MIAMI, Estados Unidos.- En un reclusorio para enfermos de VIH-Sida en Güines, provincia de Mayabeque, donde permanece encarcelado, la salud del activista cubano Maikel Herrera Bones se deteriora, informó este martes Radio Televisión Martí.
Su primo, el también activista Yoel Parsons, denunció que recibió la información de boca del abogado de Herrera Bones, después de una visita de este al centro penitenciario.
“El abogado pudo visitarlo, siendo esa su primera visita, debido a que estaban prohibidas por el coronavirus”, contó Parsons a Martí, y agregó que el bogado confirmó que su estado de salud es crítico. “Él no esta bien; en la casa es donde él debería estar”.
“No está bien de salud. Tiene un forúnculo en el muslo derecho que le está sangrando, y ha tenido fiebre. También le están saliendo otros forúnculos en la cabeza”, dijo el abogado de Herrara Bones luego de su primera visita al recluso en prisión, según una publicación en la red social de Facebook.
Parson dijo además a Martí que a pesar del estado de salud de su primo las autoridades del reclusorio le siguen negando un cambio de medida. “Ellos insisten en que Maikel Herrera no va a gozar de derecho alguno a su favor, y nos niegan nuestra propuesta de cambio de medida de prisión preventiva por prisión domiciliaria, o cualquier otra forma que no implique estar recluido donde la alimentación ni la atención son las indicadas”.
Herrera Bones, integrante de la Unión Patriótica de Cuba, protestaba el pasado 15 de abril en su barrio del Reparto Guardiola, en el municipio de San Miguel del Padrón, en La Habana, por la falta de servicio eléctrico, fue entonces cuando un supuesto agente policial que no se identificó, e iba vestido de civil trató de impedir que se manifestara, reza el texto de Martí.
Al activista le fue impuesta una multa por “escándalo público”, y al día siguiente fue arrestado y acusado de “atentado agravado” y podría pasar hasta ocho años en prisión.
Fue conducido inicialmente al centro de detención conocido como el Vivac, donde el activista se mantuvo en huelga de hambre por dos semanas, hasta que el 2 de mayo fue trasladado a la prisión para pacientes de VIH-Sida en Güines, donde se encuentra.
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