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EEUU y Cuba se reúnen para tratar tema de ciberseguridad

cubano EEUU Fidel

Capitolio de EE.UU. en Washington D.C. (Foto: wikimediacommons.org)

WASHINGTON, D.C.- Los Gobiernos de EE.UU. y Cuba mantuvieron este viernes la primera reunión del grupo de trabajo de Ciberseguridad y Delitos Cibernéticos, uno de los ocho intercambios técnicos en el marco del diálogo entre los dos países para el fortalecimiento legal, informó hoy a Efe un portavoz del Departamento de Justicia.

“Durante el intercambio, Estados Unidos y Cuba discutieron una serie de problemas cibernéticos, incluidas las tendencias en el delito cibernético y las mejores prácticas para la protección de la red” agregó el portavoz, que pidió el anonimato.

El coordinador cibernético del Departamento de Estado, Robert Strayer; el subsecretario adjunto para Políticas Cibernéticas del Departamento de Seguridad Nacional, Thomas McDermott; y el secretario de Justicia Auxiliar Adjunto del Departamento de Justicia, Bruce Swartz, encabezaron la delegación de EE.UU.

La delegación cubana estuvo formada por el director de Asuntos Bilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores para Estados Unidos, Yuri A. Gala López; y el asesor adjunto de la Comisión Nacional de Defensa y Seguridad, Abel González Santamaría.

EL Gobierno de Donald Trump decidió dar un fuerte viraje sobre la política con Cuba después de que su predecesor, Barack Obama, comenzara un proceso de deshielo y acercamiento con la isla en 2014.

A los seis meses de llegar a la Casa Blanca, el multimillonario emitió un memorando con el que zanjó dicho acercamiento mediante nuevas sanciones contra los militares cubanos y limitando de nuevo los viajes de los estadounidenses a Cuba.

(EFE)




Cuba inaugura su primera fábrica de computadoras portátiles

GEDEME Cuba (El País)
GEDEME Cuba (El País)

LA HABANA, Cuba.- Cuba inauguró hoy en La Habana su primera fábrica de computadoras portátiles y tabletas, con tecnología y materia prima china y una capacidad de producción de unos 500 equipos diarios, informó la televisión estatal de la isla.

La estatal Empresa Industrial para la Informática, las Comunicaciones y la Electrónica (GEDEME), perteneciente al Ministerio de Industrias, y la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) han sido las principales encargadas de la puesta en marcha de la nueva fábrica.

El tipo de computadoras laptops que producirá son de sexta generación, mientras que las tabletas contarán con dos modelos, de 8 y 10 pulgadas, esta última con accesorios y un teclado que permite su conversión a una mini-laptop y manejar capacidades de hasta un terabyte de información, precisó el reporte.

La multinacional china Haier provee toda la tecnología y el equipamiento instalado en la fábrica y además provee las materias primas del proceso productivo de estos equipo, y la Universidad de las Ciencias Informáticas de La Habana aporta los sistemas operativos.

Directivos y especialistas de la empresa Gedema indicaron que disponen de modernos equipos para el diagnóstico y la comprobación de las características de las computadoras y las tabletas, que permiten medir la sensibilidad de la pantalla táctil, la humedad y la resistencia ante agresiones.

En principio, estas nuevas producciones estarán destinadas al mercado mayorista, centros estatales y organismos de la administración central del Estado, indicó el informe.

La nueva fábrica tiene una capacidad para producir unos 500 equipos diarios, que al cierre de cada año sumarían cerca de 120.000 unidades.

En 2015, la cifra de computadores registrados en Cuba se elevó a 1.071,600, de ellos 546.100 con conexión a la red, de acuerdo a un informe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) del país caribeño.

Cuba es uno de los países con las tasas de penetración de internet más bajas del mundo.

Como parte de una estrategia para aumentar la conectividad en la isla -una de las asignaturas pendientes de Cuba-, el monopolio estatal de las telecomunicaciones Etecsa inició en julio de 2015 la instalación de zonas wifi en puntos públicos de navegación, que ya suman más de 1.006 y tienen 250.000 usuarios diariamente, según datos de la compañía del pasado septiembre.

Esta semana, Etecsa rebajó la tarifa de su servicio de navegación por internet a 1,50 pesos convertibles (CUC, equivalentes a dólares) y anunció que realizará una prueba de acceso a la red de redes desde el domicilio de 2.000 usuarios en zonas del municipio Habana Vieja.

