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Continúan las amenazas de desalojo campesino sobre la familia Ruiz Urquiola

Ruiz Urquiola

Ruiz Urquiola
Omara Ruiz Urquiola con Victoria, una de las carneras envenenadas. Foto del autor

LA HABANA, Cuba.- Este jueves Omara Ruiz Urquiola recibió una visita del Ministerio de la Agricultura (MINAGRI) en la que le notificaron que la finca recibía una mala evaluación. Este constituye el preámbulo para retirarles el usufructo que poseen desde mayo de 2016.

“Vinieron del MINAGRI a que firmara la evaluación de mal para la finca. Cuando se den su propia M, entonces firmo”, declaró la profesora en su perfil de Facebook.

Según lo establecido en el Decreto ley No. 358, “sobre la entrega de tierras estatales ociosas en usufructo”, del 20 de julio de 2012, el contrato de usufructo se extingue por, Artículo 12.1., inciso k) incumplimiento de las obligaciones establecidas en el contrato de usufructo o en los que suscriba para comercializar sus productos; e inciso t) manifestar una conducta moral y social contraria a los principios éticos de nuestra sociedad.

Aunque Omara reconoce que no han podido entregar todos los productos que les exige el MINAGRI para mantener el usufructo, también afirma que ello se debe a todo el asedio que han recibido por parte de las autoridades, quienes no han dado respuesta a las denuncias de los atropellos a las siembras y a los animales.

Este jueves la activista Liu Santiesteban, en su programa Despierta Cuba, dio a conocer una grabación realizada el 30 de enero del presente años en la finca. En el video se muestra a Ariel Ruiz Urquiola cuando encara a Jesús Pérez López, director de la Empresa Agroforestal La Palma, la misma persona que, sin potestad legal alguna, lo inhabilitó para trabajar el café pese a que ya lo tenían sembrado.

“Usted es un violador de Derechos Humanos. Váyase de aquí, en mi casa no lo quiero”, le indicó Ariel a este individuo.

Por su parte, Omara, la hermana de Ariel, refiere: ¿Con qué moral nos van a exigir que entreguemos café si ellos nos prohibieron trabajarlo? Esto no es más que un plan mancomunado del gobierno y de la dirección de la agricultura para que nosotros nos vayamos de aquí; y detrás de todos ellos debe estar la Seguridad del Estado (SE)”.

Desde 2016 la familia ha padecido los actos represivos por parte de la SE, tanto por pensar diferente como por enfrentarse a las estructuras del poder de Viñales, municipio de Pinar del Río, quienes imponen cada vez más trabas al campesinado de la región.

Ariel fue encarcelado en 2018 acusado de desacato luego de enfrentarse a unos guardabosques (MININT) que irrumpieron en su propiedad. Fue liberado por “licencia extrapenal” tras declararse en huelga de hambre en denuncia a todas las injusticias que contra él se estaban cometiendo.

En noviembre de 2019, el biólogo denunció que el régimen cubano le había inoculado el virus de VIH. Según los estudios realizados por especialistas, la inoculación coincide con el período en que estuvo en huelga de hambre y de sed en la sala de penados del Hospital Provincial Abel Santamaría en la capital pinareña.

De igual forma, en julio último Omara fue expulsada del Instituto Superior de Diseño (ISDI) en donde laboraba como profesora desde hacía más de diez años. La justificación fue que su despido se debía a “razones administrativas”, pero Omara advirtió que ello se debía a su postura contraria a la dictadura en Cuba.

La odisea de estos hermanos ha sido constante. En el último mes, Omara ha denunciado en su perfil de Facebook que varios de sus animales están muriendo de forma misteriosa y todo parece indicar que es producto de un envenenamiento.

“Están aniquilándonos el rebaño de carneros, nos han desbaratado una y otra vez viveros de café, de cacao y de plantas forestales y comestibles”, declaró la profesora.

Asimismo, fueron la única casa a la que no le pusieron luz eléctrica cuando habilitaron el servicio a todas las familias de la sierra.

Los hermanos Ruiz Urquiola junto a su madre, Isabel Urquiola, han presentado varias quejas y reclamaciones tanto al MINAGRI como al Gobierno de Viñales. Ninguna ha sido respondida, por el contrario, ha aumentado el asedio.

