LA HABANA, Cuba. – El 28 de febrero pasado, el sitio web de la revista National Geographic (NG) en español se sumó a las publicaciones internacionales que han aceptado promocionar a Cuba como destino turístico, en un momento en que los indicadores del turismo en la Isla no son nada alentadores, más bien preocupantes porque el producto ha dejado de ser atractivo. Y las razones de esta crisis se han hecho bien claras en los comentarios del público mexicano —a quien está dirigida la promoción de esta edición en particular de NG—, para el que son demasiados los inconvenientes y obstáculos que supone elegir a Cuba como lugar de vacaciones.
Precisamente el artículo de NG, replicado hace apenas unos días en su página oficial de Facebook, se enfoca en los “otros requisitos” que, además de la tarjeta de turismo, deben presentar los ciudadanos mexicanos antes y después de volar a La Habana, y aunque es evidente que la intención de los autores ha sido convencer al lector de lo “fácil” que es “darse un saltico” a la mayor de las Antillas, lo cierto es, como han expresado algunos, que demasiados requerimientos y advertencias sanitarias lo único que logran es espantar a los turistas y desviarlos hacia otros destinos del Caribe, más cuando las opiniones sobre la verdadera realidad cubana —que no es para nada el producto de fantasía que promocionan las agencias de viajes— coinciden en que hoy Cuba tiene muy poco bueno que ofrecer además de sol y playa.
La “sencillez” pretendida por NG contrasta con las duras recomendaciones hechas por algunos, bien lejos de la broma, como las dificultades de conexión a internet, la pésima gastronomía, los altos precios en comparación con la mala calidad de los servicios, las pésimas condiciones de vida de la población y hasta la necesidad de llevar suficiente papel higiénico en tanto en las circunstancias actuales es difícil, casi imposible, hallarlo en las tiendas y en los hoteles donde es uno de tantísimos artículos regulados junto con los demás productos de higiene personal.
“Ni siquiera hay agua caliente. Te quejas, te dicen que lo arreglarán y nunca lo hacen”, respondió una persona en el foro, a propósito de las poquísimas opiniones favorables que ha suscitado la publicación de NG, a la que algunos también han recomendado —tratándose de la prestigiosa revista que ha sido durante décadas—, usar fotografías reales que muestren a los mexicanos qué cosa es Cuba para los cubanos, a diferencia de la imagen manida, retocada y engañosa, que han usado para ilustrar un texto que tal pareciera un “corte y pega” de cualquier otro redactado por el Ministerio de Turismo cubano.
Al parecer, tal como ha venido sucediendo en los últimos meses, el régimen ha salido, probablemente con regalías y promesas en mano, a tocar puertas de las redacciones donde laboran amigos y conocidos para que, así como hicieran en 2016 durante el “boom”, ahora durante la tan pronta decadencia le echen un cabo con las “promo”.
Si tan pronto como en este enero fue el The New York Times quien se arriesgó —después de siete años— a volver a recomendar Cuba como “destino de moda”, ignorando olímpicamente que la gente huye de aquí por lo malo que está todo (y que lo único de moda es la palabra “patrocinador”, así como ayer lo fueron “coyote” y “volcanes”), ahora, como también lo hiciera en 2016, le ha tocado a NG poner nuevamente la cara intentando venderles hielo a los esquimales.
El régimen está moviendo “influencias” desesperadamente. Los números al rojo vivo de 2023 van pareciéndose demasiado a los del 2022 cuando, en número de visitantes, el turismo cubano fue el más rezagado de todo el Caribe, habiendo rebasado apenas el 37% de lo alcanzado antes del cierre por la pandemia, y el 60% de lo planificado para el 2023, en tanto los ingresos netos del sector quedaron en su peor momento, con solo un 36,2% de lo captado en 2019. Poco, muy poco, pero quizás suficiente para pagar honorarios a quien corresponda.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.