Hasta ahora la conexión en los domicilios ha estado permitida solo a profesionales como médicos, periodistas, intelectuales o académicos.

(EFE)




Tres reyes cubanos en Europa

De izquierda a derecha, los programadores de la Universidad de Camagüey Yuri Moragas, Juan Carlos Mejías y Doniet Vélez (Foto: Manuel Díaz Mons)
De izquierda a derecha, los programadores de la Universidad de Camagüey, Yuri Moragas, Juan Carlos Mejías y Doniet Vélez (Foto: Manuel Díaz Mons)

LA HABANA, Cuba. – El software libre o de código abierto vuelve a ser noticia en Cuba, con la coronación de tres jóvenes camagüeyanos en la segunda edición del Certamen de Proyectos Libres de la universidad española de Granada (UGR).

Thunderbit, una aplicación web para el intercambio y organización de ficheros mediante etiquetas, que mejoraría el engorroso sistema FTP que utilizan la mayoría de las universidades e instituciones en Cuba, fue el resultado de intensas horas de trabajo para el estudiante de quinto año en Ingeniería Informática Doniet Vélez, y los profesores y también ingenieros del ramo, Yuri Moragas y Juan Carlos Mejías, todos relacionados a la Universidad de Camagüey.

Precisamente Juan Carlos Mejías ya ha sido reconocido en años anteriores por la Universidad de Granada con otro proyecto que también fue realizado en código abierto.

“Somos tres jóvenes cubanos ávidos de retos y nuevos conocimientos. Utilizamos las tecnologías de la información y las comunicaciones a diario, y para nuestro placer también participamos en su desarrollo (…) Inmediatamente nos pusimos a pensar en cómo participar. Barajamos varias posibilidades, hicimos tormentas de ideas, y finalmente nos quedamos con la que más nos gustó: un sistema para gestionar contenidos digitales”, expresaron los programadores en el blog de la aplicación.

Thunderbit, que fue creado en código abierto con el objetivo de que pueda ser mejorado, “es un programa muy sencillo de usar” aseguró para CubaNet la ingeniera en informática Darci Millán. “De ser puesto en práctica, los programadores y usuarios en general se beneficiarían por su sencillez y utilidad”, afirmó.

El evento, que se realizara a través de la Oficina de Software Libre de la UGR y con la colaboración de la Delegación de la Rectora para la Universidad Digital, y en el que podían participar estudiantes de todas las universidades europeas, Marruecos y Cuba, tuvo como criterios principales a evaluar el grado de terminación al final del periodo de evaluación, las tecnologías usadas en el proyecto y el valor social del mismo, entre otras.

Para este certamen, el jurado estuvo compuesto por representantes de la universidad, la empresa y la comunidad del software libre. Al mismo se presentaron un total de 35 proyectos de distintas universidades, quedando solo dos como finalistas tras diversas eliminaciones. El segundo lugar fue ocupado por el español Hugo Bárzano por su proyecto No-Inventory, una aplicación web para gestionar la entrada y salida de material de uno o más almacenes, mientras que el tercer puesto quedó vacante a decisión del jurado, lo cual da mayor relevancia a la labor desempeñada por los isleños.

“Como organizadores, sólo queremos que gane quien más se lo merezca y creo que el jurado, integrado por informáticos, ha hecho un excelente trabajo en este caso”, expresó a CubaNet J.J. Merelo, Director de la Oficina de Software Libre de la Universidad de Granada.

“Esperamos que esto anime a otros cubanos y, para el caso, a gente de toda España y el mundo a participar en este concurso, que volveremos a llevar a cabo en años sucesivos”, concluyó.




El ingenio de los informáticos cubanos para venderle a Estados Unidos

Jóvenes cubanos conectados a wifi (foto de archivo)
Jóvenes cubanos conectados a wifi (foto de archivo)

MARTÍNOTICIAS (Enrique Aguado)La nueva regulación para las exportaciones aprobada por Obama permite a los cuentapropistas cubanos vender sus productos a Estados Unidos dentro de unas limitaciones. Sin embargo, hacerlo sigue siendo un problema para muchos por los costes y trámites necesarios para los envíos; el Gobierno cubano, además, tampoco ha facilitado las cosas y no está otorgando licencias de exportaciones.