“Lo único que ha hecho el MINAGRI —denuncia Omara— es dar luz verde a todos los ataques a la finca para al final, cuando recogen los productos, decir que nosotros incumplimos. Han sido los protectores de la criminalidad sobre la finca. Van a seguir matando, solo ese camino les queda, como han venido asesinando a Cuba”.

“No pago una multa más —añadió— y me van a bajar tinta en sangre y envuelta en una bandera. Los voy a esperar”.

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Encargada de Negocios de EE.UU. en Cuba visita a hermanos Ruiz Urquiola

MIAMI, Estados Unidos.- La Encargada de Negocios de Estados Unidos en La Habana, Mara Tekach, visitó este fin de semana la finca de Omara y Ariel Ruiz Urquiola, en Viñales, Pinar del Río, según una publicación en Facebook de la Embajada de EE.UU. en Cuba.

“Este fin de semana tuve el placer de visitar la finca de Ariel y Omara Ruiz Urquiola en Viñales, donde llevan a cabo un verdadero proyecto agro-ecológico”, dijo la funcionaria estadounidense, publicación que acompañó con una foto en la que se ve junto a los hermanos en la finca.

“Ellos son ejemplo de la creatividad y el amor al trabajo de los cubanos. Y demuestran la importancia de que la producción de alimentos esté en manos de a quién debe beneficiar: el pueblo cubano”, agregó.

La diplomática de Estados Unidos es una fiel defensora de los derechos humanos, desde Cuba ha denunciado en varias ocasiones las violaciones a las que el régimen de la isla somete a sus ciudadanos. Así mismo, se ha dado a la tarea de visitar a periodistas independientes, así como activistas y miembros de la sociedad civil en Cuba.

Por su parte, los hermanos Omara y Ariel Ruiz Urquiola se han visto atrapados en una campaña de hostigamiento y represión por parte del régimen comunista de La Habana. A Omara el pasado mes de agosto de 2019 la despidieron como profesora del Instituto Superior de Diseño de Cuba (ISDI).

Ariel Ruiz Urquiola también se ha visto bajo la represión del gobierno, estuvo preso en Pinar del Río, en 2018, bajo los supuestos cargos de “desacato”, y liberado por problemas de salud, después de una huelga de hambre y sed que llevó a cabo.

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Los hermanos Ruiz Urquiola y su Edén en la Sierra del Infierno

hermanos Ruiz Urquiola

LA HABANA, Cuba.- El principal obstáculo de los emprendedores cubanos es la angustia de remplazar el pensamiento propio de prosperidad por el esquema oficial, que no contribuye ni muestra resultados.

El actual desarrollo de la granja agroecológica impulsada en el Parque Nacional de Viñales por el Doctor en Ciencias Biológicas Ariel Ruiz Urquiola, demuestra con avances el valor de la iniciativa propia. Sin embargo, detrás del progreso se ocultan innumerables obstáculos, en su mayoría, agregados por el esquema diabólico del régimen que parece tener como objetivo frustrar el proyecto de la familia Ruiz Urquiola en la Sierra del Infierno.

Comprometida con el desarrollo de la biogranja, Omara Ruiz Urquiola comparte no solo lazos consanguíneos con Ariel. La profesora universitaria está unida a la suerte del biólogo en todo, incluso, por haber sido expulsada del sistema docente a causa de expresar pensamiento propio.

Recientemente recorrimos con Omara la hacienda que la familia trabaja en usufructo. El aroma en las parcelas de frutales nos reveló la energía con la que se trabaja la tierra, sobre todo, cuánto más se puede lograr sin los obstáculos agregados por la mano del hombre.

Inclinados por la singularidad de los conocidos mogotes pinareños, el suelo calizo cultivado en la hacienda comienza a presumir variedades de plátano, mango, mamey, frutabomba y guayaba, a las que se agregan la cosecha de varios tipos de cítricos, así como el rescate de frutas como el níspero, el caimito rojo o blanco, entre otras especies vegetales.

Caminar la granja, cautivados por sus logros, nos aplana la pendiente subida por los hermanos Ruiz Urquiola para impulsar el proyecto hasta el peldaño actual. Lo que ahora parece el jardín del Edén, fue por mucho tiempo un área infértil en la Sierra del Infierno.

