LA HABANA, Cuba, 20 de mayo de 2013, Leonel Alberto Pérez Belette/ 173.203.82.38.- El modelo tácito en el poema martiano Cultivo una rosa blanca, como plataforma de convergencia y diálogo entre cubanos, sirvió recientemente (jueves 16 de mayo) como tema medular de una misa celebrada en la Catedral de La Habana, dedicada al más universal de los cubanos: José Julián Martí Pérez.
En esta oportunidad, la liturgia fue acompañada por el estreno mundial de Misa a Martí, excelente obra adaptada de versos de Dulce María Loynaz, compuesta por el cellista Alejandro Martínez, con solo 24 años y recién egresado del Instituto Superior de Arte (ISA), quien invitó para la interpretación al Coro Juvenil de la Escuela Nacional de Arte (ENA), solistas del Teatro Lírico y bisoños instrumentistas, bajo la dirección de Marisol Cao Milán.
Celebración cuya puntual homilía recayó en el presbítero Yosvany Carvajal Sureda, Párroco del Sagrario de la Catedral y Rector del Centro Cultural Padre Félix Varela (CPFV), una institución esta última que, desde 2011 y en los predios del otrora Seminario San Carlos y San Ambrosio, se consagró a la formación antropológica y cultural.
Es la segunda oportunidad en que un servicio religioso de esta naturaleza acontece en la Isla, gracias a la iniciativa del artista plástico cubano Kamil Bullaudy, quien logró unir a un grupo de jóvenes creadores, junto a otros ya consagrados, en el empeño de ambientar el culto, con sus obras; además de una expo conjunta abierta en los anteriores claustros del CPFV.
Bullaudy, el pintor oficialista, ya había realizado un homenaje similar, pero en la Parroquia del Santo Ángel Custodio, en enero de 2012, como parte de la Bienal de artes plásticas de La Habana.
La afluencia fue notable para una misa que no se publicitó suficientemente; pero en la que, en ambiente de respeto, se sentaron, juntos, religiosos, hermanos de diferentes denominaciones y fraternidades, artistas, diplomáticos; fieles del Apóstol de los más diversos estratos sociales y tendencias políticas; además de representantes de entidades gubernamentales y también un ex ministro de Cultura, Armando Hart, quien durante sus funciones de gobierno había mantenido una postura marcadamente ortodoxa. Hart, con 83 años, aparece en silla de ruedas, excepcionalmente en este tipo de celebraciones.