LA HABANA, Cuba. — Hay una foto tomada en diciembre de 1956 en los estudios Sun Records (Memphis, Tennesee), donde aparecen junto a Elvis Presley, que está sentado al piano, otros tres grandes del rock and roll que por entonces se iniciaban: Johnny Cash, Carl Perkins y Jerry Lee Lewis. El Million Dollar Quartet (el cuarteto del millón de dólares), como lo bautizó la prensa norteamericana de la época, ha vuelto a reunirse en la eternidad: Jerry Lee Lewis, el último de los cuatro que aún vivía, falleció el pasado 28 de octubre, a los 87 años.
En la gloria —nunca tan bien empleada la palabra— estará también junto a Chuck Berry y Little Richard, los arquitectos del rock and roll que pudieran ser igualmente considerados reyes.
Si alguien merece el calificativo de “pionero del rock and roll” es Jerry Lee Lewis. Hizo su primera grabación en 1952, cuando solo tenía 17 años y el término aún no había sido acuñado. Cinco años después, en 1957, había alcanzado el estrellato con sus atrevidos temas Great balls of fire y Whole lotta shaking goin’ on, disputándole el trono al mismísimo Elvis.
Con su trepidante mezcla de country y rhythm and blues y su explosiva presencia escénica Jerry Lee Lewis se convertiría en el más espectacular piano man del rock e influiría en los principales intérpretes del género durante las dos décadas siguientes, desde los Beatles y los Rolling Stones hasta Led Zeppelin.
Si no llegó más lejos fue por su personalidad demasiado rebelde e irreverente para su época, las alusiones sexuales en sus canciones y los escándalos en que se vio envuelto. El peor fue cuando contaba 22 años y se descubrió que, sin haberse divorciado de su segunda esposa, había falsificado documentos y contraído matrimonio en secreto con su prima Myra Brown, quien aún no había cumplido los 14 años.
Aquello casi le cuesta la carrera. Poco faltó. Pero hoy hubiese sido mucho peor. Lo más probable es que por abuso de menores lo hubieran cancelado y condenado al olvido. Y es que el actual puritanismo ultra-liberal, con tanta exageración en las prohibiciones, la corrección política y la (in)cultura de la cancelación, está a punto de superar a la más rancia mojigatería conservadora del siglo pasado.
Por suerte para los amantes del rock, Jerry Lee Lewis resultó imbatible ante todo —censores, enfermedades, tragedias personales— y nos siguió deleitando con su música hasta sus últimos días. A los 71 años, y pese a sus quebrantos de salud, demostró que seguía sonando como siempre, o mejor, en un disco de 2006 que lleva un título muy elocuente: Last man standing (El último en pie).
En dicho álbum, donde se paseó por el country, el rock y el blues, fue acompañado, entre otros, por Mick Jagger, Keith Richards, Ringo Starr, Little Richard, Bruce Springsteen, Jimmy Page, Rod Stewart, Willy Nelson, John Fogerty, Neil Young, Buddy Guy y BB King. Fue el mejor modo que encontraron todos ellos de homenajear a quien fuera uno de sus grandes maestros.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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