Publicado en El Nuevo Herald, mayo 21, 2002.
Discurso del Presidente Bush en la celebración cubana del 20 de
Mayo.
Bienvenidos a la Casa Blanca para celebrar el centenario de la Independencia
de Cuba. Hoy rendimos homenaje a los vínculos de amistad, familia y fe
que unen al pueblo cubano y al pueblo de Estados Unidos.
Rendimos homenaje a las contribuciones que los cubanoamericanos han hecho en
todos los aspectos de nuestra vida nacional. Y hoy estoy formulando una
propuesta y un reto que pueden poner a Cuba en el camino de la libertad.
Agradezco que nuestro Secretario de Estado esté aquí presente.
El y yo tomamos este asunto muy en serio. El ama la libertad tanto como yo la
amo. Quiero agradecer a Mel Martínez, un Pedro Pan, por estar acá;
Sr. Secretario, usted está realizando una gran labor. Bienvenido.
Agradezco la presencia de los miembros del cuerpo diplomático.
Gracias a todos por venir; es un honor para mí tenerlos en esta ocasión.
Quiero agradecer al senador George Allen del Commonwealth of Virginia.
Igualmente al congresista Dan Burton; Sr. Presidente. Y, por supuesto, a dos
magníficos miembros del Congreso de los Estados Unidos, personas que
tienen mucho que ofrecer, muchos buenos consejos que brindar: Ileana
Ros-Lehtinen y Lincoln Díaz-Balart. Gracias a todos por venir.
La Independencia de Cuba alcanzada hace hoy un siglo fue inspirada por
grandes personajes, tales como Félix Varela. Fue el resultado de la
determinación y el talento de grandes estadistas, tales como José
Martí, y de grandes soldados, como Antonio Maceo y Máximo Gómez.
Por encima de todo, la Independencia de Cuba fue el producto de la gran valentía
y sacrificio del pueblo cubano.
Actualmente y cada día por los últimos 43 años, ese
legado de valentía ha sido ultrajado por un tirano que utiliza métodos
brutales para hacer cumplir una visión quebrada. Aquel legado ha sido
ultrajado por una reliquia de otra era que ha convertido una bella isla en una
prisión. En una carrera de opresión, el Sr. Castro ha importado
misiles balísticos nuclea-
res y ha exportado sus fuerzas militares para fomentar las guerras civiles
en el extranjero.
Es un dictador que encarcela, tortura y exilia a sus opositores políticos.
Lo sabemos. El pueblo cubano lo sabe. Y el mundo lo sabe. A fin de cuentas,
apenas hace un mes, en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas, una resolución propuesta por los países de América
Latina hizo un llamado a que el gobierno de Cuba finalmente -finalmente-
comenzara a respetar los derechos humanos de su pueblo.
En medio de todo su dolor y privaciones, la aspiración a la libertad
del pueblo cubano no disminuye. Vemos esto hoy en La Habana, donde más de
11,000 valientes ciudadanos han pedido a su gobierno un referéndum sobre
las libertades básicas. Si se permite el referéndum, puede ser un
preludio, un inicio de cambios verdaderos en Cuba.
Estados Unidos no tiene ningún designio sobre la soberanía
cubana. No es parte de nuestra estrategia ni parte de nuestra visión.
Pero ciertamente, Estados Unidos ha sido un sólido y constante partidario
de la libertad para el pueblo cubano. Y es importante que aquéllos que
aman la libertad en esa bella isla sepan que nuestro respaldo nunca les faltará.
Hoy estoy anunciando una Iniciativa para una Cuba Nueva que ofrece al
gobierno de Cuba una ruta hacia la democracia y la esperanza, y mejores
relaciones con Estados Unidos.
Cuba tiene programado celebrar elecciones para su Asamblea Nacional en 2003.
Permítanme leer el Artículo 71 de la Constitución Cubana.
Dice así:''La Asamblea Nacional se compone de diputados elegidos por el
voto libre, directo y secreto de los electores''. Eso es lo que dice la
constitución. Sin embargo, desde 1959, ninguna elección en Cuba se
ha acercado a satisfacer esos estándares. En la mayoría de las
elecciones, ha habido un solo candidato, el candidato de Castro.
