Delación
y vigilancia
Ramón Díaz-Marzo
HABANA VIEJA, mayo (www.cubanet.org) - (Por razones obvias la fuente que
accedió a esta entrevista exigió que guardáramos su
anonimato)
P- ¿Considera Ud. que la delación en Cuba se ha convertido en
una práctica común?
R- En primer lugar hay que establecer una diferencia entre lo que es delación
y lo que es vigilancia. Moralmente la delación siempre ha sido vista como
un mal vergonzoso, mientras que la vigilancia es considerada como una necesidad
o mal inevitable de los gobiernos y los Estados.
La delación, al igual que la vigilancia, es tan vieja como la
Humanidad. La exacerbación de estos males, que atentan contra la vida
privada de las personas, depende de factores económicos y políticos.
En el caso cubano la delación depende, en primer lugar, de un factor político
que a su vez está determinado por un factor económico. Si fuéramos
un país económicamente fuerte y, por ende, no hubiera luchas políticas
tanto dentro como fuera de la Isla, la delación tal y como la entendemos,
no existiría. Es decir, el Estado, el gobierno, podrían darse el
lujo de no espiar de un modo tan evidente a sus opositores.
P- Pero en el caso cubano tenemos noticias de que muchas personas que no
representan ningún peligro para la seguridad del gobierno han sido,
primero, espiadas, y luego reclutadas para delatar a otras personas que tampoco
representan un peligro político para el gobierno.
R- El problema consiste en que los Estados Totalitarios son más débiles
que las llamadas "democracias". Los Estados Totalitarios están
obligados a suponer, en primera instancia, que todos sus ciudadanos son
virtuales enemigos. Además, tenemos el ejemplo histórico de los "Procesos
de Moscú". En este caso el Estado Totalitario se resumía en
una sola persona. Y como es imposible (por naturaleza) que un solo individuo
pueda controlar a todo el aparato del Estado y el Gobierno, casi siempre estos
individuos se vuelven paranoicos y su tendencia es primero sospechar de sus más
cercanos colaboradores, y en segundo lugar, suponer que toda la población
está contra él. Stalin había organizado un aparato de
inteligencia que lo mantenía informado de los más nimios detalles
que ocurrieran en su vasto imperio. En el caso cubano el Estado necesita
adelantarse a los acontecimientos. Incluso, hacerle saber a los ciudadanos que aún
antes de realizar acciones que se consideren contrarias al gobierno ya pueden
considerarse (porque lo perciben y lo sienten) vigilados. Esa ha sido la
estrategia de la revolución cubana desde el mismo día que arribó
al poder en al año 1959.
P- ¿Por qué entre los cubanos hay tanto miedo de criticar al
gobierno hasta cuando se encuentran dentro de sus casas?
R- Las películas norteamericanas que pasan los sábados por la
noche en la televisión a veces pertenecen al género del espionaje.
En esas películas se muestran muchas de las técnicas que utiliza
actualmente el Departamento (...) de la DGI (Dirección General de
Inteligencia) más conocido como el grupo KJ. El ser humano cubano piensa
que si en los Estados Unidos existen medios tan sofisticados de escucha y video
para espiar al "objetivo", ¿que no habrá en Cuba para
espiar a los opositores pacíficos?
En Cuba hay personas que aún llevando una vida neutral en relación
con la política del estado me han confesado que a veces piensan que
dentro de sus casas hay micrófonos ocultos y cámaras secretas que
filman su vida privada.
P- ¿Considera Ud. que la sobredimensionalidad de los servicios de
contrainteligencia e inteligencia cubanos, demostrada a través de 43 años
de poder, ha enfermado a la sociedad?
R- Por supuesto. Una sociedad compuesta por ciudadanos que no pueden
expresar lo que verdaderamente piensan, hace de los individuos personas
aisladas. Todo esto divide a las familias, a grupos y asociaciones no
gubernamentales de individuos, y crea hombres y mujeres solitarios que viven en
un eterno soliloquio, y esto, en la mayoría de los casos, le resta
calidad de vida a la existencia. Es como si llegara un momento que Ud. no puede
respirar a plena capacidad. Entonces las gentes sobreviven en una suerte de
ahogamiento mental que los va empobreciendo mental y espiritualmente.
P- Después del derrumbe del Muro de Berlín se ha sabido que en
Rumania, por sólo citar un ejemplo, de cada cuatro rumanos uno era
informante de la policía política. ¿Qué podríamos
suponer del totalitarismo cubano?
R- Se podría suponer muchas cosas. Es decir, pienso que si un día
los archivos de la Revolución son revelados al público el estupor
nos embargará por muchos años.
P- ¿Considera Ud. que el fenómeno de la vigilancia policiaca es
una exclusividad de países con regímenes totalitarios?
R- En lo absoluto. El desarrollo, la modernidad, ha complicado más
las relaciones en nuestro mundo actual. Por ejemplo, el desarrollo tecnológico
en los países del primer mundo le ha otorgado más poder de
accionar a los individuos. En este sentido los núcleos de poder en países
del primer mundo deben estar haciendo todo tipo de preparativos para defenderse
de la persona individual.
P- ¿A qué tipo de persona individual se refiere?
R- Por ejemplo: a individuos que sicológicamente tienen problemas de
la personalidad y pudieran agredir a la sociedad.
P- ¿Estamos hablando de individuos que se complacen en producir el mal
por el mal?
R- Correcto, pero también de individuos como Osama Bin Laden. Sicológicamente
no nos encontramos ante un loco, sino ante alguien que considera que el mal que
hace tiene una finalidad trascendente. Y la sociedad no puede permitir que el
terrorismo se adueñe del mundo. En este caso pagamos justos por
pecadores. Todos estamos vigilados, y posiblemente los pronósticos de la
novela 1984 se cumplan en los próximos años de un modo más
fantástico que como Orwell lo concibió.
P- ¿Usted está sugiriendo que la libertad individual será
conculcada en los próximos años?
R- Desgraciadamente la Humanidad ha llegado a una fase en que la realidad
rebasa cualquier imaginación humana. Habrá libertad, pero será
una libertad restringida. Es decir... Ud. será libre en tanto no afecte
con su conducta individual al resto de la sociedad. Y el precio que Ud. pagará
para demostrar que Ud. no representa un peligro para la sociedad será
permitir, quiéralo o no, que su vida privada sea observada.
P- ¿Habrá algún ser humano en el mundo que escape a la
VIGILANCIA?
R- Esta pregunta suya es de lo más interesante. Los que vigilan a los
vigilados también serán vigilados. Y podríamos suponer que
un individuo o grupo de individuos que detenten el poder gozarán del
privilegio de no ser vigilados. Pero cabría preguntarse si el Vigilante
Mayor no será el más vigilado de todos.
Ramón Díaz-Marzo es el autor de la novela "Cartas a
Leandro", publicada por CubaNet.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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