Abono
peligroso
William Herrera Díaz
LA HABANA, mayo (www.cubanet.org) - El gobierno cubano ha venido enfrentando
serias dificultades para paliar la disminución de abono desde finales de
la década del 80, cuando se acabaron los créditos soviéticos.
Entre 1989 y 1992 se redujeron las existencias de abono en un 77 por ciento (de
un millón 300 mil toneladas métricas a 300 mil) , mientras que en
el año 2000 disminuyó 65 por ciento en comparación con
1989.
Para enfrentar la escasez de este producto necesario en el ramo de la
agricultura, en el principal cultivo del país, la caña de azúcar,
se utilizan abonos líquido-gaseosos a base de amoniaco, sobre cuyo uso no
hay experiencia en Cuba.
Trabajadores dedicados a las labores de abonar con este producto confirman
que la efectividad del mismo es buena, aunque señalan que posee una
negativa acción insecticida. Pero la mayor preocupación radica en
las medidas de seguridad necesarias para que los trabajadores agrícolas
manipulen esta sustancia.
Fuentes confiables explican que los tractores usados para regar este abono a
base de amoniaco han sido equipados con grandes cilindros en los cuales se
transporta el gas a presión, que al entrar en contacto con la presión
de la atmósfera se convierte en líquido. Pero los conductores de
estos vehículos deberían usar traje, calzado, guantes y máscaras
especiales que los protejan de la nocividad de los vapores del amoniaco ya que éstos
pueden causar la muerte por asfixia o enfermedades respiratorias o en la piel.
"La verdad es que en la actualidad no contamos con ninguno de estos
medios de seguridad" -reveló una fuente vinculada al sector cañero.
En enero de este año un trabajador agrícola fue hallado muerto
por asfixia mientras conducía un tractor que abonaba con esta sustancia
amoniacal en Camagüey.
En este mismo mes, pero en Florida, provincia Camagüey, se produjo un
escape de amoniaco en un centro de distribución de este producto que forzó
a los habitantes del lugar a abandonarlo aterrorizados, mientras la nube tóxica
y el penetrante olor característico del amoniaco invadían la zona.
"La gente montaba en cualquier medio de transporte, los que partían
abarrotados de personas hacia el sur. Iban niños enfermos en brazos de
sus familiares, animales domésticos, todos huían sin ninguna
orientación de la Defensa Civil ni de los medios de comunicación.
La población se autoevacuó hacia el batey Conquista, a unos veinte
kilómetros de Florida" -recuerda un residente del lugar.
La fuente apuntó que felizmente el escape de amoniaco fue controlado
y no hubo que lamentar pérdidas de vidas humanas. "En el transcurso
de ese mismo día y del siguiente los habitantes de Florida fueron
regresando a sus viviendas. Sólo hubo algunas contusiones. En el regreso
predominaron las risas y las narraciones fantásticas. Fue un retorno al
modo cubano".
Es necesario tomar nota de estos hechos, y más importante aún
es que se garantice la seguridad de estos trabajadores en momentos que se
acerca, debido al final de la zafra, la época de mayor actividad en el
cultivo de la caña, con el consabido aumento de personas en los campos
expuestos al contacto con este abono a base de amoniaco.
Los organismos del Estado deben garantizar la protección física
de estos trabajadores agrícolas o, de lo contrario, no usar un abono con
sustancias amoniacales para evitar que el problema devenga en una lamentable
tragedia.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|