Carter: un
discurso inolvidable
Miriam Leiva
LA HABANA, mayo (www.cubanet.org) - James Carter, ex presidente de los
Estados Unidos de América, pronunció un discurso en el Aula Magna
de la Universidad de La Habana el 14 de mayo, el cual trascenderá
brillantemente en la historia de Cuba y constituye un tributo al centenario de
la República, fundada el 20 de mayo de 1902.
Grande era el interés despertado entre la población por lo que
pudiera decir un huésped que años atrás había sido
definido por el gobierno como un representante más del imperialismo
agresivo. En tanto, en los medios disidentes se esperaba con ansiedad hasta dónde
se atrevería a llegar en sus planteamientos el más alto
representante estadounidense que haya visitado Cuba desde 1959.
Un antecedente importante fueron las homilías del Papa Juan Pablo II,
que promovieron el inicio de una nueva etapa, en las cuales la población
confirmó que sus ideas sobre la necesidad de cambios no eran
disparatadas, sino justas, de manera que creyentes o no creyentes comenzaron a
interiorizar los llamados a vencer el miedo y trabajar para labrarse un futuro
mejor.
En un breve discurso nada ofensivo pero directo, analítico y
objetivo, el señor Carter abordó temas cruciales para el pueblo.
Se refirió a la necesidad de democracia, libertad de expresión,
asociación y reunión, elecciones libres, derecho a viajar, libre
iniciativa creadora individual e integración a los procesos regionales en
curso.
Señaló la inoperancia del embargo estadounidense sobre el
comercio, mas dejó claro que los problemas económicos de Cuba no
se deben al mismo pues, por ejemplo, se podrían comprar medicinas en México
a precios inferiores a los existentes en Estados Unidos. También abordó
la conveniencia del mejoramiento de las relaciones y los contactos entre
pueblos.
Se refirió a la unidad latinoamericana en la Comisión de
Derechos Humanos de la ONU para lograr la condena al gobierno cubano por la
violación de los derechos civiles, políticos y económicos,
al tiempo que solicitó se permitiera el acceso de la Cruz Roja
Internacional a las cárceles.
El Proyecto Varela fue la piedra de toque de su intervención. Al
explicarlo, la ciudadanía pudo conocer ampliamente, por primera vez, sus
objetivos y el valor de al menos 11 mil veinte personas que han vencido el miedo
respaldando la petición de un referéndum. La explicación
del proyecto a través de los medios de difusión es algo insólito
en este país de control férreo sobre los mismos. Hasta este
momento, el trabajo de recolección de firmas ha sido arduo al tener que
explicar directamente a cada persona, bajo represión, de qué trata
el proyecto.
Una vez concluido el discurso, se realizaron cuatro preguntas al señor
Carter, las cuales más bien eran alegatos defensivos por personas
previamente concertadas, cuyas palabras, a pesar de que expresaron que no
deseaban ofender, fueron duras y enmarcadas en la habitual repetición
panfletaria. Por supuesto, un político de su talla, salió airoso
en sus respuestas.
Si bien no pueden esperarse milagros y que la alocución del ex
presidente produzca un cambio en el limbo en que se encuentra Cuba, es indudable
que sus palabras no se las llevará el viento, pues han penetrado en las
mentes de los cubanos ansiosos de poder expresar sus pensamientos y modificar la
situación imperante. Su presentación en las vedadas televisión
y radio cubanas constituye un magnifico precedente. Habrá un antes y un
después.
Los cambios en Cuba nos corresponde hacerlos a nosotros, los cubanos, pero
acciones como éstas incuestionablemente contribuyen a impulsarlos.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|