Con este panorama, los únicos cuentapropistas que realmente están sacando provecho de este clima de apertura son los que realizan servicios relacionados con la informática. Programadores, desarrolladores de apps o diseñadores gráficos se están abriendo camino al mundo exterior exportando sus productos, sin necesidad de que pasen por aduana ni ocupen espacio físico. Sólo necesitan buscar una conexión a internet estable que les permita enviar su trabajo.

Tal y como recoge The New York Times en un artículo sobre los “emprendedores cubanos de la web”, el hecho de que ahora los estadounidenses pueden comprar a los cubanos, aunque sea unos servicios y productos determinados, les “ha abierto al mundo”. Para Tomás Bilbao, director ejecutivo del Grupo de Estudio Cubanos en Washington, “esto tiene un impacto inmediato ayudar a los empresarios en Cuba”.

El embargo económico sigue vigente y, pese a los avances, cualquier tipo de comercio entre los dos países es aún complicado –si no imposible– de realizar, pero los empresarios estadounidenses se están beneficiando de muchos proveedores cubanos que les pueden dar este tipo de servicios. En la mayoría de los casos, eso sí, se tienen que valer de un intermediario de otro país para realizar el trato.

Como dice este diario, cada vez más y más cubanos están promocionando sus servicios vía online gracias a los conocimientos adquiridos en las universidades estatales. Páginas web como freelance.com, Behance o twago.es, que ponen en contacto a profesionales que ofrecen su trabajo con demandantes de servicios, tienen ya entre sus usuarios a muchos cubanos. Y los contratos pueden llegar desde cualquier lugar del mundo.

No existen datos de lo que pueden estar ingresando, pero para todos ellos conseguir cualquier tipo de contrato temporal a través de internet puede suponer su principal vía de ingresos. Los programadores informáticos son, además, quienes que más futuro tienen en este sector bajo las nuevas regulaciones.

Como reconoce John McIntire, quien preside la Fundación de Emprendedores Cubanos, una organización sin ánimo de lucro, los cubanos están entre los mejor preparados del mundo en este ámbito y tienen muchas posibilidades de progresar.

La conexión a internet, clave para los cuentapropistas

Para que este grupo de emprendedores informáticos pueda exportar sus productos necesita un bien muy preciado en Cuba: la conexión a internet. En un país que acaba de anunciar oficialmente que hasta 2020 no habrá banda ancha en al menos el 50% de los hogares, enviar un simple email sigue siendo una tarea difícil, porque las conexiones son escasas y muy caras.

Si bien muchos de estos pequeños empresarios pueden hacer su trabajo sin necesidad de conexión, como programar o diseñar en sus computadoras, para estar en contacto con sus clientes y hacerles llegar su trabajo necesitan internet. Bien sea para transferir ficheros o para una simple teleconferencia por Skype, ese es el gran obstáculo para ellos.

Sin embargo, el lujo que supone para cualquier cubano comprar una hora de internet en un cibercafé (4.50$) o en los puntos wi-fi recientemente instalados en varias ciudades a 2 CUC, para ellos es sólo una inversión que rentabilizan gracias a las ganancias que obtienen. Además, muchos de ellos encuentran fórmulas para conseguir accesos a mejor precio.

Unos, compran en el mercado negro conexiones dialup (muy lentas y que emplean la línea telefónica) a unos $200 mensuales o bien alquilan conexiones wi-fi en los grandes hoteles. Por eso no es extraño ver lobbys como el del hotel Habana Libre donde los jóvenes se concentran para usar su internet mientras escriben códigos para un nuevo software o crean aplicaciones para teléfonos móviles.

Aunque muchos las usan, pagar por estas conexiones no deja de ser un riesgo para la economía de cualquier cubano. Solo estos informáticos, que tienen la certeza de que obtendrán unas ganancias interesantes por exportar sus conocimientos, son capaces desembolsar esa cantidad. El resto, los miles de cuentapropistas que no llegan a ganar más de $30 o $40 al mes, lo tienen más difícil.




