Más migrantes cubanos son regresados de EEUU a México tras solicitar asilo político

CIUDAD JUÁREZ, México. – Sus zapatillas deportivas sin cordones lo delatan. También su mirada perdida en un rostro que intenta sonreír por no derrumbarse. No fue fácil. No es fácil: lo acaban de retornar de Estados Unidos a Ciudad Juárez, México, a esperar todo su proceso de caso de asilo político. Después de estar cuatro días detenido en El Paso, Texas. Ahí le quitaron los cordones de su calzado y su esperanza.
Edgar Canales, nacido en Holguín hace 46 años, se pregunta qué hizo mal. Pero todo lo hizo bien. Esperó dos meses en México para que le llegara su número y ser entregado ordenadamente a las autoridades estadounidenses.
“Me siento muy disgustado“, dice Canales, padre de dos hijos. “Esperé la cola para entrar y me han retornado a Ciudad Juárez, me han puesto una fecha de espera de cinco meses (para la Corte)”.
Lo que ocurrió es que, mientras estaba siendo procesado para solicitar su asilo político, el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP), controvertido programa estadounidense de retorno a México, se había extendido para los peticionarios cubanos.

Sucedió dentro de la cambiante política del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que en menos de seis meses ha pasado de recibir con los brazos abiertos a los migrantes de las caravanas a enviar el Ejército y la Guardia Nacional para detener el flujo de migrantes que intenta cruzar a EEUU.
No es el mismo López Obrador de su campaña presidencial. El que sigue igual es el presidente Donald Trump, más fortalecido aún en su política de control del flujo migratorio tras el acuerdo-ultimátum alcanzado con su homólogo mexicano el 7 de junio.
En esta ciudad fronteriza con EEUU, de migrantes del sur de México que vienen a trabajar en las fábricas maquiladoras, de capital extranjero, cualquier medida tomada desde Estados Unidos llega con velocidad galopante.
Juárez no sólo es el principal cruce de las drogas que arriban desde Colombia para llegar a los consumidores de Estados Unidos. Es la ciudad de los sueños quebrados, ahora también para unos 6 mil migrantes cubanos que esperan cruzar ordenadamente hacia Estados Unidos.
En los primeros cinco días de implementarse en Ciudad Juárez la extensión del MPP a otras nacionalidades, incluyendo a “los migrantes hispanohablantes que hayan cruzado legalmente o ilegalmente”, se ha doblado el número de retornados, asegura Enrique Valenzuela, director del Consejo Estatal de Población y Atención a Migrantes (Coespo), máxima autoridad del gobierno del estado de Chihuahua, que coordina la operación de atención a migrantes.
Desde que el 26 de marzo se extendiera a Ciudad Juárez el programa MPP, que había comenzado en Tijuana y Mexicali enfocado los migrantes de El Salvador, Honduras y Guatemala, se ha pasado de devolver de cien personas al día, a doscientas diarias de todas las nacionalidades, en las que destacan por su número los originarios de Cuba y Venezuela.
Sólo en Juárez, en los últimos tres meses, más de 6 mil personas originarias de los tres países centroamericanos mencionados, han sido recibidas dentro del acuerdo del MPP, según cifras de oficiales de Coespo.
Con la ampliación de este protocolo de retorno de Estados Unidos a México a los migrantes hispanohablantes que soliciten el asilo político, se calcula “un retorno diario de 500 migrantes” en las próximas semanas. Solo en Ciudad Juárez esperan recibir este año a 70 mil migrantes retornados que aguardarán su proceso de asilo político en México y no en Estados Unidos, según asegura el funcionario mexicano Enrique Valenzuela en las oficinas del Centro de Atención Integral de Migrantes (CAIM), donde se registran los migrantes para cruzar ordenadamente a EEUU.
Las autoridades mexicanas mantienen en discreción las horas en las que devuelven a los migrantes, así como las nacionalidades, pero en un recuento realizado por este medio, se estima que más de ochenta isleños han sido retornados a Ciudad Juárez en estos últimos cinco días. CubaNet ha tenido contacto directo y ha visto sus órdenes de retorno para poder afirmar esta cifra.
En unos días en los que han sido llamados entre veinte y treinta personas al día para cruzar ordenadamente hacia Estados Unidos.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas del inglés) no ha ofrecido detalles concretos de si este programa afecta a todos los solicitantes y si se aplica también para los que cruzan legalmente, como aseguran las autoridades mexicanas.
A pesar de las numerosas peticiones realizadas por este medio, desde hace cinco días a la oficina del DHS en Washington DC, que coordina este programa, la vocera April Grant sólo ha remitido a varios enlaces en su página web en los que no se especifica estos puntos.
La realidad es que sí. Son cubanos y cubanas con nombres y apellidos, que han cruzado a Estados Unidos, tanto legalmente como ilegalmente, que han sido retornados a Ciudad Juárez, México, en los últimos cinco días, según se adelantó en exclusiva a CubaNet. Algunos de los isleños entrevistados permanecieron casi dos meses detenidos y otros solo llevaban cuatro días en El Paso, Texas.
“No sé por qué me han retornado a México“, dice Eilin Aguilera, de 31 años. “Ciudad Juárez es una ciudad peligrosa, no entiendo por qué, y ya se me hace imposible atenerme a la Ley de Ajuste Cubano si no obtengo antes mi asilo desde México, que es imposible”.
Desde enero del 2017, la única opción factible para los migrantes cubanos era prolongar su estadía en Estados Unidos pidiendo el asilo político, para así cumplir el requisito fundamental de permanencia en EEUU de la Ley del Ajuste Cubano. En esa fecha, se eliminó la medida de “pies secos, pies mojados”, mediante la cual los isleños podían solicitar la admisión condicional hasta tener el derecho a la residencia legal al año y un día de permanecer en Estados Unidos.
En un paisaje de asesinatos diarios de una de las ciudades más peligrosas del mundo, que acumula el horror impune, los cubanos retornados a México intentan ver su siguiente paso, sumidos en la incertidumbre, la confusión y el miedo.
A él se suman ahora soldados y agentes de la Guardia Nacional de México desplegados desde este domingo en Ciudad Juárez para controlar el flujo migratorio, además de los policías municipales y federales que extorsionan a los migrantes para no detenerlos, a pesar de que estén legalmente en México.
Los cubanos retornados a México intentan ver su siguiente paso, sumidos en la incertidumbre, la confusión y el miedo.
“Estoy en shock. Hay que seguir pa’lante”, afirma el retornado Edgar Canales, uno de los escasos cubanos que accede a hablar, a pocas horas de ser regresado a Juárez.
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