MADRID, España.- José Ángel Buesa nació en el hoy municipio cienfueguero de Cruces, el 2 de septiembre de 1910. Se ha escrito que a los siete años compuso sus primeros versos. En la juventud se trasladó para La Habana, donde se incorpora a grupos literarios, se vincula a importantes autores del momento y comienza a publicar sus poemas con gran éxito.
Considerado uno de los más populares poetas cubanos de su época, muy leído también en Latinoamérica, recibió el Premio Nacional de Literatura en 1938, otorgado por la Academia de Artes y Letras de Cuba. Muchos han repetido su “pasarás por mi vida sin saber que pasaste”, que aún pervive en el imaginario de no pocos. Sin embargo, más tarde fue muy criticado en la Isla, catalogado de cursi y fácil. s.
Entre las muchas creaciones que dejó están La fuga de las horas (1932), Babel (1936), Canto final (1938), Muerte Diaria (1943), Cantos de Proteo (1944), Lamentaciones de Proteo y Canciones de Adán (ambas de 1947), Alegría de Proteo (1948) y Poeta Enamorado (1949).
Oasis (1943) fue su libro más exitoso, reeditado más de veinte veces. Según afirma el crítico cubano Virgilio López Lemus en el prólogo a una compilación de la obra poética de Buesa, hecha por él y publicada por Letras Cubanas en el 2011, con el título Nadie sabe por qué…, su “Poema del renunciamiento” ha transitado tanto espacio como los famosos Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda.
Atacado ferozmente por la crítica y la intelectualidad revolucionaria salió de Cuba en 1961. Desde entonces su obra fue silenciada por más de 40 años hasta que Carilda Oliver Labra hizo una selección de sus poemas y logró publicarla en la primera década de este siglo. La venta del libro fue un suceso editorial. Durante sus años en el exilio ejerció como profesor de Literatura en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña en la República Dominicana, donde murió el 14 de agosto de 1982. Con posterioridad sus restos fueron trasladados a Miami, y allí permanecen.