Talentos desaprovechados

Computadora-en-CubaLA HABANA, Cuba. — (Cuba Sindical) A Ezequiel le atrajo la Computación e Informática desde pequeño. Estudió en un instituto tecnológico pero contratiempos familiares le impidieron alcanzar la universidad. Se superó como autodidacta, dando rienda suelta a su talento. Necesitaba trabajar pero quiso hacerlo por su cuenta, sin la tutela estatal. Programaba, arreglaba, daba mantenimiento a computadoras y otros equipos electrónicos, pero con gran dificultad, debido a carecer de piezas para reparaciones. Con frecuencia batallaba por conseguir piezas de ordenadores inservibles, acumulados en viejos almacenes estatales.

Un sinnúmero de computadoras rotas y piezas duermen el sueño eterno sin ser reparadas en almacenes tan diversos como de la Universidad de Computación e Informática (UCI), ministerios, empresas. Se sugiere en medios oficiales tomar piezas de unas para reconstruir otras y cubrir “vacantes” en centros educacionales o venderlas a particulares, pero el gobierno no tiene una política definida.

El estado vendió en la década de 1990 equipos electrónicos obsoletos –-no ordenadores– y piezas recicladas acumuladas por años en almacenes y talleres de reparación a precios de ganga en “Fin de Siglo” y otras tiendas de la capital.

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Ezequiel construye una tableta (foto Reinaldo Cosano)

Antiguos televisores, radios y otros aparatos rotos cobraban vida en manos de técnicos, muchas veces verdaderos injertos con piezas tomadas de unos y otros equipos de las más disímiles marcas, modelos y años que resucitaban para satisfacción de propietarios y reparadores.

Un mal día, sin explicación, fue suspendida la venta y se desvanecieron las esperanzas de rescatar estos viejos equipos electrónicos norteamericanos y soviéticos para insuflarles nueva vida. La suspensión, se dijo, fue para evitar el uso de aparatos derrochadores de energía. El gobierno emprendía por esos días la llamada revolución energética.

Mientras muchas voces piden reciclar las computadoras y piezas almacenadas en almacenes estatales, hay jefes que ordenan el desguace y lanzamiento de los a vertederos para limpiar sus catálogos ociosos. Los teléfonos móviles y computadoras contienen sustancias contaminantes muy peligrosas para el medio ambiente como plomo, mercurio y cadmio.

Unos cinco años atrás algunas tiendas estatales vendieron cientos de computadoras nuevas a precios elevados. Eventualmente desaparecieron de las vitrinas y desde entonces son introducidas al país por viajeros, conocidos popularmente como mulas.

El caso de Ezequiel se parece mucho al de otros jóvenes con talento, que buscan un espacio, pero no encuentran la oportunidad debido a la poca atención laboral, los bajos incentivos monetarios y deciden marcharse. A algunos no les queda más remedio que conformarse, ocupar puestos sin muchas aspiraciones y de esa manera se desaprovechan su inteligencia, tiempo y recursos de preparación profesional.

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Las pruebas contra Pyongyang por el desastre de Sony Pictures

corea del norteEl FBI norteamericano investiga desde el minuto uno el ataque informático masivo contra la multinacional californiana Sony Pictures Entertainment que comenzó el pasado 24 de noviembre con el borrado de sistemas críticos de la compañía y ha culminado esta semana con la cancelación del estreno de una película de 44 millones de dólares (más 30 millones de promoción) por amenazas terroristas contra aquellos que fueran a verla

. Estas son las pruebas de que Corea del Norte está detrás de este ataque sin precedentes:

  • El análisis técnico del malware (el programa maligno) utilizado para el borrado de datos revela conexiones con otro malware que el FBI sabe que ha sido utilizado antes por actores norcoreanos. por ejemplo, hay similitudes en líneas de código, algoritmos de encriptción, métodos de borrado de datos y redes comprometidas.
  • El FBI también ha observado que la infraestructira usada en este ataque coincide con la de otra actividad mailiciosa previa que el Gobierno de EE UU atribuye a Corea del Norte. Por ejemplo, el FBI descubrió que varias direcciones IP (el número que identifica a cada ordenador que está conectado a Internet) asociadas a infraestructuras de Corea del Norte se comunicaron con direcciones IP que estaban detrás delmalware de borrado de datos utilizado en este ataque.
  • Aparte, las herramientas utilizadas en el ataque a Sony Pictures Entertainment son similares a un ciberataque en marzo del año pasado contra bancos y medios de comunicación surcoreanos que fue ejecutado por Corea del Norte.