Todas las elecciones en la Cuba de Castro han sido un fraude. Las voces del
pueblo cubano han sido reprimidas y sus votos han carecido de peso. Esa es la
realidad. En las elecciones para la Asamblea Nacional de 2003 en Cuba, Cuba
tiene una oportunidad de ofrecer a los votantes cubanos la esencia de la
democracia, no sus procedimientos vacíos y carentes de fondo de siempre.
Los partidos de oposición deben tener la libertad de organizarse,
congregarse y expresarse con acceso equitativo a los medios de difusión.
Se debe liberar a todos los prisioneros políticos y permitir que
participen en el proceso electoral. Las organizaciones de derechos humanos deben
tener la libertad de visitar Cuba para garantizar que se creen las condiciones
necesarias para unas elecciones libres. Y las elecciones del 2003 deben ser
supervisadas por observadores objetivos y externos. Estos son los pasos mínimos
necesarios para garantizar que los comicios del próximo año sean
una verdadera expresión de la voluntad del pueblo cubano.
También reto al gobierno de Cuba a que afloje su dominio, que acabe
con su control de la actividad económica privada. Las libertades políticas
y económicas van de la mano, y si Cuba crea apertura en su sistema político,
se harán aun más visibles los problemas fundamentales de su
atrasado sistema económico.
Si el gobierno cubano realmente quiere promover la causa de los
trabajadores, de los trabajadores cubanos, sin duda permitirá que los
sindicatos existan fuera del control del gobierno. Si Cuba desea crear puestos
de trabajo mejor remunerados, los empleadores privados podrán negociar
con los trabajadores de su elección y pagarles sin que el gobierno les
diga a quiénes pueden contratar y a quiénes deben despedir.
Si Cuba desea atraer la muy necesitada inversión extranjera, deben
respetarse los derechos a la propiedad. Si el gobierno quiere mejorar la vida
cotidiana de su gente, los bienes y servicios producidos en Cuba deben ponerse a
la disposición de todos los ciudadanos cubanos. Los trabajadores
empleados por compañías extranjeras deben ser remunerados
directamente por sus empleadores, en vez de permitir que el gobierno incaute sus
sueldos en moneda dura y les pase una cantidad mísera en pesos. Y
finalmente se deben quitar los letreros en los hoteles que dicen ``Solamente
turistas''.
Sin pasos importantes por parte de Cuba para abrir su sistema político
y su sistema económico, el intercambio comercial con la isla no ayudará
al pueblo cubano. Es importante que los estadounidenses entiendan que sin
reformas políticas, sin reformas económicas, el intercambio
comercial con Cuba simplemente enriquecerá a Castro y a su camarilla.
Las ideas bien intencionadas sobre el comercio simplemente apuntalarán
a este dictador, enriquecerán a su camarilla y fortalecerán el régimen
totalitario. Así no ayudarán al pueblo cubano. Con reformas políticas
y económicas verdaderas, el comercio puede beneficiar al pueblo cubano y
permitir que participe en los avances de nuestra era.
Si el gobierno cubano da todos los pasos necesarios para garantizar que las
elecciones del 2003 sean certificadamente libres y limpias -certificadamente
libres y limpias- y si Cuba también comienza a adoptar reformas
significativas basadas en el mercado, entonces, y solamente entonces, colaboraré
con el Congreso de los Estados Unidos para relajar la prohibición del
comercio y los viajes entre nuestros dos países.
A una reforma significativa por parte de Cuba seguirá una respuesta
significativa de Estados Unidos. La meta de Estados Unidos no es mantener un
embargo permanente sobre la economía cubana. La meta es la libertad del
pueblo cubano.
Nuestra iniciativa de hoy invita al gobierno cubano a confiar en sus
ciudadanos y respetarlos. Insto a otras democracias en este hemisferio y más
allá a hacer uso de su influencia sobre el gobierno de Cuba para que éste
permita elecciones libres para la Asamblea Nacional y promover reformas
verdaderas, significativas y verificables.
La normalización total de las relaciones con Cuba -el reconocimiento
diplomático, el libre comercio y un programa vigoroso de ayuda- sólo
será posible cuando Cuba tenga un nuevo gobierno que sea plenamente
democrático, cuando se respeten las leyes y cuando los derechos humanos
de todos los cubanos estén plenamente protegidos.
