Sin embargo, para su gobierno, son parte de una actividad criminal.
No es sólo que estudien periodismo en un país en donde los medios de comunicación están controlados por el gobierno, sino cómo y en dónde lo hacen: adentro de la Sección de Intereses de los Estados Unidos, el resguardado puesto de un gobierno que ha pasado décadas intentando debilitar al gobierno comunista de Cuba.
Los cubanos toman cursos de periodismo independiente, dirigidos por profesores de Estados Unidos mediante un enlace de video, y saben perfectamente que se arriesgan a ser perseguidos e incluso arrestados.