LA HABANA, Cuba.- “Siento un vacío por dentro de saber que mi familia dio la vida por esto y que ya eso no importe para nada, me siento defraudada”. Este es el sentir de Aniara Hernández Carmenate, nieta de un combatiente cubano de la revolución que no tiene vivienda y a quién el gobierno le ha dado la espalda.
Según cuenta a CubaNet, lleva cinco años esperando por la entrega de un terreno, que ya pagó, el cual le fue otorgado por las autoridades del municipio Habana del Este gracias a su condición de caso social, ya que su hijo padece de retraso mental.
“He echado cartas al Consejo de Estado, y a todos lados, pero lo único que hacen es engavetarlas y no me dan una solución. La excusa que han dado es que es un terreno pantanoso. Y yo me pregunto entonces, ¿para qué me lo vendieron? Porque fueron ellos los que me lo vendieron en 1632 pesos, y me cobraron 1000 pesos de más, dinero que no me han devuelto”, precisó.
Ante su delicada situación, Aniara cuenta que se coló de manera ilegal en un apartamento que se encontraba vacío, del cual fue desalojada violentamente poco después por las autoridades.
“Me colé en un apartamento porque estoy en la calle, pero me desalojaron por la fuerza antes de las 72 horas. Incluso los funcionarios querían darme hasta golpes, y me dejaron en la calle con mi hijo, y se supone que este estado no deja a nadie en la calle, y mucho menos si es un caso social”, apuntó Hernández Carmenate.
Según comenta, luego de vivir por un tiempo bajo la escalera de un edificio en Habana del Este, fue recogida por una vecina del inmueble que le ofreció refugio en su casa, lo cual tampoco duró mucho tiempo.
“Esa señora me recogió, pero tenía problemas mentales, intentó hasta matar a mi hijo, y el hijo de ella me faltó el respeto como mujer, y por eso me tuve que ir de allí”, puntualizó.
Ante esta disyuntiva tuvo que regresar a vivir en la calle, hasta que fue recogida por una anciana en la Habana Vieja un tiempo después, y ahí ha residido los últimos tres años.
“Aquí he estado viviendo, pero ya estoy de nuevo en la calle porque tengo que irme. Las autoridades siguen sin darme solución de nada, incluso saben que soy la nieta del combatiente Abraham Carmenate Betancourt, pero me dicen que el combatiente era él, no yo”, lamentó Aniara.
El pasado 24 de julio intentó abordar en un acto público al gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, con la intención de entregarle una carta relacionada con su caso, pero asegura que fue en vano.
“Enseguida fui abordada por la seguridad y el DTI y no me dejaron ni acercarme a él para entregarle la carta. Me la recogió el vicepresidente del Poder Popular de Habana Vieja, pero lo único que ha hecho la carta es rodar de un lado para otro y de solución nada”, concluyó.
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