MIAMI, Estados Unidos. — Jorge Mas Canosa, referente histórico del exilio cubano en Miami, cumpliría hoy 84 años. Pese a que su desaparición física se produjo hace más de dos décadas, su legado continúa presente en las diferentes generaciones de cubanos que luchan por completar su sueño: una Cuba libre y democrática.
Nacido en Santiago de Cuba en 1939, Mas Canosa provenía de una familia de clase media y recibió formación como ingeniero.
En 1960, tras el ascenso al poder del régimen comunista de Fidel Castro, abandonó el país con su familia y se estableció en los Estados Unidos, específicamente en Miami, ciudad que se transformó en hogar de los cubanos que escapaban de la dictadura.
En 1981, Mas Canosa fundó la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), que se convirtió en una de las organizaciones de exiliados cubanos más influyentes en Estados Unidos.
Desde sus inicios, la FNCA no solo se dedicó a promover la democracia y los derechos humanos en Cuba, sino también a brindar apoyo a los exiliados cubanos y presionar para que el gobierno de Estados Unidos adoptara una postura firme contra el régimen de Castro.
En su rol de fundador y líder de la FNCA, Jorge Mas Canosa desempeñó un papel importante en la configuración de la política estadounidense hacia la Isla durante las décadas de 1980 y 1990, fundamentalmente durante la administración de Ronald Reagan.
Además de su activismo, Jorge Mas Canosa desarrolló una exitosa carrera empresario. Fundó MasTec, una empresa de infraestructura y telecomunicaciones que se convirtió en un actor importante en la industria. Fue su éxito empresarial el que le proporcionó los recursos para apoyar a la comunidad de exiliados cubanos y financiar iniciativas contra el régimen de los Castro.
Jorge Mas Canosa falleció el 23 de noviembre de 1997, a la edad de 58 años. Su muerte marcó el final de una era en el activismo cubanoamericano. Pese a su fallecimiento, la Fundación Nacional Cubano Americana continuó defendiendo sus ideas.
La vida y obra de Jorge Mas Canosa reflejan la compleja y apasionante historia del activismo en el exilio y la lucha constante por el cambio en Cuba. Ese legado continúa influyendo en los esfuerzos de la comunidad cubanoamericana para promover la democracia y los derechos humanos en la Isla.