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Prisiones
en Cuba
Muere preso
desatendido en Taco Taco
PINAR DEL RIO, 14 de mayo (Víctor Rolando Arroyo, UPECI /
www.cubanet.org) - Los reiterados gritos de auxilio provenientes del interior de
la prisión de Taco Taco, al oeste de la ciudad de Pinar del Río,
alarmaron a decenas de personas que el pasado 6 de mayo esperaban por la visita
a sus familiares prisioneros. Los guardianes encargados de las requisas a los
visitantes les manifestaron que los gritos provenían de un recluso que
fingía encontrarse enfermo y que por tal motivo no se le prestaba atención.
El activista Bernardo Herrera Díaz conoció a través de
testigos presenciales de los hechos que el prisionero que gritaba pidiendo
auxilio decía padecer de fuertes dolores y que nadie lo atendía.
Alrededor del mediodía varios custodios condujeron al recluso a un carro
jaula, pero antes de llegar al vehículo el reo se desplomó y fue
introducido en el carro desconociéndose el lugar hacia donde fue
trasladado.
Pocas horas después se supo que el señor Omar Leal Torres, de
36 años, residente en la cooperativa 17 de mayo, en el poblado de Alonso
de Rojas, y que se encontraba cumpliendo una sanción en la prisión
de Taco Taco había muerto de un infarto masivo.
Al indagar con el doctor Sergio Luis Riuz Rivas, del Colegio Médico
Independiente de Cuba, éste señaló que tal versión
es poco creíble, ya que en el país existen regulaciones que
plantean que tal diagnóstico sólo es legal si se acompaña
de los resultados de un electrocardiograma previo a la definición. Agregó
el galeno que el Colegio Médico Independiente de Cuba conoce de
reiteradas quejas sobre la deficiente atención médica en las
prisiones cubanas, lo que sucede no sólo por la falta de equipos y de
medicamentos, sino por la indolencia de los facultativos ante los padecimientos
de los reclusos.
Fuentes de la oposición conocieron que el funeral del señor
Leal Torres fue efectuado en la funeraria de Consolación del Sur y no en
la del poblado de Alonso de Rojas, donde realmente le correspondía por
ser el más cercano a su domicilio. El entierro se efectuó en la mañana
del 7 de mayo y no en la tarde del propio día, como estaba previsto.
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