SAN LUIS POTOSÍ, México.- El majestuoso Palacio de Valle es una mansión que terminó convirtiéndose en un ícono arquitectónico de Cienfuegos. Con un eclecticismo donde confluyen los estilos Barroco, Neoclásico, Morisco y Románico, la monumental obra fue declarada Monumento Nacional del Patrimonio Cultural de Cienfuegos.
Acisclo Valle comenzó a construir su mansión en 1913, en un terreno ubicado en el barrio de Punta Gorda y fue un regalo de bodas del padre de Amparo Suero, cuando esta se casó con Acisclo, un empresario español radicado en Cienfuegos.
Establecieron allí su residencia y las obras finalizaron en 1917, cuando ampliaron la “Quinta Morisca” existente y que previamente pertenenció a Celestino Caces.
El diseño fue realizado por un arquitecto de Cienfuegos, Pablo Donato Carbonell, y ejecutado bajo la supervisión del ingeniero civil italiano Alfredo Colli Fanconetti.
Levantaron el ecléctico edificio con un costo de un millón y medio de pesos. Artesanos franceses, árabes, italianos y cubanos trabajaron con mármol, alabastro, latón, vidrio y cerámica importados de España, Italia y Estados Unidos.
El tallista español Antonio Bárcenas hizo la puerta de salida al jardín; el cienfueguero Frank Palacios fundó en bronce la baranda de la escalera principal, los escudos y los adornos del frente, además de los herrajes; el pintor cienfueguero Miguel Lamoglia decoró el despacho del dueño de la casa y pintó en cristales las alegorías de la escalera de mármol de Carrara.
Acisclo sólo disfrutó del Palacio durante tres años, pues murió en 1920 y lo legó a su mujer y sus siete hijos.
El Palacio de Valle, con cornisas que decoran las entradas de las diferentes salas, pinturas y coloridos mosaicos, se asemeja a una hermosa Kasbah marroquí, espacio fortificado donde se asentaba el sultán.
La planta central de la mansión está precedida por dos esfinges animales, con cabeza y pecho de mujer y cuerpo y patas de león que personifican al sol.
La entrada conduce a un comedor de influencia mudéjar, que imita el famoso Patio de los Leones, de la Alhambra, en Granada.
En el suelo de cerámica figuran las iniciales del propietario, que se entrecruzan en un monograma. Sus columnas interiores y exteriores recuerdan a la Mezquita de Córdoba, en España.
El edificio culmina en tres torres: una estilo gótico romano, una india y una mignonette de estilo árabe, además de un cenador en el tejado.
Una escalera de caracol metálica conduce a una azotea con pérgolas y monaretes.
La propiedad fue abandonada en 1922, cuando la propietaria y sus hijos viajaron a España. Poco después, se convirtió en el Club de Cazadores durante algún tiempo. Fue tomado por la revolución castrista en 1959 donde se abrió más tarde una Escuela de Arte.
El Palacio de Valle funciona como centro lúdico-cultural donde se celebran diversos actos. Tiene un restaurante anexo al Hotel Jagua y un bodegón de comida cubana.
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