LA HABANA, Cuba, marzo, 173.203.82.38 -El viernes 9 de marzo colapsó una parte del icónico edificio de apartamentos Sarrá, en la calle 23 Nº 518, enclavado justamente en la esquina de 23 y 12, en el Vedado.
No se trata de un edificio de apartamentos cualquiera, de los que ya casi se ha vuelto costumbre que se derrumben cada día en algún punto de esta ciudad que parece haber sido bombardeada. El inmueble reviste importancia especial para la iconografía revolucionaria porque fue desde una tribuna montada frente a él que el ex-dictador Fidel Castro proclamó, el 16 de abril de 1961, “el carácter socialista” de la revolución. O sea, fue allí donde el ex comandante en jefe reconoció por primera vez que su revolución, que nos vendió como “verde como las palmas”, era en realidad roja.
En la fachada del edificio se instaló una tarja de bronce, conmemorativa del funesto día, que muestra en relieve la imagen de Fidel Castro y una multitud de milicianos levantando fusiles, para patentizar su apoyo.
Según fuentes, en horas del mediodía se desplomó un tramo de las escaleras del edificio y aunque no hubo víctimas, los bomberos de la Dirección General Contra Incendios (DGCI) del MININT, acudieron al rescate de los damnificados, entretanto, los especialistas ordenaron la evacuación total de los inquilinos, a causa del peligroso estado constructivo de la instalación.
Tras la orden, los vecinos cargaron con sus electrodomésticos y otros objetos de mayor valor, para trasladarse al cercano cine Charles Chaplin (Cinemateca del ICAIC) y en la mañana del sábado, los bomberos evacuaron el resto de sus pertenencias utilizando la técnica especializada. Las autoridades informaron a los damnificados su inmediata reubicación en viviendas dispersas por los municipios Cerro, 10 de Octubre, Guanabacoa y Habana del Éste.
Durante las operaciones, el perímetro del edificio fue rodeado con cintas policiales para evitar el acceso de curiosos, transeúntes y saqueadores. Según los moradores, recientemente se acometió una reparación cosmética de la fachada, cuyo resultado califican de deficiente a causa de la falta de calificación de los obreros que la realizaron y los consabidos “desvíos de recursos” (robo de materiales de construcción). Pero el interior del edificio de 38 apartamentos, donde se localizan los principales problemas, ni siquiera fue tocado.
Nelson Herrera, un ingeniero estructural, comentó que la arquitectura del edificio es típica de la primera mitad del siglo pasado, con techumbres de viga y losa; sello característico de la mayoría de las viviendas de la barriada del Vedado, que ya se encuentra en el límite de su vida útil y demanda una demolición total.
Un bombero comentó a este reportero que el destino del edificio es incierto, ya que las opiniones son encontradas; explicando que hay técnicos que recomiendan su demolición total, pero otros alegan que debería ser restaurado.
Sospecho que muchos habaneros anhelan que tumben a mandarriazos el infausto edificio donde se proclamó el carácter socialista del régimen. Aunque la desaparición del inmueble no nos haga libres, al menos no tendremos que ver la infame tarja que nos recuerda que hace ya medio siglo que vivimos bajo una dictadura comunista. Salvando las distancias, será como nuestro Muro de Berlín de consuelo.
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