MIAMI, Estados Unidos. — El submarino Titán, especializado en hacer recorridos hacia los restos del Titanic, continúa desaparecido en aguas del océano Atlántico.
De acuerdo con The New York Times, un equipo internacional continúa la búsqueda de la embarcación, que transportaba a cinco pasajeros para explorar el sitio del naufragio del legendario transatlántico, ubicado a casi cuatro kilómetros de profundidad.
El sumergible llevaba oxígeno para unas 40 horas, por lo que las unidades de rescate aceleran los trabajos con el imperativo de encontrar con vida al conductor del aparato y a los cuatro turistas que le acompañaban, quienes debieron pagar 250.000 dólares por el recorrido.
Según el medio neoyorquino, en la búsqueda participa un equipo internacional formado por guardacostas estadounidenses y canadienses, buques comerciales, boyas sonar y aviones.
Contrario a lo que muchos podrían pensar, Titán dista mucho de ser un submarino al uso. En realidad, se trata de un sumergible sumamente básico que establece comunicación con el buque nodriza por mensajes de texto.
La desaparición del sumergible ha desatado la polémica sobre las condiciones en que operaba el mismo. En ese sentido, resalta el testimonio de David Pogue, un corresponsal de CBS News que el año pasado participó en una expedición de OceanGate y que narró cómo fue su experiencia a bordo de uno de esos submarinos.
“No pude evitar darme cuenta de cuántas piezas de este submarino parecían improvisadas. El pilotaje de la nave se ejecuta con un controlador de videojuegos”, dijo reportero.
El sumergible Titán fue construido con fibra de carbono y titanio para soportar la intensa presión del mar a gran profundidad.
El diario londinense Daily Mail reveló que, previo la inmersión hacia los restos del Titanic, los tripulantes de la nave deben aceptar y firmar un documento en el que eximen a la empresa organizadora del viaje de cualquier responsabilidad en caso de accidente. El texto señala: “Este buque experimental no ha sido aprobado ni certificado por ningún organismo regulador y podría provocar lesiones físicas, traumas emocionales o la muerte”.
A bordo del sumergible Titán se encontraban el multimillonario y explorador británico Hamish Harding , de 58 años; el empresario pakistaní radicado en el Reino Unido Shahzada Dawood (48) y su hijo, Sulaiman Dawood (19); el piloto de la Armada francesa Paul-Henry Nargeolet; y el director ejecutivo de OceanGate, Stockton Rush.