MIAMI, Estados Unidos. – El gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo en la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular de este jueves que “hay un manifiesto empeño imperial de crear un clima de inseguridad y de desconfianza ciudadana que fracture la unidad popular” en la Isla y que “constantemente se exagera cualquier hecho delictivo, fundamentalmente los casos con violencia y, en particular, los de violencia de género”.
En su discurso, en lugar de apuntar al aumento de crímenes violentos contra las mujeres, que suman 53 en lo que va de año, se enfocó en Estados Unidos, país donde, según señaló, “el deterioro social, la brutalidad policial, la criminalidad, los asesinatos, los hechos violentos en escuelas, se acrecientan cada día más”.
El gobernante cubano tampoco se refirió a la ola de violencia que atraviesa Cuba, sumida en una de sus peores crisis. En los últimos meses, medios independientes y grupos de activistas han informado de numerosos asesinatos a lo largo de la Isla, cuyo móvil ha sido el robo.
No obstante, en su intervención ante el Parlamento, Díaz-Canel también anunció una nueva ofensiva contra los crímenes, la falta de disciplina social y la corrupción. Además, cuestionó la “economía clandestina”, un fenómeno que ha sido creado e incentivado por el propio régimen.
Por otro lado, elogió la “sinceridad” y “honestidad” de los diálogos mantenidos por los diputados sobre estos asuntos, según informó el sitio oficial Cubadebate. El gobernante cubano citó estas discusiones como una muestra de su comprensión de la realidad y su determinación para mejorar la sociedad con el “anhelo de todos de alcanzar la prosperidad y la mayor justicia social posible que merece el pueblo cubano, como parte del proceso de construcción socialista”.
Según Díaz-Canel, los crímenes, la indisciplina social y la corrupción amenazan lo más sagrado del proceso socialista, la mayor justicia social posible y la seguridad ciudadana.
Díaz-Canel terminó su intervención con un llamado a una nueva campaña contra la especulación, la corrupción, la vagancia y otros comportamientos que calificó como “antisociales”. Insistió en la necesidad de combatir la evasión fiscal y de castigar a aquellos que se benefician del mercado ilegal de divisas. “No podemos permitir que quienes no trabajan y se mueven en un entorno ilegal ganen más y tengan mejores condiciones de vida que los que realmente trabajan y contribuyen a nuestra sociedad”, afirmó.