La Habana, Cuba. – “He visto las grandes ferias de videojuegos que se celebran en Estados Unidos, como E3, y fui con la mayor ilusión de encontrar cosas sorprendentes, pero un viejojuego de máquinas tragamonedas modificado para soportar la enciclopedia cubana Ecured y las mismas aplicaciones de siempre es decepcionante”, comentó a CubaNet un joven amante a las tecnologías que prefirió el anonimato.
El pasado viernes 4 de mayo tuvo lugar en el palacio central de computación el primer “Bulevar de las TIC” en La Habana. Al evento asistieron programadores y entusiastas a las nuevas tecnologías. Las siglas TIC son la abreviatura de Tecnologías de la Información y de la Comunicación. Estas agrupan los elementos y las técnicas usadas en el tratamiento de la transmisión de las informaciones, principalmente de informática, Internet y telecomunicaciones.
La actividad, organizada para todas las edades, fue anunciada por varios blogs de tecnología y a través de las redes sociales. Sin embargo, a pesar de su importancia, no tuvo una gran aceptación.
Muchos acudieron al lugar buscando la conexión a Internet gratis que habían prometido en los diferentes medios, pero nunca llegó. Otros, más optimistas, fueron con la esperanza de ver por primera vez volar un Dron (aparatos prohibidos en la Isla), pero no fueron presentados. El resto quería sentir las sensaciones que deja la tecnología de realidad virtual, la cual fue presentada a través de las conocidas gafas de cartulina que sostienen un teléfono inteligente en su interior.
“Vine porque prometieron que habría conexión gratis para descargar aplicaciones y música, pero todo era mentira, solo estaba disponible La mochila, desarrollada por el Joven Club y que todos sabemos que no cumple con las expectativas de nosotros los jóvenes. Se expusieron las mismas aplicaciones hechas en cuba y que ya todos conocemos. En fin, nada novedoso, solo más de lo mismo”, comentó a este diario Ernesto González, un joven informático amante de las tecnologías que abandonaba el lugar pocos minutos después de comenzar el evento.
“La atracción principal de los más pequeños fueron dos pequeños Robots desarrollados en la Cujae (Ciudad Universitaria José Antonio Echeverría), que más que robots parecían carritos de control remoto fabricados con lego”, añadió.
Un equipo de CubaNet que asistió al lugar comprobó que existía acceso a Internet a través de un portal cautivo al que solo algunos podían acceder.
La presentación de los proyectos, que rayaban en lo surreal debido al contraste entre el avance tecnológico y la escasez de productos básicos en la Isla, como alimentos, dejó más preguntas que problemas resueltos. Por ejemplo, la empresa estatal Xetid, encargada del desarrollo la plataforma virtual de la tienda 5ta y 42, permanece enfrascada en la creación de más tiendas virtuales, ahora para comercializar materiales de construcción y alimentos en un país que no ha podido resolver el desabastecimiento de productos básicos como el pan.
El comercio electrónico está comenzando a dar los primeros pasos en la Isla, pero ha sufrido un retroceso considerable debido a la escasez en la oferta, el poco conocimiento de la población en estos temas y el precio descabellado de Internet impuesto por ETECSA (Empresa de Telecomunicaciones de Cuba).
En el lugar se encontraban algunos desarrolladores de aplicaciones ya conocidas como Alamesa, una entrega para Android que propone mapear las principales opciones de servicios gastronómicos en La Habana y demás provincias, además cuenta con localización GPS.
Qvacall fue otra de las aplicaciones presentadas en el evento. Se trata de una utilidad para facilitar la gestión de los servicios de ETECSA, como la compra de los planes para navegación por Internet, acceso a Wifi Nauta y Portal Nauta, y consulta y recarga de saldo, entre otras.
Desafortunadamente, el primer evento de este tipo en Cuba pasará a la historia como otro intento fallido para jóvenes talentosos que intentan arar en el mar.