MADRID, España.- David López Alfonso e Ismael Hernández Chirin, los dos ciudadanos cubanos que llegaron a Cayo Hueso el pasado 25 de marzo a bordo de un ala delta motorizada, culminaron sus entrevistas de “miedo creíble” ante las autoridades de inmigración de los Estados Unidos, como paso previo e indispensable para la concesión de asilo.
Según explicó a CiberCuba el abogado de ambos, Willy Allen, las declaraciones terminaron la pasada semana y durante la actual debe conocerse la decisión sobre el procesamiento de sus respectivos asilos.
“Estamos esperando ahora una respuesta de la Oficina de Asilo de USCIS [Departamento de Inmigración y Ciudadanía] sobre la aceptación del asilo político”, señaló el letrado, quien además precisó que las entrevistas sobre “miedo creíble” se extendieron durante más de tres días.
“Creo que tenemos un caso fuerte y estoy muy satisfecho con el testimonio brindado por ellos en las entrevistas. (…) Ambos fueron suficientemente honestos y consistentes en sus declaraciones”, señaló Willy Allen a CiberCuba.
David López Alfonso, de 39 años de edad, e Ismael Hernández Chirin, de 28 años, trabajaban en el polo turístico de las Playas del Este, en La Habana. Tras trascender su arribo a los Estados Unidos en el ala delta, el Club de Aviación de Cuba denunció el suceso y exigió sanciones para ambos aviadores, así como “la devolución del equipo sustraído”.
A su llegada los pilotos fueron detenidos y puestos bajo el correspondiente proceso de deportación. Sus familiares se han mantenido pidiendo que no sean devueltos a la Isla, por temor a las represalias del régimen cubano.
El peculiar medio de trasporte en que llegaron López Alfonso y Hernández Chirin a Florida es tradicionalmente usado en deportes de riesgo. De modo general está formado por un parapente motorizado unido a un arnés especial y permite planear largas distancias.