LA HABANA, Cuba. – Phil Spector, quien revolucionara la música pop a inicios de la década del sesenta, murió el pasado sábado en California tras varios días de batallar contra la COVID-19.
El destacado músico y productor estadounidense falleció a los 81 años en un hospital penitenciario. Desde hacía tiempo cumplía condena por homicidio y, según sus allegados, estaba muy deteriorado por diversas dolencias.
Las orquestaciones de Phil Spector, caracterizadas por la superposición de múltiples pistas de acompañamiento para lograr un sonido compacto (el llamado muro sonoro), coros femeninos y el empleo del eco, la reverberación y otros efectos en las grabaciones, fueron determinantes en el rumbo que tomó la música pop a partir de los primeros años sesenta.
Luego de sus comienzos en 1958, con sólo 19 años, como guitarrista en el conjunto The Teddy Bears, se decidió por la producción musical. Y lo hizo en grande, dándole, según sus propias palabras, “un enfoque wagneriano al rock and roll”.
En cerrada competencia con el sonido Motown y los grupos beat de la invasión británica, Phil Spector, produjo, en los estudios Gold Star de Los Ángeles, algunos de los mayores éxitos de la música pop norteamericana de la primera mitad de los sesenta, como He’s a rebel, interpretado por The Crystals, Be my babe (The Ronnettes), Save the last dance for me (The Drifters), Stand by me y Spanish Harlem (Ben E. King) (Stand by me y Spanish Harlem) y River deep, mountain high (Ike & Tina Turner), por solo citar algunos.
Se considera que You’ve lost that loving feeling y Unchained melody, que produjo para The Righteous Brothers en 1964, significaron el punto culminante de Phil Spector en esa etapa.
En 1969, cuando estaban a punto de cada uno coger por su lado, The Beatles encargaron a Phil Spector ocuparse de las grabaciones de lo que sería el álbum Let it be, que por entonces se pensaba que se llamaría Get back y supondría un regreso a sus raíces en el rock and roll.
Phil Spector se esmeró en la producción del mezclado final del disco. Según dijo John Lennon en 1970 a la revista Rolling Stone: “Phil Spector trabajó como un burro. Le entregamos un cúmulo de mierda mal grabada, con mala onda, y él armó algo con eso”.
Pero lo que armó Spector puso furioso a Paul McCartney, especialmente el fastuoso arreglo orquestal y coral que hizo inconsultamente a The long and winding road, originalmente una sencilla balada de piano que, según McCartney, había concebido a la manera de Ray Charles.
También George Martin consideró que la orquestación de Phil Spector “no solo no era representativa, sino que fue errada”.
El arreglo de The long and winding road no sería del gusto de McCartney y George Martin, pero impactó por su belleza y la canción llegó al número uno en medio mundo.
McCartney siguió con la majadería durante 34 años y no paró hasta que en noviembre de 2003 consiguió sacar una versión alterna, que tituló Let it be…naked. En definitiva, salvo por el orden de las canciones y las orquestaciones en The long and winding road, I me mine y Across the Universe no hay grandes diferencias. Si acaso, un sonido más simple y pobre. Pero, en definitiva, era eso lo que buscaban los Beatles con aquel álbum.
Según el periodista Doug Walk, en la revista Rolling Stone, “la versión definitiva de Spector de Let it be fue una mentira brillante, una experiencia horrible maquillada de felicidad, un disco en vivo que solo fue tolerable gracias a las numerosas manipulaciones, un popurrí de ocurrencias ingeniosas y actuaciones relajadas, agrupadas de manera que The Beatles parezcan versiones más maduras y emotivas de los bromistas de los que el mundo entero se había enamorado años atrás”.
A pesar de las desavenencias en Let it be, Phil Spector continuó en el entorno Apple tras la separación de The Beatles y produjo los álbumes All things must pass (1970) y The Concert for Bangla Desh (1971) para George Harrison, y Some Time in New York City (1972) y Rock and roll (1975) para John Lennon.
Se cuenta que las sesiones de grabación de este último disco fueron tumultuosas. Lennon se mostraba agresivo, y Spector, que era un tipo voluntarioso y literalmente de armas tomar (siempre andaba armado), varias veces echó mano de la pistola y hasta disparó al aire.
Un ambiente similar reinó en la grabación en 1977, en Los Ángeles, en el disco The death of a ladies’ man, del cantautor y poeta canadiense Leonard Cohen. Todas las canciones del disco fueron compuestas por Cohen y Spector, pero las orquestaciones enojaron mucho a Cohen porque se apartaban demasiado de su habitual minimalismo. No obstante, nada pudo hacer, porque a la hora de la grabación final, Spector le impidió a la fuerza el acceso al estudio.
Pero el carácter irascible de Spector, su inestabilidad psíquica y su hábito de beber demasiado, le traería peores problemas que los que tuvo en su trabajo con McCartney, Lennon y Leonard Cohen.
Phil Spector fue acusado del asesinato de la actriz Lana Clarkson, quien fue hallada muerta de un balazo el 2 de febrero de 2003 en la mansión de Spector en Los Ángeles. El músico alegó ser inocente, pero sus huellas estaban en el arma homicida. El primer juicio fue anulado, pero en un nuevo juicio, iniciado a fines de 2008 y concluido el 13 de abril de 2009, Spector fue declarado culpable de homicidio en segundo grado y condenado a 19 años de cárcel.
A Spector le faltaban siete años para poder solicitar la libertad condicional. Su muerte en prisión es un muy penoso final para un imprescindible en la historia de la música pop.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.