Sin embargo, bajo la Iniciativa para una Cuba Nueva, Estados Unidos reconoce
que, a veces, la libertad crece paso a paso y exhortaremos a Cuba a dar dichos
pasos. La historia en la actualidad favorece la libertad. Nuestro plan consiste
en acelerar el avance de la libertad en Cuba de todas las maneras posibles, así
como Estados Unidos y nuestros amigos y aliados democráticos lo hicieron
exitosamente en lugares tales como Polonia o Sudáfrica. Aun al procurar
acabar con la tiranía, nos esforzaremos por mejorar las vidas de las
personas que viven bajo el dominio de Castro y le oponen resistencia.
Hoy quiero anunciar una serie de medidas que beneficiarán
directamente al pueblo cubano y le darán mayor control de su destino económico
y político. Mi gobierno suavizará las restricciones sobre la ayuda
humanitaria por parte de organizaciones estadounidenses religiosas legítimas
y otras no gubernamentales que sirven irectamente a las necesidades del pueblo
cubano y que ayudarán a forjar la sociedad civil cubana. Estados Unidos
proporcionará a dichos grupos ayuda directa que pueda utilizarse en
actividades humanitarias y empresariales.
Nuestro gobierno ofrecerá becas en Estados Unidos para estudiantes y
profesionales cubanos que tratan de forjar instituciones civiles independientes
en Cuba, y becas para los familiares de los prisioneros políticos.
Estamos dispuestos a negociar el servicio postal directo entre Estados Unidos y
Cuba.
Mi gobierno también continuará buscando maneras de modernizar
a Radio y TV Martí, porque aun los muros de opresión más sólidos
no pueden quedar en pie cuando se abren las compuertas de la información
y el conocimiento. Y en los meses venideros, mi gobierno continuará
trabajando con los líderes por todo nuestro país, líderes
que aman la libertad para Cuba, para implementar nuevas formas de dar poder a
las personas en la isla con vistas a alcanzar mayores oportunidades de alcanzar
la libertad.
Estados Unidos continuará haciendo cumplir las sanciones económicas
sobre Cuba y la prohibición de viajes a la isla hasta que el gobierno de
Cuba demuestre que está comprometido a realizar reformas reales.
Continuaremos prohibiendo la financiación estadounidense de compras
cubanas de bienes agrícolas norteamericanos porque esto sería
simplemente un programa disfrazado de ayuda exterior, lo cual beneficiaría
al régimen actual.
La iniciativa de hoy ofrece al gobierno de Cuba un sendero distinto que
lleva a un futuro distinto, un futuro de mayor democracia, prosperidad y
respeto. Con reformas reales en Cuba, nuestros países pueden comenzar a
desmantelar cuatro décadas de desconfianza y división. Y la decisión
recae en el señor Castro.
Hoy, sólo existe una nación en nuestro hemisferio que no es
una democracia. Sólo una. Existe solamente un líder nacional cuyo
poderío se debe más a las balas que a las boletas. Fidel Castro
tiene ahora la oportunidad de escapar de este solitario y estancado aislamiento.
Si acepta nuestra oferta, puede obtener ayuda para su pueblo y esperanza en
nuestras relaciones.
Si el señor Castro rehúsa nuestra oferta, estará
protegiendo a su camarilla a costa de su pueblo. Y eventualmente, a pesar de
todas sus herramientas de opresión, Fidel Castro deberá rendirle
cuentas a su pueblo.
José Martí dijo: ``Trincheras de ideas son más fuertes
que trincheras de piedra". Para beneficio del pueblo de Cuba, ya es hora de
que el Sr. Castro eche a un lado sus ideas antiguas y fracasadas y comience a
pensar de otra manera sobre el futuro. Esta fecha podría señalar
un nuevo amanecer en una larga amistad entre nuestros pueblos, pero sólo
si el régimen de Castro ve la luz.
Hace un siglo se logró la independencia de Cuba. Fue luego
secuestrada hace casi medio siglo. Sin embargo, el espíritu independiente
del pueblo cubano nunca ha flaquea-
do. Y nunca ha sido más fuerte que en la actualidad. Estados Unidos
se enorgullece de ponerse del lado de todos los cubanos y de todos los
cubanoamericanos que aman la libertad. Y continuaremos de su lado hasta que la
libertad vuelva a la tierra que tanto aman.
Viva Cuba Libre.
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