animado Más Vampiros en La Habana, de Juan Padrón; y en el recordado largometraje Habanastation, de Ian Padrón.
Además de actuar, su gran pasión es la música, y en particular la cubana. En 2016 fue invitado, al Festival Contratenores del Mundo, donde presentó, junto a otros humoristas, el espectáculo Humor con Clase. Mozart 260, con el cual se le añadió una dosis de comicidad al evento que fue muy bien recibida por el público. También actuó junto al grupo Interactivo, cuyo director, Roberto Carcassés ha reconocido el talento de Rigoberto Ferrera para el canto, abriendo así un camino nuevo para el comediante, que en los últimos tiempos ha preferido centrarse más en el arte de los sonidos que en el humor.
En su vida personal, Rigoberto Ferrera ha debido sobreponerse a una condición de salud que, de no ser por su férrea voluntad y amor por el arte, le habría impedido convertirse en el polifacético actor que es hoy. La actividad escénica está absolutamente reñida con la dermatitis atópica que padece, y que cada cierto tiempo lo obliga a internarse en el hospital.
A finales de 2022, en medio de una grave crisis que no ha dejado de empeorar para los cubanos, el actor se refirió a la represión y la miseria en la Isla, señalando al régimen como único culpable.