MADRID, España.- Sobre la pianista y profesora cubana Ernestina Cabaleiro Cervantes se ha escrito muy poco. Las breves y escasas notas coinciden en que nació el 4 de noviembre de 1896 en La Habana, donde murió el 12 de agosto de 1976 a la edad de 79 años.
También refieren ─pero de manera imprecisa─ su vínculo filial con el afamado pianista y compositor Ignacio Cervantes Kawanagh (1847-1905). Añaden que en 1914 ganó una beca para estudiar en Alemania; sin embargo, el comienzo de la Primera Guerra Mundial impidió que pudiera asistir. No obstante, se destacó como profesora de piano, teoría y solfeo; que impartiría en el Conservatorio Municipal de Música.
El musicólogo cubano Helio Orovio (1938-2008) en su obra publicada en Londres en 2004 por Tumi Music Ltd, como Cuban music from A to Z (Música cubana de la A a la Z), anota que Ernestina estudió piano primero con María Luisa Chartrand, de cuyas clases la narradora Renée Méndez Capote (1901-1989) en sus memorias tituladas Amables figuras del pasado, evoca: “El grupo grande de alumnos que frecuentábamos la Academia Chartrand, sabíamos que allí la única regla era la honestidad y la única exigencia el amor al arte (…). Yo quisiera recordar todos los nombres de los compañeros (…): Ernestina Cabaleiro, Rosario Dueñas, Arsenia Bernal, Lilia Acosta (…)”.
Después Cabaleiro estudiaría con el pianista y profesor Alberto Falcón (1873-1961) en el Conservatorio Municipal de La Habana ─según refiere Orovio en su citada obra, quien agrega que ella ofreció numerosos conciertos en la capital, algunos con José Echaniz (1860-1926). Y enseñó a varias generaciones de músicos cubanos, incluido Ignacio Villa (Bola de Nieve, 1911-1971).
Pese a estas muestras de su trayectoria musical, su vida y obra han sido muy poco investigadas.