CUBANET .INDEPENDIENTE

14 de mayo, 2002


La verdad en cueros: la visita de Carter y el Proyecto Varela

Reinaldo Cosano Alén

LA HABANA, mayo (www.cubanet.org) - Dos hechos simultáneos acaban de ocurrir, sin dudas, conectados: el arribo a Cuba del ex presidente de Estados Unidos de América, James Carter, y la presentación precipitada a la Asamblea Nacional del Poder Popular de las firmas del Proyecto Varela.

Las diez mil firmas (hasta con un poquito más, como propina política) succionadas sin infranqueables contratiempos entre los once millones de compatriotas en un proyecto re-lanzado hace alrededor de cuatro años, seguro será presentado al trigésimo noveno presidente de Estados Unidos de América (1979-81) como la fórmula salvadora para Cuba de la tiranía castrista, con la pretensión nada ingenua de solicitar a la Asamblea Nacional (exacta hechura de Castro) que haga el favor de permitir un plebiscito democrático y limpio, encabezado por él, el mayor truquero que recuerde la historia (no sé si de Cuba o del mundo) para que decida si se queda gobernando o si abandona el poder, cuando ya está harto demostrado que el pueblo cubano no lo quiere.

Referendo que se sabe no lo consentirá, y ¡quiera Dios no lo consienta!, porque único candidato, gran manipulador con el control del plebiscito de arriba abajo, incluido los colegios electorales y las mesas, sería eternizado "democráticamente" en el poder que de ninguna manera quiere soltar, como si fuera un predestinado.

Pero, ¿por qué pretender olvidar que este Castro es el mismo que en su momento, a tiempo, aconsejó al presidente sandinista de Nicaragua, Daniel Ortega, no cometiera la estupidez de exponerse a la decisión soberana del pueblo mediante elecciones libres y democráticas?

La documentación (las firmas) del Proyecto Varela acaba de ser entregada a un funcionario de último rango (¡qué casualidad!) el último día laboral de la semana, a la carrera. ¿Y qué? Pues como ha dicho la coautora del documento La Patria es de Todos, Martha Beatriz Roque Cabello, "no ha habido algo que indique que el Proyecto Varela pueda ser viable". Por esto, precisamente, surgen nuestras dudas y convicción de la impracticabilidad del proyecto, las mismas dudas de un sector mayoritario de la oposición cubana en que hay que tener muy presente el desgaste, frustrante, de recursos y esperanzas.

La presentación de las firmas en el exacto momento de la visita de Carter deberá entenderse como una buena jugada táctica que obligará a tratar el asunto al ex presidente de Estados Unidos, a quien le harán creer que es la única propuesta válida que defiende la oposición, como igual lo estarán pensando muchos que componen la opinión pública internacional y a no dudarlo hasta algunos gobernantes.

Sobre el particular prefiero tomar prestadas estas palabras de la señora Roque Cabello, dichas precisamente ante senadores de Estados Unidos que también visitaron a Cuba:

"A los senadores tuve que aclararles que no creía en la actual Constitución ni en las leyes vigentes. Porque si además de oír lo que el gobierno les dice, los que nos oponemos al sistema les trasmitimos la idea de que aquí todo funciona bien, que podemos hacer un referéndum para cambiar al país, entonces dirán: ¿De qué se quejan? Pero además en sus informes sobre el viaje, que deben hacer al Senado, les expondrán que no es necesaria la actual política americana, que aquí pensamos llegar a la democracia con diez mil firmas y un referéndum. ¿Cómo queda el exilio? ¿Qué opinión tendrán de ellos los congresistas y senadores que hacen lobby a favor del cambio en Cuba? Incluso las organizaciones que allí se proyectan para ayudar a la transición estarían perdiendo su tiempo, sólo habría que esperar a que Fidel Castro acceda a este llamado al cambio".

En ese mismo sentido otra inquietante cuestión preocupa a los sectores mayoritarios de la oposición, que no son exactamente ni necesariamente los firmantes del Varela, en lo que pudiera haber otro gran equívoco: ¿Qué visión llevarán a Carter los privilegiados disidentes (siempre los mismos moderados y contemporizadores) que contactarán con él en temas tan vitales como el embargo? Porque incluso entre los firmantes del Proyecto Varela los hay a favor y en contra del levantamiento del embargo.

Es muy necesario que Carter no se lleve una idea distorsionada de la realidad cubana, de su oposición al sistema castrista. Como se sabe, muchos de aquí y de allá han jugado todo su "dinero" a un caballo perdedor, porque nunca ha ganado carrera, y parece necesario retomar estas palabras de Roque Cabello: "¿Hasta cuándo el Proyecto Varela perturbará la transmisión de las verdaderas necesidades de nuestro pueblo a aquellos que nos visitan? Cinco años sin frutos son más que suficientes para que se reconozca que éste no es el camino para remediar nuestros problemas. La izquierda, dentro de la oposición, no es mayoritaria, y por lo tanto no puede guiar nuestro futuro".

