MIAMI, Estados Unidos. — El 19 de junio de 2018 fallecía en La Habana el escritor y poeta cubano Rafael Alcides, uno de los numerosos intelectuales cubanos que en vida fueron condenados al ostracismo por el régimen de Fidel y Raúl Castro.
Nacido en Bayamo el 9 de junio de 1933, Alcides cursó la primera enseñanza en su ciudad natal y el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Holguín y en las Escuelas Pías de La Habana (1946-1949).
Aunque realizó estudios de química industrial en la Escuela de Artes y Oficios de La Habana (1950), su vida estaría estrechamente ligada a las letras. Desarrolló una importante obra literaria en la que destacó su poesía innovadora y experimental, que a menudo traspasaba los límites de la literatura tradicional cubana.
Rafael Alcides formó parte de la generación de poetas cubanos conocida como la “Generación de los 50”, que incluía figuras como Carilda Oliver Labra, Pedro de Oráa, Rafaela Chacón Nardi, Manuel Díaz Martínez, entre otros.
A través de la escritura, Alcides reflejó sus experiencias personales y el clima social y político de Cuba. Fue sumamente crítico con el régimen cubano y sus restricciones a la libertad de expresión. En consecuencia, su trabajo fue censurado y enfrentó la persecución de las autoridades.
A pesar de haber sido ninguneado por las autoridades culturales de la Isla durante sus últimas décadas de vida, Alcides nunca abandonó Cuba.
Entre su obra destacan los poemarios Gitana (1962), La pata de palo (1967), Y se mueren, y vuelven, y se mueren (1989), Agradecido como un perro (1990), Nadie (1993) y Noche en el recuerdo (1989).
Pese a la censura de la fue víctima, la contribución de Rafael Alcides Pérez a la literatura cubana es significativa, pues desafió las normas establecidas y abrió el camino a las futuras generaciones de escritores. Su estilo experimental y compromiso con la libertad artística dejó un impacto duradero en el panorama literario de Cuba.