MIAMI, Estados Unidos. — Víctor Manuel Rocha, exembajador estadounidense acusado de espiar en favor del régimen cubano por más de cuatro décadas, también habría trabajado secretamente para debilitar el embargo.
Diversas fuentes han confirmado que Rocha era conocido por ser un republicano fervientemente anticomunista, un personaje que el mismo exfuncionario fue moldeando con el paso del tiempo.
En un evento de 2004 en la Universidad de Miami, Víctor Manuel Rocha abogó por mantener el embargo contra Cuba, argumentando que levantarlo antes de la muerte de Fidel Castro no conduciría a la democracia, sino a una sucesión dentro del mismo sistema comunista.
Sin embargo, Rocha confesó ante un agente encubierto del FBI que su postura “de derecha” era parte de una actuación siguiendo órdenes de la inteligencia cubana, según revela una grabación en video citada en una acusación federal. Pero sus actividades no se limitaban a esto.
Según publica El Nuevo Herald, en secreto, Rocha lideró esfuerzos para adquirir derechos sobre propiedades estadounidenses confiscadas durante los primeros años de la Revolución. Posteriormente, buscó promover inversiones en la Isla para debilitar el embargo. Los cargos recientes plantean interrogantes sobre sus motivaciones y el interés del régimen cubano en estos reclamos.
El medio miamense señala que en 2007 Rocha y su socio Timothy Ashby intentaron comprar algunos de estos derechos de propiedad en Estados Unidos, trasladándolos a la empresa offshore Siboney LTD en la Isla de Man. La idea era negociar con el castrismo un acuerdo que involucrara oportunidades de inversión o capital.
Como los reclamos sobre propiedades confiscadas en Cuba son un obstáculo importante para la inversión extranjera en la Isla, Victor Manuel Rocha y Ashby buscaban una resolución que pudiera allanar el camino hacia la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Aunque La Habana rechazó los esfuerzos bajo la administración Obama, si el plan hubiera tenido éxito, ambos países podrían haber avanzado hacia una normalización completa.
El abogado Jason Poblete, experto en relaciones internacionales, sugiere que el régimen cubano ha estado buscando formas de eliminar las amenazas legales de las reclamaciones certificadas por Estados Unidos. En ese sentido, el jurista indica que Rocha podría haber desempeñado un papel importante.
En ese sentido, Poblete ha pedido al Departamento de Estado y al Congreso que investiguen las acciones de Rocha con respecto a los reclamos de propiedad.
Al reflexionar sobre el plan, el propio Timothy Ashby reconoce que podría haber beneficiado al régimen cubano, aunque en ese momento lo veían como una oportunidad de negocio que también beneficiaría a los estadounidenses.
“Ésta era realmente una forma de poner fin al embargo. Entonces, por un lado, sí, beneficiaría a los cubanos. Por otro lado, habría beneficiado a los titulares de derechos estadounidenses e incluso a los empresarios estadounidenses. Entonces lo vimos en ambos sentidos. Pero debo enfatizar que lo que vimos fue estrictamente una oportunidad de negocio, y otros inversores también la vieron. No pensamos que en realidad estuviera beneficiando al gobierno comunista cubano”, dijo Ashby en declaraciones recogidas por El Nuevo Herald.
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