MIAMI, Estados Unidos. — El 15 de abril de 1452 nacía en Anchiano (Italia) Leonardo da Vinci, genio del Renacimiento que fue pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, botánico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista.
Una de las facetas más conocidas de da Vinci es la de sus numerosos diseños e invenciones, muchos de ellos adoptados e implementados exitosamente con posterioridad.
Entre los inventos más destacados que se le adjudican a diseños originales del genio italiano figuran el helicóptero, el submarino, la bicicleta, la máquina voladora y el paracaídas.
Es Leonardo da Vinci una figura muy conocida por los cubanos, quienes al menos le podrían identificar como el creador de la mítica Mona Lisa.
También podría afirmarse que son los cubanos dignos herederos de su infinita imaginación, y fe de ello dan los numerosos inventos creados en la isla para encontrar soluciones ante la pobreza y la escasez.
Transformar automóviles en embarcaciones, convertir carretas en piscinas ambulantes, fabricar calentadores artesanales, ventiladores caseros, plantas de energía con baterías de autos, antenas con bandejas de aluminio, lámparas de aceite, lentes de plástico, etc.
Algunos incluso han llegado más allá. En los últimos años se ha hecho célebre el ingeniero mecánico cubano Adolfo Rivera, quien logró ensamblar en el garaje de su casa el AR-9, primer prototipo de avión ligero de dos plazas construido en la isla.
El AR-9 fue concebido con un motor Rotax 582 austríaco de dos pistones y potencia suficiente para transportar a dos personas y un peso máximo de 400 kilogramos.
El pasado año, Rivera, quien es miembro de la Federación Cubana de Aviación Deportiva, todavía esperaba que las autoridades de la aeronáutica civil cubana acudiesen a su garaje-taller para darle el visto bueno a su aparato, cuya construcción autorizaron en el año 2012.