LA HABANA, Cuba. – “La morsa del amor” es el epíteto que ha perdurado para identificar al cantante estadounidense Barry White. La expresión hacía referencia tanto a su físico como a su música, que lo convirtió en uno de los imprescindibles de la canción romántica de todos los tiempos.
Nacido el 12 de septiembre de 1944 en Texas se sumergió desde muy temprana edad en el mundo del góspel, el soul y el rhythm and blues. Creció en un ambiente musical guiado por su madre, pianista con formación académica que solía escuchar en casa las obras de Bach, Mozart, Beethoven y otros clásicos. Fuera del ambiente doméstico, Barry White debía convivir con una conflictiva realidad social que lo hizo aprender a defenderse desde muy niño y lo condujo por el camino del pandillerismo.
Su madre estaba a punto de darlo por incorregible cuando una mañana el Barry de 14 años habló y salió una voz que no reconocía. El timbre de bajo-barítono que lo hace inconfundible emergió repentinamente, y con él la oportunidad de cambiar su vida. Después de varios años cantando en coros y dirigiéndolos, grabó varios discos en la década de 1960 y se incorporó a las agrupaciones Upfronts, The Atlantics y The Majestics.
El éxito le llegó primero como productor, pero en 1969 creó el grupo Love Unlimited junto a tres vocalistas femeninas, con las que grabó el tema Walking’ in the rain with the one I love, que escaló hasta el número 14 de la Billboard Hot 100.
Para 1973, Barry White era el rey de la música disco de la época gracias a una interesante fusión de pop, rhythm and blues y arreglos orquestales que atraía lo mismo al público bailador que a degustadores de la buena música. Ese mismo año grabó el emblemático álbum Rhapsody in White cuyo gran hit, Love’s Theme, marcó el inicio de la era disco. Otros grandes temas incluidos en ese fonograma, como Can’t get enough of your love, siguen siendo escuchados en las discotecas del siglo XXI.
En Cuba sus canciones gozaron de gran popularidad, en especial Love’s Theme, que acabó reemplazando al clásico vals en muchas fiestas de 15.
La carrera de Barry White se prolongó hasta bien entrada la década de 1990, con altibajos comerciales; pero el músico nunca dejó de hacer giras por Estados Unidos y Europa, donde el lleno total en sus conciertos estaba garantizado.
A pesar de que no todos sus trabajos alcanzaron el mismo éxito, a lo largo de su trayectoria obtuvo 106 discos de oro y 46 de platino.