LA HABANA, Cuba, diciembre (173.203.82.38) – En los últimos tiempos a las autoridades les ha dado por tratar de incorporar a su arsenal algunas armas que históricamente sus adversarios han utilizado contra el régimen. Entre ellas podemos citar los conceptos de democracia y derechos humanos.
Los dirigentes, entre los que sobresale el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, no se cansan de repetir que la denominada “democracia participativa” cubana es la más auténtica del mundo, y que el hecho de que el partido no postule a los aspirantes a delegados del poder popular, convierte nuestras elecciones en algo ejemplar.
Todos saben, sin embargo, que el proceso electoral cubano está viciado por la presencia de ese partido único que todo lo controla, y que las asambleas del poder popular son caricaturas donde prevalecen el voto unánime y la obediencia ciega.
El pasado10 de diciembre las autoridades celebraron a su manera el Día Internacional de los Derechos Humanos. En parques y plazas públicas grupos de jóvenes convocados por la UJC, la FEU y la FEEM, entonaron canciones alegóricas a la revolución, y pronunciaron discursos donde se decía que la Cuba de Fidel y Raúl constituye un paradigma en la observancia de tales derechos.
Asimismo, amigos del castrismo en España auspiciaron una videoconferencia sobre los derechos humanos en Cuba, que contó en La Habana con una disertación del ensayista Enrique Ubieta, defensor incondicional del régimen, quien afirmó: “Existe en muchos lugares del mundo una visión manipulada y distorsionada sobre los logros esenciales de la revolución cubana en materia de derechos humanos”.
Mientras tanto, ese mismo día, en la Plaza de la Revolución, eran visibles miembros de las brigadas de respuesta rápida, que con teléfonos móviles y otros medios de comunicación, cumplían el encargo de mantener informada a la policía acerca de movimientos inusuales de personas en ese lugar. No hay que olvidar que en un parque contiguo a esa plaza, hace algunos meses las Damas de Blanco fueron víctimas de la represión policial cuando intentaron estacionarse en ese sitio.
Curioso modo de defender los derechos humanos: Se promueven las actividades que entonan loas a la revolución, y por otra parte se impide que los actos independientes se lleven a cabo.