Wilfredo Cancio Isla.
El Nuevo Herald, julio 19,
2002.
El ex enfermero Eriberto Mederos, acusado de mentir sobre su pasado para
obtener la ciudadanía estadounidense en 1993, aplicó
electrochoques en el Hospital Psiquiátrico de La Habana sin prescripción
médica a prisioneros políticos que no tenían ningún
antecedente de enfermedad mental, declaró ayer un testigo en un tribunal
de Miami.
En la segunda jornada del juicio contra Mederos, el ex prisionero político
Jorge Alejandro Ferrer narró que en su primera estancia en la sala
Castellanos del hospital (Mazorra), en 1968, fue sometido a sesiones de
electrochoques sólo por considerársele un desafecto del régimen
de Fidel Castro.
''Cuando llegué la primera vez a [la sala] Castellanos le advertí
a Mederos que no era un enfermo mental, y él me dijo que no importaba,
que yo era un contrarrevolucionario y me aplicó el electroshock'', relató
Ferrer, de 56 años.
El testimonio de Ferrer tomó ayer unas cuatro horas, en medio de un
minucioso --y por momentos tenso-- interrogatorio del abogado de la defensa,
David Rothman.
Ferrer, el cuarto testigo que presenta la fiscalía, describió
el tratamiento como ''una experiencia horrible, como si estuvieras en otro
mundo'', y recordó que Mederos lo llevó a ver a un médico
``tres o cuatro semanas después de aplicarle el primer electroshock.
''Fue una broma de mal gusto'', dijo Ferrer. 'Le dije al médico que
no tenía antecedentes psiquiátricos y me contestó que el
mundo se dividía en dos bandos: los que nacen con una estrella y los que
nacen `estrallados', y que yo pertenecía al segundo grupo''.
La declaración de Ferrer desmiente el argumento de Mederos, de 79 años,
quien reconoce haber aplicado los tratamientos de electrochoques, pero siempre
por prescripción médica, nunca como método de tortura.
Ferrer identificó a Mederos como ''el torturador'' y ``la persona de
mayor jerarquía en la sala Castellanos''.
''Cuando vi lo que hacía Mederos, me di cuenta de que había
chocado con lo más terrible que puede tocarle al ser humano'', agregó
el testigo, quien cumplió prisión por dos intentos de abandonar el
país y vino a Estados Unidos en 1979.
En un momento del interrogatorio de Rothman, Ferrer se negó a
responder afirmativamente la pregunta de si su arresto de 1971 por intentar
fugarse en una balsa constituía una violación de las leyes.
''Ellos [el gobierno cubano] eran los que quebrantaban las leyes violando
mis derechos civiles'', respondió Ferrer. ``No sé a qué
leyes se refiere si yo no tenía derecho a elegir a quiénes
mandaban en un país reconocido como totalitario y promotor del
terrorismo... ¿Acaso está diciendo que los judíos
quebrantaban las leyes de Adolfo Hitler?''
El juicio se reanudará el lunes con la continuación del
interrogatorio a Ferrer.
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