El Proyecto Varela no es la salida a los problemas de Cuba. Tampoco posible. El artículo cinco de la Constitución de la República (la misma en que se apoyan los varelistas) deja bien claro, como inconmovible valladar, que el Partido Comunista es la fuerza dirigente superior de toda la sociedad; en tanto otros artículos de la propia Constitución de hechura castrista plantea que no se podrá presentar ningún tipo de proyecto o ley que lesione los fundamentos del régimen. Por si fuera poco (y nadie se haga el tonto) es bien conocido que la ley orgánica de la Asamblea Nacional del mal llamado Poder Popular establece de manera concluyente que cualquier propuesta que sea elevada a este seudoparlamento, todas las firmas para que sean válidas tienen que estar autentificadas por Notario Público.

¿Por qué tanto engaño? ¿Por qué embaucar al sufrido pueblo cubano de esta y la otra orilla con recetas irrealizables?

Ya hubo que recalificar cantidad de firmas falsas a expensas de gran gasto de tiempo, recursos y frustraciones. ¿Qué ocurrirá si la Asamblea Nacional detecta, porque es posible, nuevas firmas falsas? ¿Habrá que revisarlas todas de nuevo? Y no es pregunta tonta.

¿Quiere decir, entonces, que los caminos están cerrados?, ¿que hay que cruzarse de brazos? ¡Jamás! Existen otras vías que sería bueno que nuestro ilustre huésped conociera, al que invitamos se interese por el espectro alternativo completo.

El poder no se mendiga, ¡hay que arrebatarlo! con acciones cívicas, enérgicas, si bien pacíficas, de enfrentamientos, ganando espacios con la concreción de actividades y asociaciones que fomenten la sociedad civil paralela, de denuncia de las violaciones de derechos humanos, que nada de esto contempla el Proyecto Varela y al contrario conducen al quietismo de las organizaciones dedicadas a la recogida de firmas. Estas acciones contestatarias, distinguido señor Carter, son las que molestan y preocupan a la cúpula gubernamental intolerante porque conducen a la denuncia interna y externa de sus desmanes y de las miserias de Cuba y conforman el expediente que cada año le sacan en Ginebra como consuetudinario violador de los derechos humanos con la consecuente condena.

Por seguir esta línea frontal al régimen (no por firmar ni por recoger firmas para el Proyecto Varela) veintiséis conciudadanos detenidos aguardan ser condenados a largos años de prisión, encarcelados en la última y desmedida oleada represiva. Entre ellos el abogado ciego, presidente de una organización promotora de los derechos humanos y de la vida civil, Juan Carlos González Leiva, y también el líder del Movimiento de Derechos Humanos 24 de Febrero, Leonardo Bruzón Avila, arrestado al salir de una iglesia.

Dentro del marco de la oposición cubana existen proyectos realistas para socavar al régimen, para reanimar al activismo político anticastrista, como es la Plataforma de Resistencia Cívica de la Oposición, que incluye la estructuración de un Comité de Representación Opositor Nacional, en el que estén representadas las variadas tendencias dentro del espectro contestatario con acceso a visitantes ilustres y cuantos quieran estar bien enterados de la realidad cubana alternativa y no, como hasta el presente, para que regresen a sus países, por lo general, con una idea equivocada o incompleta de la realidad cubana. En vez de orientarse, son desorientados. Es lo que se teme ocurra ahora con Carter.

También existen otras propuestas como la presentada por Roque Cabello, cuyo título lo explica por sí mismo: Asamblea para promover la sociedad civil en Cuba.

Por supuesto, el tema es muchísimo más vasto. Eso queda para otro momento. Para concluir me han parecido interesantes estas palabras de Václac Havel: "Los malentendidos sólo se pueden evitar de un modo: diciendo claramente, antes de usar el término oposición, en qué sentido se usa y qué se entiende por él en nuestra sociedad".


Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.


[ TITULARES ] [ CENTRO ]

Noticias por e-mail

La Tienda - Libros , posters, camisetas, gorras

In Association with Amazon.com

Busque:


BUSQUEDA

Búsqueda avanzada


SECCIONES

NOTICIAS
Prensa Independiente
Prensa Internacional
Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
Inglés
Aemán
Francés

SOCIEDAD CIVIL
Introducción
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
MCL
Fraternidad de Ciegos
Seguidores de Cristo
Estudios Sociales
Ayuno

DEL LECTOR
Cartas
Debate
Opinión

BUSQUEDAS
Archivos
Búsquedas
Documentos
Enlaces

CULTURA
Artes Plásticas
Fotos de Cuba
Anillas de Tabaco

CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Electrónico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887