Responsables del FBI citados de forma anónima por la agencia Reuters indicaron que la investigación también ha revelado una conexión con China. Los expertos en seguridad informática coinciden en que la infraestructura de Corea del Norte, un país cuya población no conoce Internet, para perpetrar estos ataques está respaldado por China. El presidente Barack Obama, sin embargo, ha descartado la implicación de “un tercer país”.

Originalmente publicado en El País




Internet: Hay, pero no te toca (respondiendo a Granma)

LA HABANA, Cuba, enero, 173.203.82.38 -El periódico Granma publicó en su página 2, correspondiente a la edición del jueves 24 de enero de 2013, una información firmada por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S. A. (ETECSA) sobre el cable submarino de fibra óptica que –Hugo Chávez mediante– conecta a Cuba con Venezuela, pasando por Jamaica, para ampliar y mejorar el servicio de Internet. Hasta ahora, el tema del controvertido cable figuraba entre los secretos mejor guardados por los druidas verdeolivo, solo superado en sacramento por la salud de Castro I y la del presidente venezolano.

Se afirma en la nota que desde el pasado 10 de enero se habían comenzado a realizar pruebas de calidad del tráfico de Internet sobre el sistema, llamado ALBA-1, “con el fin de normalizar esta vía de comunicación”, aunque se señala que éste ya se encontraba “operativo” desde agosto de 2012, “cursando tráfico de voz correspondiente a telefonía internacional”.

Quizás para aplacar posibles entusiasmos, la prensa informa que una vez terminado el proceso de pruebas –en fecha no especificada– la entrada en operaciones del mencionado cable “no significará que automáticamente se multipliquen las posibilidades de acceso” ya que para ello “será necesario ejecutar inversiones en la infraestructura interna de telecomunicaciones y aumentar los recursos en divisas destinados a pagar el tráfico de Internet con el propósito de lograr el crecimiento paulatino de un servicio que brindamos hoy en su mayoría gratuitamente y con objetivos sociales”. Lo clásico: “Hay, pero no te toca”, porque –como se conoce– la información es un arma de liberación formidable.

Desde luego, el uso doméstico o libre de Internet no clasifica como objetivo social para las autoridades que administran (también) las comunicaciones, de manera que no hay que esperar demasiado de este cable. No tenemos novedades ni sorpresas en lo publicado por Granma. De hecho, la mayoría de los cubanos deben haber quedado impertérritos ante la información. Para la media de la población cubana la Internet es algo así como una religión de sectas: algo inalcanzable que hasta ahora habitaba en el cielo lejano de los satélites de comunicación, un misterio a cuyo culto se llega solo por méritos extraordinarios, tal como ocurría cuando debían ganarse el derecho a adquirir los efectos electrodomésticos soviéticos, allá por las décadas de los 70’ y los 80’.

Es decir, si se aplica la máxima popular de que lo que no se conoce no se necesita, se podría concluir que muchos cubanos “no necesitan” Internet.  Solo un mínimo porcentaje –como los médicos, algunos artistas y otros especialistas selectos– tiene asignada una cuota “gratuita” exacta (y exigua) de conexión a una ciber-entelequia llamada “Intranet”. Un sector privilegiado con posibilidades más amplias de conexión es el selecto clan de los voceros oficiales, pregoneros del régimen  –dizque periodistas–, que acceden a las páginas web de la prensa extranjera para digerir las informaciones que después entregarán al público de la Isla, ya seleccionadas, manipuladas y convertidas en info-excrecencias o desinformaciones. Un proceso perfectamente diseñado para perpetuar en la población el efecto zombie.

Obviamente, todos estos “usuarios” oficialmente autorizados, sin excepción, son monitoreados “desde arriba” y controlados de las más diversas formas. El sistema de ciber-vigilancia determina las páginas que pueden ser consultadas, a  cuáles se negará el acceso y qué tiempo emplea el usuario en cada una. Si algún pícaro más capacitado o audaz toma un atajo o utiliza un proxy para acceder a sitios censurados, corre el riesgo de ser detectado y sancionado incluso con la pérdida del trabajo. Huelga decir que con esto pierde también su “derecho” a la conexión. El estado policial que se vive en la realidad cubana ha sido perfectamente trasvasado al ciberespacio.

