LA HABANA, Cuba. – La noche del 14 al 15 de abril de 1912, las aguas heladas frente a las costas de Terranova se tragaron el mayor portento de la ingeniería naval visto hasta el momento. El RMS Titanic, un trasatlántico británico perteneciente a la naviera White Star Line, realizaba su viaje inaugural de Southampton a Nueva York con 2.208 personas a bordo, desde inmigrantes que marchaban a América para probar suerte, hasta famosos millonarios que habían pagado jugosas sumas para no perderse la travesía ―prematuramente celebrada― en el buque más grande, lujoso y tecnológicamente avanzado de su época.
A las 11:43 de la noche del 14 de abril, el Titanic colisionó contra un iceberg. Se estima que alrededor de 1.500 personas murieron por golpes, caídas, ahogamiento e hipotermia durante las casi tres horas que duró el naufragio. A las 2:20 de la madrugada del día 15, el imponente barco se hundió, causando una tremenda conmoción en el mundo entero, pero sobre todo en Estados Unidos y Reino Unido.
En lugar de la pompa y las loas vaticinadas el día de la partida desde el puerto de Southampton, noticias de la tragedia llenaron los titulares. La causa del naufragio fue la mezcla de varios factores, entre ellos la imprudencia de viajar a máxima velocidad y desoír los informes sobre la presencia de icebergs, emitidos por distintos barcos que navegaban en el área. Por otro lado, el Titanic no tenía suficientes botes salvavidas, y su tripulación, confiada en que el barco era invencible, no había sido preparada para un desastre de tal índole y magnitud.
Otro grave error ocurrió a la hora de evacuar, pues a los pasajeros de clase alta no se les informó claramente de lo acontecido. Para que no entraran en pánico, les dijeron que se trataba de un simulacro, les repartieron salvavidas y les pidieron subir a cubierta para abordar los botes. Muchos no lo hicieron a tiempo, pues no entendieron la gravedad de la situación.
Esa noche, en que la mayoría de los muertos fueron personas de clase humilde, también perecieron acaudaladas personalidades como Benjamin Guggenheim y John Jacob Astor IV. Se estima que 817 personas sobrevivieron al naufragio.
La tragedia del Titanic ha originado numerosos mitos y leyendas. Tomando como referencia el testimonio de los sobrevivientes, se ha procurado reconstruir los hechos con la mayor veracidad posible, y varias obras de ficción han sido sometidas al escrutinio del gran público, con mayor o menor fortuna.
La más exitosa ha sido, sin dudas, el filme Titanic, del realizador James Cameron, protagonizada por Kate Winslet y Leonardo DiCaprio. El largometraje combina peripecias ficcionales y una improbable historia de amor con datos reales sobre la catástrofe, logrando mantener la atención de la teleaudiencia durante más de tres horas de drama, intensificado a partir de la colisión y con un final que hizo llorar a media humanidad.
El hundimiento del Titanic aportó mucha información valiosa que posteriormente tributó a la seguridad marítima; mientras que el filme de James Cameron ganó 11 premios Oscar y recaudó más de 2.000 millones de dólares durante su estreno en 1997 y su reestreno en 3D, en el año 2012, convirtiéndose en el filme más taquillero de la historia hasta que fue superado por Avatar, en 2009.