LA HABANA, Cuba. — El Santuario Nacional de San Lázaro, ubicado en la localidad habanera de El Rincón, anunció que mantiene el protocolo sanitario utilizado el pasado año e incluye nuevas medidas para disminuir los riesgos de contagio de COVID-19 durante la peregrinación anual que, en honor al santo, tiene lugar los días 16, 17 y 18 de diciembre.
Según explicó a CubaNet, Eloy Ricardo Domínguez Martínez, rector del Santuario, a diferencia del año anterior, desde varias jornadas atrás se decidió colocar la imagen principal de San Lázaro en los exteriores del templo, con el objetivo de evitar aglomeraciones en el interior de la iglesia. Asimismo, se estableció el uso obligatorio de gel sanitario por parte de los peregrinos que llegan a rendir culto ante el altar de San Lázaro, que está montado sobre las escaleras del templo.
Entre las medidas adoptadas, Domínguez Martínez destaca el monitoreo constante de la salud del personal seleccionado para trabajar en zonas de interacción con los visitantes.
“Vamos a estar realizando test de antígenos, de manera seguida, en tiempo real, a todos nuestros trabajadores y colaboradores”.
Como consecuencia de las restricciones de movimiento y el distanciamiento social exigido durante la pandemia, el padre comenta que muchos peregrinos se adelantan a la tradición y visitan a San Lázaro desde varios días antes, incluso con un mes de antelación. Otro grupo importante hace lo contrario y empieza a concurrir al templo desde finales de mes y hasta los días 16, 17 y 18 de enero.
Este año —no así el anterior— el templo se mantuvo abierto hasta la una de la tarde del día 15, para que los fieles de otros santos pudieran visitarles y entregar sus ofrendas.
En los últimos dos años la asistencia al templo disminuyó considerablemente, lo cual, de acuerdo con el rector del santuario, no es un indicador proporcional a la salud de la fe que profesan los cubanos por San Lázaro, sino a las limitaciones surgidas al calor de la pandemia.
Sin embargo, pareciera que la tendencia comienza a revertirse y la concurrencia ha ido en aumento desde el levantamiento de las limitaciones de movimiento en noviembre pasado.
El pasado domingo 12 de diciembre la asistencia fue de más de 19 000 personas, cifra similar a la del 16 de diciembre del 2020, resaltan varios trabajadores del templo consultados por este diario.
Maricel Hernández Fonseca, quien se encuentra al frente del museo, refleja que el día 14 a las 10 de la mañana ya habían transitado 1 114 personas por ese pequeño local circular de tres metros de radio.
El museo es el sitio donde los creyentes con peticiones cumplidas entregan nuevas ofrendas a San Lázaro, esta vez en agradecimiento. El padre Eloy Ricardo especifica que se trata de la sala de ‘ex votos’. En sus vitrinas se exhiben ofrendas de campeones mundiales y olímpicos, figuras consagradas de las ciencias, las artes, militares de alto rango, entre otras muchas.
De acuerdo con Hernández Fonseca, los días 15 y 16 se mantuvo un crecimiento de la asistencia al museo, con 1 628 y 2 003 visitantes registrados, respectivamente, en el mismo horario del día 14.
“Desde que se puede pasar de una provincia a otra ha aumentado mucho la cantidad de personas que vienen al templo. Hoy mismo por aquí han pasado personas de Sancti Spíritus, de Camagüey, de Ciego (de Ávila). Comentan que estaban esperando esto (visitar el templo) más que cualquier otra cosa, que tenían mucho que pedir como personas y como pueblo”, destacó Maylín González Delgado, trabajadora del lugar.
La caridad no falta, aun en tiempos de pandemia
El padre Eloy Ricardo Domínguez Martínez confirma que no han dejado de brindar asistencia espiritual a los peregrinos como primer eslabón en la cadena de ayuda a la comunidad.
“No hacemos excepciones con ningún grupo Atendemos a todos por igual porque el templo de San Lázaro es la casa de todos y nosotros somos los encargados de que la gente mantenga su comunicación con Dios a través de él”, comentó.
Gracias a los fieles —especifica el padre— y sus contribuciones es que el santuario ha logrado mantener su apoyo al hospital dermatológico, entregando ayudas mensuales a los enfermos con lepra que se encuentran internos y a los no asilados. Al mismo tiempo, se sostienen programas de impacto social con grupos de enfermos de VIH-SIDA, madres solteras y niños que viven en condiciones vulnerables.
“También está la ayuda a iglesias más pobres, con una asistencia de feligreses más baja y por ende una recaudación también menor. Pero todas esas iglesias, al igual que nosotros, tienen programas sociales como comedores y asistencia a personas mayores. Si no les tendemos nuestra mano, esos programas se pueden caer en perjuicio de personas que de verdad necesitan de ellos. Es una sola iglesia, la madre iglesia, y como toda madre siempre atiende a todos sus hijos“, expresó Domínguez Martínez.
Durante la pandemia, con la iglesia cerrada la mayoría del tiempo, los feligreses podían visitar a San Lázaro y hacer sus contribuciones en una pequeña capilla que, habilitada al lado norte del templo, fue bendecida por el Papa Francisco en nombre de todos los fieles devotos de San Lázaro que viven fuera de la patria.
Muchos creyentes asocian a San Lázaro con la figura sincrética de Babalú Ayé, uno de los orishas más populares del panteón Yoruba (religión afrocubana). Las historias sobre la grandeza de sus milagros lo convierten, junto a la Virgen de la Caridad del Cobre, en uno de los santos más populares de la Isla.
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