Armando Añel (La Habana, 1966), es un escritor, ensayista, editor y periodista devenido en promotor de la cultura cubana en el exilio. Ganador del Primer Premio de la fundación alemana Friedrich Naumann en 1999, y amenazado por su labor opositora al régimen cubano dentro de la isla, no regresó.
Luego de laborar en España como editor de la revista Encuentro de la Cultura Cubana, y residir un tiempo por gajes del oficio en Gran Bretaña, a finales de 2004 decide asentarse en Miami, ciudad donde reside y en la que emprendió una carrera literaria que suma varios títulos, además de ejercer la edición.
Autor de las novelas Erótica (2010) y Apocalipsis: La resurrección (2011), además del libro Cuentos de Camino (2013) y el poemario Juegos de rol, entre otros de diversos géneros, Añel ha emprendido un proyecto que lo coloca en el vórtice de una aventura promocional moderna y abierta en su diversidad.
Para conocer este y otros temas de interés para la cultura cubana alternativa y las nuevas formas de abordar el periodismo hispano en el plano digital, decidimos entrevistar, en su casa de Miami, al amigo y colega Armando Añel:
Víctor Manuel Domínguez: ¿Cómo defines el proyecto que tú, Idabell Rosales y otros amigos y colegas llaman Neo Club?
Armando Añel: Neo Club es efectivamente un nuevo club, una nueva sociedad de interacción digital. Una nueva manera de entender el periodismo y el pensamiento en el ámbito hispano-digital. Miramos hacia el mundo, no únicamente hacia Cuba, y en general estamos en contra de la solemnidad y la rigidez, aunque este espíritu anti-tradicionalista no impide que brindemos espacios en nuestras páginas, a partir de la calidad, a creadores más tradicionalistas. Porque somos inclusivos ante todo, una característica que también nos distingue de otros medios y proyectos cubanos. Ya sabes que en nuestra cultura la exclusión por ideologías, bandos, tendencias, etc…, es lo habitual. En Neo Club sólo rechazamos los ultra extremismos censores, a fascistas, comunistas y otras hierbas.
VMD: Conocida la diversidad conceptual del proyecto y su carácter inclusivo, -salvo los extremismos-, ¿hacia qué puntos y cuáles son las herramientas formales aceptadas en su proyección socio cultural?
AA: Enfocados fundamentalmente en la distribución de noticias, artículos, literatura, arte y productos audiovisuales, nuestro portal sirve de caja de resonancia a la creación independiente y privilegia una política editorial que tiene muy en cuenta el periodismo interactivo de las redes sociales.
Permíteme detallar además que Neo Club no es sólo Neo Club Press, el diario digital. Existen también Neo Club IT, de servicios tecnológicos, y Neo Club Ediciones, de servicio editorial. Neo Club Press, Neo Club Ediciones y Neo Club IT son hasta ahora las tres ramas o derivaciones de la empresa Neo Club LLC, cuya presidenta es Idabell Rosales. No descontamos que en los próximos años la ramificación Neo Club continúe dando de sí. Estamos en pleno proceso de crecimiento. Yo diría que despegando.
VMD: En esta línea de pensamiento, ¿qué diferencia exactamente a Neo Club Press de otros medios de prensa editados por cubanos en el exilio?
AA: Neo Club Press tiene una vocación más universal, un espíritu más inclusivo y una forma de entender la creatividad mucho más lúdica y festiva que los medios de prensa cubanos tradicionales. Nuestra redacción y muchos de nuestros colaboradores estamos convencidos de que Cuba continúa esclavizada porque insiste en mirarse al ombligo, interminablemente, en una especie de éxtasis invertido. No es la única razón, pero está entre las más poderosas. Y contra eso, pero sobre todo más allá de eso, escribimos, creamos y pensamos.
VMD: Neo Club Press comenzó digitalmente, en enero de 2011. Tres años después, ¿cuál es tu visión de lo logrado y que te hace pensar que vale la pena continuar?
AA: Creo, modestamente, que en el ámbito cubano hemos establecido un precedente en lo que se refiera al periodismo y la creación, y eso estimula mucho. Y como radicamos en Miami, la llamada capital del exilio, donde se concentra la mayor cantidad de cubanos fuera de Cuba, estamos en posición de ejercer un papel más efectivo o visible. Además, como todo lo que hemos hecho hasta ahora ha sido sin subvención pública, ello nos ha permitido más libertad y audacia, más capacidad para llevar a la práctica el espíritu innovador, hasta cierto punto iconoclasta, que caracteriza al proyecto. Esta autenticidad es invaluable y siempre vale la pena.
VMD: Añel, hablando del espíritu emprendedor sin subvenciones de Neo Club en sus tres ramas, en el plano editorial realizan una labor encomiable con los escritores cubanos, sustentada en un mecenazgo que ha permitido publicar a varios autores prohibidos en la isla como Ángel Santiesteban, Ernesto Santana y Raúl Vilches. ¿A qué se debe esta vocación de solidaridad?
AA: A que soy cubano, sufrí las mismas prohibiciones, amenazas y marginaciones. Además, siento el mismo desprecio por las autoridades cubanas, y trato de contribuir con lo que sé y puedo a la libertad del país.
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