MADRID, España.- Este 28 de agosto se cumplen 101 años de la muerte de Emilio Bacardí Moreau, patriota, político, intelectual y promotor cultural cubano. Bacardí Moreau, nacido en Santiago de Cuba el 5 de junio de 1844 era hijo de Facundo Bacardí y Massó, el catalán fundador de la importante ronera que lleva ese apellido.
Sus estudios primarios los comenzó en Barcelona, ciudad donde vivió con su familia siendo muy joven. Muy pronto se destacó por su talento literario, y con 23 años el Liceo de Puerto Príncipe, actual ciudad de Camagüey, le entregó un premio por la memoria de contenido social titulada “Conveniencia de reservar a la mujer ciertos trabajos”.
Tras comenzar la Guerra de los Diez Años se vinculó al movimiento independentista y por ello en 1876 sufrió prisión en Chafarinas; y en 1879 fue deportado. Culminada la guerra regresó a la Isla, pero volvió a ser deportado por relacionarse con los preparativos de la Guerra Chiquita.
Cuando se produjeron de forma simultánea los alzamientos que dieron inicio a la guerra de 1895, Emilio Bacardí Moreau fue encarcelado nuevamente y deportado a Ceuta, España. Al terminar la guerra de independencia regresó a Santiago de Cuba, donde ocupó el cargo de alcalde, para el cual también fue elegido después de la proclamación de la República. Como alcalde realizó una fecunda labor en favor de la cultura, en la que sobresale la creación del museo que lleva su nombre y que atesora pertenencias de insignes patriotas independentistas, así como objetos correspondientes a varias dinastías de faraones del antiguo Egipto. Además de este museo, Bacardí creó la biblioteca municipal, una de las primeras de Cuba, la Academia de Bellas Artes y realizó varios proyectos de gran significación social.
Retirado de la política, Bacardí se dedicó a la creación literaria. Entre sus obras más destacadas se encuentran las Crónicas de Santiago de Cuba; las crónicas de sus viajes por Egipto y Palestina; y las novelas Vía Crucis y Doña Giomar.
Su nombre también está directamente relacionado con la destilería ron Bacardí, marca muy vendida a nivel mundial, ya que fue fundada en Santiago de Cuba por su padre, en 1862.
Ya en 1888 el Bacardí era considerado el ron favorito de los famosos. Para el año 1910 Bacardí se convirtió en la primera empresa multinacional de Cuba, con operaciones en Barcelona (España) —donde el ron fue embotellado por primera vez fuera de Cuba— y en Nueva York, para satisfacer la creciente demanda de la bebida en Estados Unidos.
En la década de los veinte del pasado siglo, la prohibición de la ley seca entra en vigor en los Estados Unidos y se prohíbe la fabricación y venta de alcohol, cerrándose la planta embotelladora de Bacardí en Nueva York.
Todas las operaciones y activos de Bacardí en Cuba fueron confiscados ilegalmente sin compensación por el régimen cubano en octubre de 1960, apenas dos años antes del centenario de la empresa.