Omara recuerda que desde el propio asentamiento de la familia en la localidad las siembras sufrieron la invasión de puercos que algunos lugareños crían silvestres.

Recordemos que la denuncia pública realizada por Ariel sobre la invasión de cerdos a su propiedad, desató una serie de agresiones contra la familia que culminaron en el encarcelamiento del científico.

“Aquí no había plantado nada”, relata Omara, mientras describe el uso que se le daba al suelo.

“Estas tierras se dedicaban a la cría incontrolada de puercos asilvestrados. Donde esos animales encuentran algo de comer, arrasan (…) Eso es lo que nos ha pasado con la caña y los semilleros de árboles frutales”.

Esta práctica no solo atenta contra la producción de la granja, también daña las especies vegetales del Parque Nacional de Viñales. Sin embargo, se mantiene como un mal sin perspectivas de solución, aupado por la colaborativa pasividad de las autoridades.

Café con aroma perseverante

El café robusta sembrado en la granja se cosecharía con éxito si “solo nos dejaran trabajar”, afirma Omara.

“Después de haber plantado el café nos prohibieron intervenir para sanear; este primer tiempo de la planta es el más importante. Eran mil posturas de café, muchas fallaron porque no nos dejaron entrar a la plantación para atenderlo”.

Cuando el café está a punto de ser cosechado, la delegación agrícola de la localidad se mantiene sin otorgar el permiso para la poda selectiva de ramas en los árboles que no representan importancia forestal. Esta actividad es necesaria para que el sol llegue hasta la plantación de café.

La perseverancia de los hermanos Ruiz Urquiola se robustece con los desafíos. En estos momentos luchan contra los molinos oficiales para plantar café caturra, una especie de mejor calidad.

“Pudiéramos estar en la fase de regar el semillero”, asegura Omara, pero agrega que en esta ocasión los obstáculos comenzaron temprano.

“Cuando fuimos a comprar a la agricultura las bolsas de polietileno para iniciar el semillero, la económica del lugar nos dijo que no se podían vender. Esto actúa contra el compromiso que tenemos con el Ministerio de la Agricultura sobre la plantación de café. Nos fustigan desde el principio para que no cumplamos las entregas. La parte estatal se ha dedicado a entorpecer nuestro trabajo. Esta es la forma en la que quieren expropiarnos el usufructo”.

El arroyo que pasa por el límite noreste de la finca corresponde en usufructo a los Ruiz Urquiola. La fuente acuífera es esencial para el desarrollo de las plantaciones de café y cacao, pero el terreno se encuentra en la propiedad equivocada.

El compromiso de las autoridades agrícolas de actualizar el territorio en el registro administrativo se mantiene en contrapunteo con la insistencia de Omara, quien nos dijo: “Esta semana volveré, por tercera ocasión, a solicitar que se haga efectivo el compromiso de hacer una visita con catastro para trazar los límites. No pedimos más nada, solo que se respeten los límites”. 

Los frutos humanos

El trabajo para hacer producir la tierra también ha rendido beneficios en las relaciones sociales. Quienes al inicio pensaron que sería una tarea fácil y lucrativa, culminaron por abandonar el proyecto.

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Omara Ruiz Urquiola. Foto captura de pantalla

Omara considera que la seriedad del trabajo actuó como un filtro, que terminó por galardonar a la granja con excelentes colaboradores.

“Siempre hemos priorizado un alto nivel de compromiso por la preservación de todas las especies. Aquí no se permite cazar jutías, ninguna especie. Cuando muchos vieron que la cosa iba en serio se fueron retirando, porque no tenían un compromiso ético con el desarrollo sostenible de la localidad”, que ostenta la categoría de Paisaje Cultural de la Humanidad.

En estos momentos la tierra es trabajada por voluntarios de todos los lugares del país, comprometidos con la preservación de las especies, a los que Omara describe como “personas ilusionadas por un proyecto de conservación de la naturaleza”.

A la granja agroecológica le falta por vencer infinidad de desafíos, pero no cabe duda de que quienes trabajan en el empeño lograrán lo que se propongan. Para los Ruiz Urquiola es un reto que le da color a la voluntad que ellos se niegan a ver palidecer.

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