Para obtener el símbolo de privilegio de estos tiempos en la Isla, Intranet, o al menos una cuenta de correo electrónico –accesible a muchos ojos espías–, es preciso pertenecer a una tribu de iniciados cuya primera condición imprescindible es la fidelidad (real o supuesta) al gobierno. No obstante, los ungidos que superan la prueba de los tamices del rito de iniciación oficial no constituyen una comunidad igualitaria sino que se dividen en castas y gradaciones de ciber-privilegios según la utilidad que cada quien implique para el beneficio del sistema. Cuanto más confiable sea el usuario, tanto mayor será su rango de acceso, pero igualmente mayor el control sobre él.

Pero no es en este complejo sistema de prebendas y castigos donde estriba la verdadera perversión. Lo realmente morboso del asunto es que los programas lectivos de la Isla, desde la educación primaria hasta el nivel superior, incluyen el conocimiento de la computación como asignatura imprescindible, y que el gobierno creó desde los años 80’ todo un entramado de espacios especializados en técnicas de la informática y las comunicaciones –conocidos como “Jóvenes Clubs”– en los que se han graduado miles de cubanos que después no tendrán la menor posibilidad de acceder a la red de redes ni a aplicar en su esfera profesional y personal los conocimientos adquiridos. Una lógica retorcida que estimula el dominio de la tecnología a la vez que restringe su uso.

Mientras, la propaganda oficial refuerza la falacia del sistema desde sus propios medios de difusión proyectando la imagen de un país totalmente informatizado. Casi todos los programas televisivos, en especial los informativos, hacen alguna alusión al ciberespacio cual si estuviera al alcance de todos. De hecho, cada televisora nacional o local y cada institución oficial tienen su propia página web y hasta invitan a los asombrados televidentes a consultarlas. La contradicción que supone Internet para el gobierno se refleja tanto en el discurso como en la práctica. Así, mientras los analistas de los medios oficiales hablan del potencial peligro que subyace en el uso generalizado de las nuevas tecnologías –como favoritas de los terroristas y ventana que se abre a las agresiones enemigas, entre otros males de los cuales nos protegen las bondades del sistema–, su uso se otorga como prebenda y su suspensión se concibe como castigo.

Pero también existe otra máxima popular que afirma que la necesidad es la madre de la invención. Por eso se explica que los cubanos que han tenido la posibilidad de conocer Internet y navegar libremente por el ciberespacio se las agencien para conectarse de cualquier manera, ya sea a través de sus teléfonos móviles, utilizando una conexión clandestina o alquilando por horas las cuentas asignadas por el gobierno a algunos elegidos de dudosa fe a precios siempre más ventajosos que los que ofrecen los cibercafés de los hoteles de la capital, en los que también se puede acceder a la Internet.

Para acceder desde los hoteles se precisa disponer de una “módica” suma en moneda convertible (CUC), que para una hora de conexión oscila entre los 6 (144 pesos en moneda nacional) y los 12 (288 pesos), en dependencia de la categoría del lugar y de la relativamente mayor o menor calidad de ésta. Una cantidad abrumadora de dinero para cualquier bolsillo del cubano común pero perfectamente accesible si se tiene alguna fuente extra de financiamiento en divisas.

Por el momento, parece que el uso de Internet seguirá estando más controlado en Cuba que el dengue y el cólera, pero sin dudas la entrada en servicios del cable no deja de ser una buena noticia. La experiencia ha demostrado que lo prohibido y lo oculto tienen un atractivo tan especial que la gente acaba por conseguirlo, como ha ocurrido con las redes clandestinas de televisión por cable, afanosamente perseguidas por las fuerzas represivas, y hoy están más extendidas que nunca. Por otra parte, la blogósfera alternativa ha sido capaz de surgir y crecer constantemente aun con las limitaciones de acceso que tenemos, de manera que con el cable probablemente se potenciarán formas alternativas de conexión a Internet.

A la vez, a pesar de la orfandad tecnológica y del desamparo informático que padecemos, en Cuba existen amplios sectores de la población perfectamente aptos para utilizar Internet. A despecho de las restricciones oficiales, las informaciones y el conocimiento se han difundido gracias a otro invento no patentado, que convencionalmente llamaré Infranet: esa red subterránea que se mueve espontáneamente entre nosotros gracias a la solidaridad y la voluntad de muchos cubanos que desde hace años hacen circular en discos y en memorias, de un ordenador a otro y de una punta a otra de la Isla los bytes de la esperanza.

Enlace relacionado: La Singularidad